Sé que estoy en una etapa que trastabillo todo el tiempo con los dolores, con la apatía y el aislamiento. Esto último lo hago para salva-guardarme, porque las crisis las estoy resolviendo con artimañas de calma.
Amén de mi estado fisico y psicológico. Algo más para destacar este año, fue mi estadía en Suiza. Si bien mi mente es la misma, pero la voluntad ha sido diferente y he sentido placer en la caminata por diferentes lugares que la naturaleza y el hombre ha edificado.
Los tres lugares relevantes, más allá de mi estadía en Basel en la casa de una gran persona, que fue compañera en el laboratorio. Agradeciendo, sin duda, que me haya alojado en su lugar y me atendió de manera cálidad y generosa.
Retornando a los tres lugares relevantes son: las ruinas romanas de Kaiseraust, Augusta Raurica, donde hay un museo que retrata la vida de la gente, su estadistica de población y algunos objetos de esa época. Pero eso no es lo mejor, sino el estado de conservación de los miradores, de la puerta del templo, de las bañeras, de los mercados, de los marmoles. Un paseo largo de alrededor de 4 horas, donde en el mismo habia quiz para responder y explicaciones de como vivian los romanos. Además de explicaciones muy sencillas para ubicarse en tiempo y lugar. En el anfiteatro más chico, donde peleaban los gladiarores entre ellos o animales, hacen una recreación sonora muy entretenida.
Por fortuna, me tocó un dia espectacular para recorrer todo el camino que Augusta Raurica me brindaba.
Otro de los paseos fue ir a Lucerna, un lugar lleno de construcciones mediavales, entre construcciones modernas y chics. Aquí me tomé un barquito, que daba hacia los Alpes, y paré en la veda del Monte Rigi. En una localida llamada Vitznau, que era 50 minutos en barco, luego una media hora en tren llegué cerca de la cima del Rigi. La claridad era oscura, no se veia nada, nevó a rabiar, y me sentí en una película estilo superman. Intenté llegar a la cima, pero resbalaba con la nieve. Tomé prestado un palo de hierro para mantenerme en pie. Las zapatillas de correr no ayudaban a mantenerme en pie. Mis manos estaban heladas, y yo estaba mojado y sucio. Seguramente la temperatura estaba en torno de los 5 bajo cero. En fin, con ayuda del palo y la firmeza de los pasos, más allá de la excesiva claridad, llegué a la cima. Luego, ante las risas de una chinitas que se iban a tomar un teleferico, me calefaccioné dentro de la estación y decidí ir a la próxima corriendo, en un zig zag de claridad y nieve, donde resbalaba cada momento, y me sentí un niño (deje de serlo, más allá de mi vejez fisica?), bajando. Llegando muerto de frio y mojado hasta la próxima estación y arribar al tren de vuelta. Realmente decian que en la cima se tenía una vista inigualable, pero la excesiva claridad no me permitió ver nada.
El siguiente paseo fue en el museo del juguete que había objetos de todas las epoca, donde departamentos enteros de osos, de casas de muñecas, diferentes tiendas donde los muñecos permanecían con los quehaceres de los humanos. Cuantas historias en las vidrieras, Algunos estilos italianos, por ejemplo de Capuano, eran verdaderas obras de arte con un realismo impresionante. Donde me quedaba observando cada detalle de cada uno de eso. También es curiosa la historia de Margerette Steiff con una vida fisica muy dificil, haya diseñado al oso Teddy. Considero que lo normal es que cualquier persona en su condición a lo sumo, vive en total compasión de las personas normales, ella era un hacedora a pesar de sus falencias fisicas.
Además había, en ese momento, una muestra de perfumes y me informé sobre los diferentes grados de fragancia en agua de colonia, colonia, agua de perfume y perfume, que van del 2% al 15% aproximadamente, obvio que el agua de colonia solo permanece unas horas en la piel.
En definitiva, un viaje enrriquecedor, donde, a pesar de mis cronicas dolencias, me queda el mejor recuerdo, y el mismo lo guardo en un cajoncito de la memoria con alegría. El ir solo, me llevó a controlar mis crisis, y disfrutar.