Como duele el paso del tiempo, no sólo la resignación a
que la vida es finita, sino que durante el trayecto, es menester, tomarse la
vida en serio, en forma solemne.
Y resaltando la solemnidad, es la actitud que figura en el
ranking de mis quejas, pero sin embargo, yo soy un solemne de mierda, o para
reducir, un aburrido. Muy poca gente se
divierte conmigo, a lo sumo yo mismo voy buscando actividades, aunque, la mayoría de estas,
sin fines didácticos, sin símbolos de progresismo, siquiera aprender a venderle
a la gente que sirvo para algo.
Como expuse, en entradas anteriores, la gran frustración del
año, fue, la parte donde la vida se la etiqueta como seria, es decir, en mi
carrera laboral, di asco. El otro día
leí una frase de, no sé quien que decía una verdad muy dura: “Unos trabajan,
otros deberían trabajar y el resto se tendría que matar”. No sé cocinarle a
nadie, no puedo construir una silla, no tengo habilidad para arreglar algún
artefacto electrónico, limpio desastrosamente, el impetú que le pongo a las
actividades duran un día, puedo pelearla al siguiente, pero si en el tercero no
tengo un patrocinador o un reconocimiento, bajo la guardia, en que la
dispersión y el desgano se apoderan de mí.
“Que triste cuando se apaga la vida”, mi vida no está
apagada, lo que sucede que para los demás, sí, porque carezco de
potencial. Tal vez, caigo en
victimizaciones, pero “tírame un hueso”.
El hecho de vivir frustrado me realza el odio y el
resentimiento, vaya a saber si algún día me despierto y revivo, en la vida
real, “Las Venganzas del Beto Sanchez” que , no le importa nada, y al morirse su padre, toma revancha de
todos los que no lo tuvieron en cuenta o lo descalificaron.
Sin embargo tuve algunos hitos:
En el plano fisico:
- Volví a completar una maratón, esa actividad que tantos lindos recuerdos viví y que, por Mar del Plata, pude emparejar las sensaciones, de alegría, templanza, serenidad y fuerza.
- Los 100x100 de Villa Luro, terminamos terceros en la general, realizando un promedio 2225 mts la media hora. No sólo el buen desempeño del equipo, sino que estuve más rápido que años anteriores, realizando un record de 1’19’’ los 100 metros.
- Los Acuatlones fueron crecientes, de tener un último puesto en el primero, llegar a 3ro en el 3er. Acuatlón.
- En pesas levanté más peso que hace 10 años, 120 kilos banco plano.
- Volver a jugar a la pelota luego de dos años y lo que eso significa, ya que el fútbol es la actividad grupal que me gusta hacer, incluyendo cualquier reunión social o deporte, por supuesto, exceptuando el sexo.
En otro plano:
- El curso de bolsa, donde aprendí mucho sobre lecturas económicas , algunas pude aplicarlas en la Bolsa de Buenos Aires, operando ad hoc, y usando las herramientas pudo calmar ciertas ansiedades. Ciertas, bien dicho, porque el espíritu timbero lo voy a conllevar para siempre.
- Manejo, por fin dejé de tener sueños de que manejaba, por una emergencia, y que me causaban una adrenalina enorme, ahora puedo manejar. ¿Me gusta? No, la verdad que no, el día que vuelva a vivir sólo, lo vendo a la mierda.
- Algunas escapadas como las vacaciones de Enero en el Norte, que no conocía. Cataratas y Mar del Plata, postergaron mi depresión y angustia, pero así no se vale, no estoy preparado para asumir una vida más estoica, pero si la quisiera tener, tendría que haber un incentivo.