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sábado, abril 21, 2018
La casa alquilada de San Martin (Boulogne Sur Mer)
Mi viaje a Boulogne Sur Mer, tal vez suene un tanto chismoso o curioso, como plazca; en definitiva fue visitar la casa que alquiló San Martin, tan sólo dos años antes de morir. El iba a ir a Inglaterra, es decir que iba a cruza el oceano, pero se quedó en Boulogne, dicen los rumores, porque había una masonería. Y se sabía muy bien que era Masón. El fue con toda su familia en 1848, la misma estaba constituida por Mercedes, su esposo Balcarce y las hijas de este matrimonio.
San Martin era el menor de cinco hermanos, de hecho hay muchos "San Martin" que descienden de parte de sus hermanos.
San Martin luego de liderar la liberación de paises oprimidos como Argentina, Chile, Perú, alrededor de sus treinti y tantos años de edad, tuvo al descansar en Mendoza, una persecución y acorralmiento de parte de la administración de Buenos Aires, que se vió con la tremenda congoja de irse de Argentina para no volver jamás. De Hecho Rivadavia fue el se arrogó de haberlo expulsado.
Uno ve en Rivadavia el tipico porteño, actuando con chicanas, abusando de su poder y sacando ventajas al asunto. Así, desde minima escala a la máxima quedan confundidos el porteño de otras culturas. Porque "el ser Argentino" no existe, eso depende de donde vivas.
San Martín no era muy vivo para lo económico, de hecho vivió en una austeridad que da verguenza ante semejante hacedor. El recibía dinero de Perú que, a veces llegaba, y a veces no. Tenía facilidades para trabajar en la tierra, cocechando lo que sea. y a veces vendiendo los frutos que daban esas cosechas.
Pero San Martin estuvo fueron alrededor de 26 años, luego que Rivadavia "lo expulsara" del pais.
San Martin escribió:
“Sus carnívoras falanges se destacan y bloquean mi pacífico retiro. Entonces fue que se me manifestó una verdad que no había previsto. Esa verdad es que yo había figurado demasiado en la revolución para que me dejasen vivir con tranquilidad”.
San Martin se fue a vivir a Bruselas. La fotito en un calle llamada Straat Genwoond pasa realmente desapercibida: En Bruselas vivió junto a su hermano desde 1824 a 1830
Un lugar donde no visité en que José de San Martin, habitó una especie de monasterio fue en Ivre, a 25 kilómetros de Paris en Francia. Donde no hay un reseña histórica, simplemente el tipo tenía su huerta y comía de ahí, recibiendo la plata del gobierno de Perú y recibiendo a Sarmiento, a Rosas, que les proponían diferentes "recompensas" para subsistir y llevar una vida mejor, pero no, a San Martin le parecía corrupto cobrar de varios lados por una misma cosa (algo ingenuo, diría un porteño).
La foto de esta entrada es una réplica de la cama donde San Martín falleció, que era el cuarto de Mercedes su hija a quien lo adoraba.
El patio, donde el solía descansar, ya que estaba medio ciego y necesitaba que otras personas le leyeran algo, tiene infinidades de placas sea de Alfonsin, de Peron, así como un jardincito de Usuahia.
San Martín es un ser intachaba, mucho más honesto, al menos diferentes ideologías lo enaltecen que cualquier procer argentino que tuvo una huella repampanante. Supongo que seres humanos de menor reconocimiento popular también han desparramado honestidad, generosidad, austeridad en este sitio donde el ser millonario es tener riqueza sin ninguna otra consideración.
Ir a la casa donde San Martin estuvo, fue una de la pocas cosas que he disfrutado en este pesado año.
jueves, mayo 19, 2016
Mi primer viaje a Europa

El tercero de los viajes inéditos en el corriente año:
Cosquin, Mar del Plata, si bien ya había ido, las formas fueron novedosas y
excelentes.
Tuve la fortuna que alguien me invitará a Paris a
pasar más de 20 días allá y a otros lugares. Si bien traté de aprender francés
con Duolingo, buzuu; he demostrado que continúo sin facilidades para aprender
idiomas. Allá, me han facilitado de sobremanera, en cuanto al idioma se
refiere, además de ubicaciones.
Paris tiene organizada su ciudad de manera impecable,
con 13 lineas de subtes, con un montón de monumentos vivientes, con un Río como
el Sena que no está escondido, y con mucho verde.
Recorrer e bici diferentes lugares fue el mejor city
tour que podía tener como la Opera, el notredame, los jardines de Luxemburgo y
tullerie, la concord, la torre Eifel, etc.
Además de la diferentes variedades de queso, pan, y muchas novedades
para mí, en cuanto a comida se refiere.
La gente de mundo se maneja diferente porque saben
idiomas, porque comparten más sus hogares y porque no tienen miedo a tomarse 3,
4 trenes para llegar a un lugar.
Fuimos a Roma en avión y está ciudad tiene un museo
viviente, en medio de callecitas angostas y avenidas anchas: El coliseo, la
palatino, con guias muy simpáticas que hablaban un español gracioso. El
pintoresco trastevere, a orillas del rio tever.
Y mirar toda Roma en el monte Giannicolo. Roma tiene muchas colinas para subir y pasear.
Los helados son tan ricos como los de Argentina. Las pizzas son finitas y la
ropa baratísima y de calidad.
Recorrimos la costa Amalfitana, donde se destaca el
agua turquesa, los valles, las calles muy pero muy angostas y pintorescas, y el
gran mar que, con el reflejo del sol, se ve turquesa.
Aix en Provence, una ciudad grande y que no se puede
estacionar. Alquilamos un auto y experimenté, por primera vez, ir por camino de
montañas, con cierta tensión y algunas peleas por no haber puesto bien el GPS.
Jornada agotadora, donde manejé casi todo el dia y paramos en pueblitos de muy
pocos habitantes, y en montañas que daba para subir hasta ahí. Realmente mucha
paz, cuando paramos por diferentes lugares y paisajes.
Avignon es retroceder el tiempo hasta la edad media,
observar una entrada tipo fuerte en su entrada y todo el sitio histórico de
madera, además de un Rio que rodeaba el famoso y vapuleado puente del mismo
nombre.
Fue otro viaje genial, donde me relajé en cuanto el
idioma se refiere, y delegué demasiado en otra persona que, a veces, no daba a
vasto de tanta pasividad y cuelgue de mi parte. A pesar de eso, re todo
estupendo.
viernes, septiembre 09, 2011
Mi primera vez con una prostituta
Los hombres, como cultura, suelen “debutar” sexualmente con una mujer a la que tienen que pagar un precio. De adolescente nunca sentí atracción hacia las trabajadoras de la calle, siempre les tuve temor. Imaginaba que el acto sería como algo muy expuesto hacia una mujer que me iba a sobrar o despachar rápida y abruptamente.
Tal es así, que, por curiosidad, o por una necesidad, luego de experimentado un extenso noviazgo.
En ese duelo contaba ni con la más remota idea de cómo seducir a una mina, besarla, simular mostrarme “como soy” o interesante para que ella sintiese atracción al punto de querer acostarse conmigo.
Como mi autoestima era muy baja, solo viable acostarme con un hombre o una prostituta, quería algo “norteamericanamente” fácil y práctico. Escogí, en principio la ramera.
Busqué en el diario, ya que Internet recién estaba en voga, pero aún, no era mi herramienta omnipresente para cualquier servicio ocioso.
Luego de realizar varios llamados, algunos eran oficinas prostibularias, preferí una mujer independiente con departamento privado.
Arribé a un lugar en Barrio Norte, toqué timbre, como si fuese un amigo, me bajó abrir ingresé a su departamento; con una enorme nerviosidad le dije, que era mi primera vez con una mujer que realiza tal oficio.
Ella, amablemente, me recordó su nombre, contó que tenía 32 años, y realmente no estaba mal. Me mostró la habitación, el baño, las condiciones de higiene, me explicó cada detalle para que me sintiera cómodo.
Para darme ánimo y levantarme la autoestima expresó: “¿Que hace alguien tan joven y buen mozo recurriendo a estos servicios?”
Luego, se desnudo, me puso su cabeza en sus grandes senos, y yo mantenía mis nervios. Intenté besarla, pero era en vano, las rameras no besan y eso me decepcionó, ya que para mi el beso es fundamental para dar arranque. Ensayó una felatio, me puso el condón, pero fue inútil, poco duraba mi erección.
Ella, sutil, me masturbo y tuve mi primera eyaculación.
Luego me relajó con unos masajes, le pregunté si había hombres que se dedicaban a eso, indagué como podía ingresar a este mundo, y muchas otras paparruchadas, que en ese momento lo veía como una salida laboral alternativa a lo que estaba ejerciendo, es decir, el previsible trabajo de oficina.
Ella, pacientemente, me comentó algunas cosas intrascendentes, y para apurar el trámite, comenzó a narrarme sobre que una vez estuvo con quince hombres y que abdujo su boca en cada pene de estos quince sujetos, hasta que cada uno eyaculaba. Ella quería fogonearme, y al fin y al cabo fue ella, la que me realizó esa ablución, mientras yo pensaba que mi ex novia lo practicaba mucho mejor, entonces en mi cabeza estaba ella haciéndomelo. Es así como, finalmente, acabé.
Luego, pagué y me recomendó como seguir la senda de un ávido consumidor de prostitutas; es decir, ir dos veces con ella, luego ir cambiando con otras, posteriormente contratar el servicio de dos rameras y así un ramillete de alternativas.
Estuve mucho tiempo sin asistir, nuevamente, a una prostituta, tuve la suerte de hacerlo con mujeres que me desearon para el acto y eso me satisfacía, además la primer experiencia no fue aceptable para mi.
Igualmente, a pesar de todo, repetí, esta práctica, tres veces más, pero todas las sesiones fueron para el olvido, porque me sentí, muy egoista, consumir este tipo de servicio, y prefiero, mil veces, otorgar placer, aunque sea mínimo.
martes, mayo 17, 2011
Mi relación con las drogas – Parte 1
El título es algo infantil e ignorante, pero adentrándome a la cultura en que las “drogas ilegales”, son el mal de la sociedad, y hasta son usadas de excusas por los hechos de los delincuentes, de hecho los abogados lo usan como herramienta de defensa a los malhechores.
Lo que me parece gracioso es que, en ocasiones, en las tapas de los diarios, a modo de sugestionar que vivimos en un mundo mucho más decadente y perdido que años ha; aparecen notas de tapa como por ejemplo “El 80% de las personas en Buenos Aires, ha fumado alguna vez marihuana”.
Estas noticias, causan alarma y paranoia en una cantidad no despreciable de lectores, televidentes o cualquier tipo de receptor; supuestamente, las personas comunes de una moral y ética civilizada, rememora lo bien que se estaba en años anteriores con una juventud pujante, luchadora y con sentido del cumplimiento del deber. En definitiva, un crisol de falacias que sólo sirve a la gente, para trasladar su inconformismo hacia alguien o algo externo, como me sucede a mí, en temáticas de otra índole.
A manera de justificación estúpida, dejo en claro que soy un ser (o suelo ser) medianamente sana, muy de vez en cuando tomo alcohol, hago regularmente actividad física, (6 o 7 horas semanales), y como de acuerdo a mis experimentaciones, es decir, trato de adaptar mi cuerpo a una alimentación balanceada.
Pero, he incurrido a drogas ilegales solo para divertirme, más o menos una decena de veces (sobretodo a la marihuana), pero jamás he comprado ni tampoco pesquisado. Además, y esto es mucho peor, he sido alcohólico de fin de semana, en consecuencia, he tenido excesos etílico más de una centena de veces. No me enorgulleció bloquearme así, pero no me arrepiento de algunas consecuencias benévolas de alcohol en la cual me he extrovertido como más me gusta ser y conocer pareja, relaciones casuales, amigos, etc.
Mi primera incursión con los estupefacientes ilegales fue un verano en Mar del Plata, en un de los boliches del Sur. En unas vacaciones con un amigo, que fueron geniales según mi apreciación, ya que estábamos moviéndonos todo el tiempo. Retornando al punto, luego de tomar mucho tequila y haber hablado con muchas féminas, comenzó a amanecer y había un sector cercano al mar que pasaron música electrónica. Es ahí que vi a una personas que estaban fumando marihuana y les dije:
- Me venden una seca
Uno de ellos me contestó:
- El porro no se vende se comparte
Tal es así que cada vez que necesité uno, les hacía gestos de solicitud y al santiamén, adquiría uno. Yo estaba pacifico, pero eufórico, llamaba mucho la atención a todos los que estaban en esa especie de carpa.
Luego apareció uno con anteojos y partió una pastilla en una botella de agua y también probé el extásis. Mi entusiasmo creció desaforadamente y me saqué la remera y ascendí a un bafle a hacer un baile ridículamente provocativo. Luego besé a la mujer más deseada del lugar y jugamos a pasarnos el hielo de boca en boca, provocando a los onanistas de turno. En aquel alba, me sentí, como pocas veces, un hombre atractivo, a pesar de que fui un grelún absorvido por el alcohol, la marihuana y el extasis.
La paciencia de mi amigo fue algo excepcional, el me espero en el auto dormitando y yo arribé, al mismo, alrededor de las 9 de la mañana, cuando el sol ya estaba a pleno.
Ese día no pude dormir, tuve palpitaciones y sentí que tenía cosquillas en todo el cuerpo.
En consecuencia el precio que pagué fue acorde a esa jornada que dejó un vestigio único y extraordinario, que no valió la pena repetir jamás.
jueves, septiembre 23, 2010
Mi primer quirófano
Un jueves al atardecer, acudo al hospital para internarme, con mi mochila que contenía libros y un mp3, al cual, este aparato electrónico es lo único que usé, en la cama de Hospital lleno de sombras y de opaco paisaje.
Al otro día me sometería a una cirugía, que hace tiempo me tenía que haber realizado, que enderezar por dentro el tabique y sacarme la carne crecida que impedía la entrada de aire puro y me generaba mucha mucosidad (es por eso que en la primaria me decían “Mococo”, por estar todo el tiempo con los mocos colgando), además de sufrir annéas, respirar casi siempre por la boca y, rara vez, por algún aujero de la nariz, en definitiva: Siempre resfríado.
El viernes me aseé con Pervinox, y a las 9 y media de la mañana, llegó el doctor meneando la cabeza, junto a sus dos ayudantes y me dijo: “Se complica la operación, no llegaron los insumos”. Con Florencia le ofrecimos comprarlos, pero ponía excusas como que eran caros, que no había lugares para comprarlos y que el anestecista se fue.
Así que insultamos a la obra social y una sensación de frustración me absorbió, finalmente el otorrino nos confirmo la operación quedaría para el martes, después de las 11 de la mañana.
El lunes me interné temprano, cené en el hospital, ya que el jueves a la noche, por problemas de cama, lo hice en una pizzería. La cena constó de unos fideos verdes con una salsa de pollo aguachenta, tenía sabor horrible, pero lo ingerí igualmente. De postre un mandarina. A la noche volví a escuchar a Claudio María Dominguez, un tipo muy positivo, pero bastante empalagoso y con él me dormí placidamente.
A la mañana, me bañé, miramos TV con Florencia(que llegó muy temprano a acompañarme), ya que un señor nos alquiló el control remoto a 10 pesos. La enfermera me controló la presión, pulsación y temperatura.
Entró a la habitación, el anestesista y de casualidad, por una ampolla, surgió el tema de correr y me contó de la media maratón del domingo, además de los temas pre-quirugicos.
El camillero, de forma bruta, me acostó y me llevó al quirófano, ver guardapolvos rojos(camilleros), celestes(enfermeros), verdes(anestesista) y naranjas(doctores), hicieron que tenga palpitaciones, y tenga mi primer síntoma de nervios,
El anestesista me puso un suero, hablé de la maratón del año pasado, dije que estaba bien organizada y es lo último que me acuerdo.
Me desperté dos horas después temblando de frío, con un vendaje y tapanes en la nariz y el suero, lo cual, cada 10 minutos iba a mear, supongo por el suero.
El doctor me explicó la operación, con muchos términos técnicos y me dieron unos remedios, a las cuatro, luego de la operación, partí para mi hogar.
El post-operatorio fue bastante traumático, ya que cualquier movimiento bruzo me hacía sangrar, además que durante 3 noches no pude dormir, por el hecho que pequeñas gotas de sangre desembocaron en mi boca.
Luego vinieron fuertes cefaleas por la cantidad de moco acumulado en los tapones y mucha incomodidad durante 6 días estuve encerrado en mi casa, mirando TV.
Cuando me sacaron los tapones, me dispuse a caminar, pero escupí sangre y se me construyó moco seco dentro de los orificios de la nariz, es porque todavía no cumplí con mi reposo post-quirurgico, y las sensaciones de abatimiento dieron lugar por las noches.
sábado, marzo 21, 2009
Mi primer maratón (42km) - Binacional

Con respecto a mis primeras veces, no podía dejar pasar el relato de mi primer Maratón, la verdad al leerlo 5 años y medio después, me otorga un dejo de nostalgia alegre:
Tenia el numero 5 y la verdad era un desauseado de la elite..
Largue, en el primer kilometro, a vi una cuadra que parecia una barra de cereal por las piedras que habia, sali con Chen y dio 4:40, dije dejalo y afloja...me meti con gente de Gral de Lamadrid(seguia por debajo de 5 el kilometro) los deje pasar.
Hacia el kilometro 2 y pico la primer gran cuesta, El "Coco" Rodriguez me decia paso cortito y mové muchos los brazos, en la bajada descansa, no te apures...
El 4 indico me encuentro con un Uruguayo nacido en Monte Grande, el tipo tenia 1:30 en 1/2, asi que corrimos juntos, al kilometro 5 se nos prendieron gente de Agronomia, y muchisimos mas, eramos 15 corriendo a un ritmo parejisimo...
En el 6 se me duermen los pies, me queria matar, ya empezé a dudar, lo que hize fue alternar de terreno(pasto, asfalto) y ya para el 8 estaba bien, el pelotón seguia...
Adelante estaba la rubia de turno, asi que la meta del pelotón era alcanzarla...y asi fue...se unio al peloton...
El kilometro 12 dio una hora exacta y fue festejado
El paso de la represa fue impresionante, mas o menos fue del 17 al 20...ahi me sentia bararo...el aprovisionamiento de agua venia bien...
Del 21 al 30, la verdad me queria quedar a vivir en la carrera, pensaba lo emocionante que iba ser la llegada....soñaba en cuanto me iba a emocionar...
Despues del 30, muchos del peloton se separaron, muchos quedaron atras, tres se confiaron y le dieron mas rapido...yo me quede con dos personas, los dos de agronomia y con el que tenia el numero 4, un fenomeno el tipo este... los demas ni noticias...
En el 32 subo la cuesta exitosamente, Gerardo y Daniel(el amigo) alentandome, ya que estaban por largar los 8 kilometros, mucha fiesta y un empujon enorme...En el 33 y pico alcanzo a Chien(tenia menos de 5 el kilometro en promedio(4:58/9)), corro unos metros con el, paro para orinar, llegando al 34, me doy vuelta para seguir y todo mi organismo se destrozo, me costaba levantar las piernas, mi cabeza se partió en dos, mi humor era oscurisimo...
Camine un poquito y pasa Carlos diciendome: "Apreta los dientes y segui", en ese momento escucho atras un auto que me dice, "por la derecha se corre"...la mala onda invadía, de repente hay una señora con una nena y dice: "aplaudí que va a correr", y asi fue la nena aplaudio y decidi correr un tanto mas, dije hasta el cartel balanco que estaba a mas de 500 metros y le di hasta ahi, mi necesidad de agua era abrumadora, no se cuanta agua tome en este trayecto pero fue abundante...paro y mas atras pasa el número 6 con una moto y me dice: "vení la lado mio y corre".
Como dije antes mi cabeza se partió en dos
Una parte de la misma me decia: "Dale correr p...., no seas b.... tenes que correr ".
La otra cabeza me decia "Queres morirte ?, Queres desmayarte ?, afloja Seba, que nos das mas, llega, pero hacelo caminando)
Bueno lo dejo al número 6, porque tenia ahogo, dolor en todo el cuerpo...no podia mover el brazo..
El ultimo kilometro que veo es el 39...alternaba entre correr y caminar, pasa uno de los amigos de Gerardo y me dice:"Que debut, se me pone la piel de gallina, loco, no pares de correr"...troto, paso al payaso de Parana...y en ese momento parecia una carrera de tortugas cabizbajas..
Rodriguez hecho mierda me preguna "Cuanto falta ?",susurrando le dije "tres"...
Lo que no podia creer que gente de 8 caminaze, diga es durisima...esta lleno de subidas...en fin alentaban a los de ocho y decidi trotar, vi el tiempo 3 horas 40, bueno a nivel 10 no llegue, corré como puedas...y me mande...llegué corriendo, Mercedes me sacó alguna que otra foto, cruzo la meta, sin emoción alguna, para que la enferemera me atienda, porque me iba a desmayar...Abrazo a Mercedes (que me dio el ultimo aliento), abrazo a Roberto y termino en un arbol, mandandome 4 naranjas y con mucha debilidad y dolor, me ayudaron a elongar...
El despues fue duro también, ya que estaba muy debil, con ganas de vomitar y con con mi brazo izquierdo inmobilizado, pero bueh unos masajes ayudaron.
Ah fueron 3 horas 43 minutos, aproximadamente
Conclusión: La verdad es que no se si vuelva a correr una maraton, pero fue una de las cosas mas importante que me sucedió en la vida( y no exagero), solo por el hecho de tener muchisimas sensaciones, muchisimos amigos, en un trayecto de menos de 4 horas....Pero fue también una tortura y vaya si es pesado ese maldito MURO.
jueves, marzo 19, 2009
Mi primer paja

Este relato tiene antecedentes, para anticipar, la primer paja, entra en conciencia y concreción de la masturbación, que fue a la edad de 15 años.
Pero retrocedo el tiempo a mi infancia, donde hasta los 12 años, el ochenta por ciento de mis días, desde que nací, me orinaba en la cama, es decir, no tenía el control sobre mis órganos sexuales y genitales
Mi madre, realmente estaba muy preocupada por ello, ha llamado al médico, el mismo me recetaba pastillas, que actuaban nada más como un placebo para ella, porque el tipo no tenía idea de la cura para que deje definitivamente de orinarme en la cama.
Ha recurrido a psicólogos y psiquiatras y le recomendaban que duerma la siesta, pero era inútil, seguía sin controlar a mis órganos genitales.
Sinceramente era muy avergonzante quedarme en casa de un amiguito y llenarle de pis las sábanas y el colchón. También recuerdo haber mojado una bolsa de dormir prestada, cuando acudí a un campamento, sin dudas no tenía remedio, indudablemente no tenía control de mi orina.
Recuerdo un sueño a los once años de edad: Estaba ingresando a un baño sucio, cuya luminosidad era limitada, las paredes pintadas de grafittis, similar a un baño de estación con de trenes. Entro en uno de los cuartitos, observo el agujero para hacer las necesidades fisiológicas y noto un billete de gran valor, y es ahí que tomo mi pene y lo orino, mientras, en la vida real, me estaba orinando inconcientemente.
Fue la única vez que sentí pillarme, ya que me desperté, las otras veces me mostraba insensible e indiferente por cada acción.
Otra cosa que me excitaba eran las canchitas, es decir, jugar un partido de fútbol con cosas (juegos, juguetes, carnets, chapitas, útiles escolares, etc), al relatar los partidos, era inevitable parar el crecimiento de mi pene, el mismo crecía y se ponía erecto.
En una ocasión, la novia del hermano de un amigo, nos observaba como jugábamos a este juego, y recuerdo que me puse una caja para tapar demasiada notoriedad, era muy vergonzoso, en ese tiempo, permanecer con el pito parado y que me vean.
A los trece o 14 años, he mentido con que ya me había masturbado, creo que la paja la conocí por influencia de mi hermano, o por alguna película prohibida que mi padre veía, pero igual no recuerdo haber tenido conocimiento.
He intentado varias veces masturbarme, pero jamás sabía llegar al orgasmo.
Pero finalmente se dió el día, recuerdo que lo escribí, es por eso que fue un 30 de julio, luego de un primer tiempo del juego que siempre jugaba. Tomé jabón y comencé a frotarme, los pensamientos estaban dirigidos a la actriz de la película :”El último americano virgen”. La situación de esa película, mostraba a la actriz Diane Franklin desnuda ante el Don Juan de la película, y no al chico que la cortejaba, que se mostraba servil y agradable a ella, sino se entregaba al tipo que se acostaba con todas las chicas. Esta situación morbosa hizo que yo eyaculara.
La verdad, la sensación fue única, creo que una novedad que marcó lo que es el placer extremo, efímero pero placer al fin.. Esta misma sensación me asustó, supongo por lo intenso que fue, comparado con otras sensaciones, una especie de exacerbación del placer pero como algo doloroso(no se muy bien adonde identificar el dolor).
Luego de mi primera paja, estuve un mes sin volver a masturbarme, y después no paré hasta estos días que, a lo largo de mi vida, fue usado para calmar o palear diferentes sensaciones molestas.
martes, marzo 17, 2009
Mi primer beso

Hoy, comienzo con una serie de historias de primeras veces, algunas (por no decir todas) muy trilladas, pero muy divertido en mi recuerdo o por lo menos, instrospectivamente, así lo siento.
Igualmente comienzo con el beso porque, el antes del mismo, me marco muchisimo en la vida.
Con casi 17 años, en un colegio de Caballito, por enesima vez fuimos a bailar con mis amigos, yo resignado a ser el patito feo del grupo, y además el tonto, sabía que iba a ser una noche más.
La música lenta que pasaban, era un constante rechazo hacia mi persona. Si hay que hablar de desprecios yo era el número uno del grupete que confomaba. Ellos creían que ya había besado alguna vez, porque me daba realmente pudor admitir que era virgen en el beso (además de sexualmente, ja).
En epócas anteriores muy pocas veces tuve oportunidades desaprovechadas por mi responsabilidad y por mi poca actitud, pero la mayoría eran desplantes hacia la apariencia que poseía mi persona : flaco, sucio, desprolijo, narigón y muy blanco.
Esa noche, recuerdo que un chico llamado Pablo me dijo que la sacara a bailar a una chica, que según él, me estaba mirando.
Con muchos nervios fuí y le pregunte el nombre. "Lorena", me contestó, e impulsivamente le encajé un beso con lengua que no duro más de diez segundos. A partir de aquí, seguí bailando, pero sumado a los nervios, fué la verguenza. Ella se dió cuenta y no demostró ser auxiliadora ni compasiva; entonces por cada intento de volver a besarla era refutado y por ende mi ansiedad y angustia crecían volcando estos sentimientos en actitudes torpes, ridículas y exasperantes.
La verdad al salir maximizé tal acontecimiento, pensando: "Una chica me ha besado, un ser superior y atractivo se ha re-bajado a besarme". Este pensamiento se basaba en costumbres de intentos frustrados que no conducían al puerto deseado.
Lorena contaba con 15 años rubia de pelo largo, ojos celestes y flaca, realmente hermosa chica de apariencia, pero en ese momento lo importante fué el hecho inédito e inolvidable.
Hoy puedo absorverme en el cosquilleo que sentí esa noche.
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