Y ya no tengo muchas expectativas, cuando hay varios flancos que limitan mi vida. Yo no soy víctima de nada, simplemente el "hacedor" de mi calidad de vida. La vida transita el camino que tiene que rodar. ¿Es maravillosa la vida? Y no, pero tiene unas pocas cosas que creería (como potencial) que puedo disfrutar, tal vez pagando un precio caro, porque sale caro vivir bajo un sistema al que no fui hábil para cambiar. En realidad soy parte, pero me creo tan improductivo para el mismo, o llevar esta brega donde todos esperan algo a cambio, como un mercado transaccional.
Por eso es que tengo pánico de solicitarle algo a alguien, porque buscará la injuria o la ofensa sino se lo retribuyo.
El mundo, o por lo menos el entorno, se lo ve peor, más deprovisto, más nervioso, más ansioso, más beligerante, más tecnológico, mas demandante, más controlador, más cuidadoso, más temeroso, más y más que volveré a usar sobre como espero comportarme, que de hecho si no lo hago, es porque uso "ese animal" un tanto viejo, no por edad, sino por padecimientos.
El 2020 se despidió bien, tocando la guitarra, tomando un vino rosé y comiendo lengua, matambre, ensaladas de batata, papa, huevo y arvejas. Comiendo vaquita y mantecol mientras brindaba porque vuelva la educación presencial, porque la gente no crea tanto en los medios, poderosos, de comunicación, porque los pocos que me rodean sonrían y sean un poco más lúdicos que solemnes, porque la suntuosidad baje su intensidad, y porque el ambientalismo se instale en la coyuntura y en la agenda de una vez por todas. Todo, luego de tener la gripe que siempre tengo cuando tomo frío, pero está convertido en el famoso COVID positivo. Dos días de fiebre, pérdida de la voz, garganta roja, dolor en el cuerpo y algo de tos.
Plaza Serrano y Palermo estuvo ordenado, más o menos el 20% de la gente que suele haber en las despedidas de año que ido para allá, por lo que me mandé una caminata de más de 8 kilómetros en total, como premio un helado y ver la gente tranquila deseando un "feliz año". ¿Feliz? Es muy dificil cuando los últimos tres fueron governados (y este no está exento) por el dolor por el deterioro de mi cuerpo, al que me resigno que encontrarle un placebo es sólo con falopa legal y hasta ahí. Hoy dia, la mandibula hace estragos en mi musculo temporal, masetero y en los musculos en el cuello, causando dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, oido y un poco de vértigo; cuyo atención y poder de concentración disminuyen a niveles que no quiero. Por ende, el yoga (con Adriene, como el comienzo del 2020), la respiración son mandatorios en mi vida. Con respecto a las otras actividad, si bien voy tachando "las primera vez", ya que las ejerzo, como andar en bicicleta de Castelar a Ponteevedra, haber trotado 9 km (iba a hacer 10 km, pero me insolé en la cancha de Ferro ya que hacia 34 grados, igual no soy víctima soy un limitado), nadar un par de veces, gimnasio, y la pelota lo dejo, espero, para Febrero.
Aunque sistematicamente, sé que vendrán las restricciones, no confío en el poder y sentar las bases para un mundo más controlado, más quieto, más desprovisto y hasta más enfermo, me da un poco de rabia y no me asocio a ningún partido político ni a ninguna teoría económica.
Con respecto a la economía, esta primer semana comenzó a armarse la burbuja de las criptomonedas, cosa que vendí todo lo que tenía y espero que se pinche, algo así como le sucede a Tesla (por su burbuja, el dueño es el hombre más rico del mundo, hasta que reviente la burbuja). En fin, veré como están los pocos commodities que puedo comprar, como el año pasado la soja me dio satisfacciones. Cosa que este año, vaya a saber la alicuota que tengo que pagar.
Con respecto a mi hermano, sé que le tocará una carce de varios meses, cada vez cuesta más el precio que me hacen pagar en el hogar, con la cooperadora, los medicamentos y las cosas de higiene
Sin expectativas, primero por la restricciones que es el centro de mi movilidad y de las decisiones que tengo que tomar, segundo por las limitaciones fisicas que hacen que mi cabeza tenga que soportar el dolor más que la supuesta lucidez que pudiera llegar a tener para resolver cosas, un poco agobiado de investigar que "soluciones medicinales" tengo que tomar. En fin, no mucho más en lo que espero, pero sé que el piso es bajo para que el 2021 sea peor que el 2020. Ahora algunas cosas que anoté sobre mis supuestos deseos:
"más movilidad, más soltura, más relajación, más meditación, más elongación, menos noticiarios, menos politica, menos idas al médico/profesional de salud, menos esfuerzos al pedo, más empatía, más solidaridad, menos enfado, más zonzera, más inocencia, menos competencia, menos respeto por el egoista y egocéntrico (incluso a mi mismo), menos escucha al que da consejos sin que se lo pida, más cariño, menos quejas, menos soberbia, menos dialogo, más lúdico, más gris en la polarización, más aire libre, más contemplación, más observación, más autoconocimiento de mi cuerpo, más autoplacebos, más vocabulario, más fáctico, menos idealista, menos distópico, más hedonista, menos ansioso. "