Corría los finales del 1991, incursionando en la
adolescencia, donde mis valores eran ver fútbol, jugar a las canchitas,
escuchar y cantar música. Para esa época,
una radio zonal pasaba música en castellano y rock Argentino de manera
predominante. Me compré un casset porque un tema llamado: “Bienvenidos
al tren” cantado por el hermano de Calamaro, llamado Javier. Calamaro estaba en ese momento en España, con
un grupo de nombre “Los Rodriguez”.
Contaba con una adolescencia sin atractivo para ninguna mujer, por ende
mis salidas, era ir a la cancha o escuchar música todo el tiempo. Al otro año fui a mi primer recital masivo
donde la fiebre de Queen me pegó, asi como “The Beatles” en años ha. Una de las bandas soporte fueron “Los Guarros”
y me había encantando su performance, además que ya tenía el casset.
Así me han acompañado durante un par de años, en los
que fui muy, pero muy fanático, a lo cual, siendo menor de edad, he ido a
recital en antros que no estaba acostumbrado y en Mar del Plata, en un lugar
llamado “Margarita”, donde me daba un tanto miedo, pero culminé una noche
maravillosa, en medio del escenario, con minita y con Javier que me puso el micrófono
para cantar. No pude dormir de lo
contento que estuve, y ahí es donde nació uno de mis tantos amores por una
banda de Rock. Mi amor es ridículo, mi
vida también, asi que mutis en ahondar la justificación.
Me enteré de la vuelta de “Los Guarros” la semana
pasada, y no dude en asistir al Rosedal el sábado 19 de Noviembre. Como el recital era gratis, dudé de mi
seguridad, y realmente, por fortuna, me equivoqué en el preconcepto.
La banda principal era Airbag, aunque Animal una hora
antes que llegue, había llevado muchísima gente. Llegué con “Coverheads” una banda de covers
que está, de a poco, teniendo tendencia nacional y uno de los lideres es German
Trippel. Luego “Barco” una banda de funk
que suena aceptable. Después de unos 15
minutos, una especie de video introductorio del fundamento porque se volvieron
a juntar “Los Guarros”, y salieron con el tema “Rosas en tu pecho”, donde canté
enfáticamente delante de chicos, muy chicos para mi, algunos con sus padres, la
canción con un tanto de timidez.
Me sentí como si fuera visitante y en la tribuna
visitante seríamos 10 que seguimos a ese equipo, con la diferencia de un respecto
absoluto del público que fue a ver otra cosa. El espectador de fútbol continua
siendo un cavernícola. Canté las
canciones que conocía y me sorprendieron la voz intacta de Javier Calamaro y lo
showman que sigue siendo avivando al público y mandando fruta. Gitano Herrera
impecable en la guitarra. Una
performance de, aproximadamente, una hora, donde pasaron por sus discos y cantó
las dos canciones que popularizo con su hermano Andrés: “No me nombres” y “Este
minuto”.
Volvieron “Los Guarros”, retornó un pedazo no tan
agraciado de mi vida, pero que la música de ellos le daba el sentido de sonreir
y me energizaba. Todo fue mejor de lo
esperado. “Vamos a la Ruta”, con ayuda
del público cantando el título del tema, fue el último tema.
Javier Calamaro resume su vuelta con: “GLORIA es eso que vivis
cuando sentis que lograste algo que te merecías desde hace mucho tiempo; cuando
estas eufórico, inspirado y descargando toda tu energía haciendo lo que mas te
gusta; cuando jugas en equipo y te sentís ganador sin importar el resultado…
Anoche volvimos con gloria. Total!
Con la sensación de que había pasado solo una semana desde el ultimo show; con un montón de sensaciones encontradas.
Así nos fuimos a dormir: felices, eufóricos y agradecidos de la vida… y con ustedes
Así que… muchas gracias por estar con nosotros!”
Anoche volvimos con gloria. Total!
Con la sensación de que había pasado solo una semana desde el ultimo show; con un montón de sensaciones encontradas.
Así nos fuimos a dormir: felices, eufóricos y agradecidos de la vida… y con ustedes
Así que… muchas gracias por estar con nosotros!”
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