Yo voy a seguir siendo el mismo limitado, taciturno, inútil y vago de siempre. Simplemente, porque es la manera que más me conviene moverme, no soy imagen y semejanza del presidente que asoma. Es más, he admirado la retórica y cierto análisis de Cristina Fernandez de Kirchner. Hasta me he parado a escucharla y me dije: “Cuanta sabiduría, que bien reflexiona”. Sin dudas, la presidenta que mejor ha sabido expresarse y describir, desde el punto que le convenía, con alto grado de detalle su gestión. Muy por arriba del ciudadano medio argentino o porteño. Macri no sale del esquema de lo que la gente quiere escuchar, y supongo, mucha gente se adhiere.
Luego de los comicios de ayer, y al saber que ya, el
partido CAMBIEMOS, ganó con un margen escueto.
Macri salió a dar un discurso, típico de empresario o de gerente de una
empresa, involucrando a la gente, mencionando a Dios, y repitiendo las palabras
simbólicas que la gente quiere escuchar: “Cambiemos, cambiemos, cambiemos”. En ésta vida, tal vez corta, no lo sé, la
gente quiere cambiar, piensa que puede estar mejor. Lo peor, puede ser, impulsado por un líder político,
donde se cree que el mismo va a juntar tantas inversiones para mantener a todos
contentos. Patrañas!!! El conflicto seguirá existiendo y cada uno tendrá que
aportar los suyo, para construir su propio camino. Lo que hará el nuevo
gobierno es poner beneficios y perjuicios para que cada individuo transite en
este sinuoso sistema.
Mauricio Macri es hijo de Franco Macri, un hábil mega
empresario que supo instalarse con todos los gobiernos y que jugó al juego: “ganar
ganar”. Mauricio Macri siguió un camino aspiracional, pero comenzando desde un
puesto jerárquico y yéndole bastante mal, luego se reivindicó y siendo
presidente de Boca Juniors, alcanzó la gloria y en base a jugosas inversiones y
una buena administración, llevó al equipo a la gloria. Luego llegó a la Ciudad de Buenos Aires, y
organizó de manera empresarial a la misma. La C.A.B.A se puede gestionar sola,
pero su gestión fue más bien de maquillaje y no de fondo. Pero mucha gente está
conforme, porque ven en él, una persona canchera, exitosa, empresaria, lleno de
guita. Como el personaje de Federico Luppi, en “Plata dulce” subiéndose al
Mercedes Benz y esbozando en una sonrisa de abundancia y de ensueño.
Macri es el presidente. Es la imagen de alguien que no
me representa en absoluto, por su forma de ser, empresarial, de poca calle, de
una vida altiva, de revista “Hola”, de ostentación, de caretaje, de elevación,
de megalomanía y de poco pueblo. Sólo el uso palabras simbólicas para que la
plebe se suscriba, palabras que la gente muy emocional en lo supuesto
colectivo, pero que parte de lo individual y de la pretenciones del individuo
en este sistema: una especie de cipayo con aires de europeo y costumbres
yanquis.
Yo voy a seguir siendo el mismo limitado, taciturno, inútil y vago de siempre. Simplemente, porque es la manera que más me conviene moverme, no soy imagen y semejanza del presidente que asoma. Es más, he admirado la retórica y cierto análisis de Cristina Fernandez de Kirchner. Hasta me he parado a escucharla y me dije: “Cuanta sabiduría, que bien reflexiona”. Sin dudas, la presidenta que mejor ha sabido expresarse y describir, desde el punto que le convenía, con alto grado de detalle su gestión. Muy por arriba del ciudadano medio argentino o porteño. Macri no sale del esquema de lo que la gente quiere escuchar, y supongo, mucha gente se adhiere.
Nunca mencionaron cual es el CAMBIO, pero le quedó
impregnado el mismo en el inconsciente popular, cuan imposición de un
producto.
Particularmente me jode lo cultural. Así como los 90’
se impondrá lo que proviene del exterior: música, cine, series, documentales,
productos, etc. Tal vez, el Gaumont deje
de existe. Es probable que CDA (contenidos digitales abiertos) deje de existir,
el INCAA no tenga la misma fuerza que antes. Y pienso que la gestión fue de las
mejores en este ámbito.
Bueno, mi vida seguirá siendo
la misma mierda de siempre. Lo digo por
el que me lee que es un ser normal y evolutivo.
Trataré de desenvolverme como pueda y salirme con la mía.