lunes, julio 30, 2007

Otra etapa




Otra etapa en la vida, por supuesto una que culmina y otra que empieza. Todo aparejado por el vil metal y el desarrollo profesional.

Oscar Wilde escribió alguna vez, algo parecido a esta frase : “Hay algo peor que un deseo no se concrete, es que se concrete”.
Cuando el deseo se concreta, en mucha gente, aparece uno nuevo.
Yo suelo quedarme en lo que realicé y unos cuantos días después comienza la depresión o crisis y lo demás queda aislado. Es como decir : “La función terminó”

Pero principalmente me da temor (¡¿Cuando no el temor?!) empezar a trabajar en un lugar nuevo, donde la claridad, el control, la tranquilidad, mi filosofía laboral, etc; son patrones que quiero mantener. Las personas super-ambiciosas(o con ganas) de dinero, poder y control hacia el otro me dan pánico.
La consultoría me demostró que tiene como fin, mientras pueda, exprimir el cerebro; tiene la inquietud y necesidad de emitir juicios de valor sobre sus productos, es decir, o de sus números o en el peor de los casos de su “gente”; ubicándola en empresas.

Volver a empezar a justificar mi eficacia, eficiencia o por lo menos mis supuestas “ganas” de trabajar y progresar, se me hace cuesta arriba. No tengo muchas expectativas, más que el dinero que cobro al final o principio de mes; y poder conservarlo para que se haga repetitivo la mayor cantidad de meses posible.

En este mundo de hoy, donde me cuesta hablar o intercambiar opiniones con la gente, simplemente porque no sé justificar mi vida sobre ellos y acerca de lo mediatizado que se aparejan modas, convenciones, reglas, normas, protocolo, etc, en las cuales me alejo de muchas y es difícil explicar el “por que”. Podría decir que me aburre o me marea o siento tensión, pero está bueno para la gente esforzarse más que tener placer.

Si hay mucha gente conocida, sea personalmente o a través de Internet me dan miedo, por su camino a la “perfección” o lo “esperable”; conocer gente nuevo e ignorar su comportamiento, pero quedarme con las actitudes de otros en el pasado, me hace sentir bloqueado.

El otro altercado mental es no poder sentirme libre de ser “YO”, en este caso mi bloqueo y mi stress crecerán.

En fin, la preocupación y vivir en el futuro no hacen bien. Trataré de convivir tantas horas con gente que no elijo, a mi manera, y cuando tenga que ser, será.

miércoles, julio 25, 2007

La Ultramaratón Helada - 50 km











Llegamos antes de las 9 de la mañana. Obviamente nos perdimos y vagamos por Cascallares hasta encontrar el camping.
En el auto viajábamos: Florencia, Picante o Walter López (que corrió 30 km), Chien (que corrió 50 km), Luis (que fue asistente) y quien escribe.
Sociales, saludos a gente que hacía mucho que no veía. Al final resulta ser un ambiente muy agradable y muy conocido: ¡Somos los mismos de siempre!



Largamos después de la charla, a las 9:45.
Yo dudaba de mi vestimenta: remera de algodón, remera “Puma” de mangas cortas arriba de la anterior, calzas cortas y pantalones cortos, guantes para cubrir las manos, gorrita para la cabeza.
La largada fue masiva ya que se juntaban otras competencias, además de la de 50 (20,30 y 3 postas de 20). Largué con el megatema: “El último en saber” (Grand Prix) y no estaba solo, como decía el tema. La gente alegre, se hablaba, se reía; mientras yo escuchaba mi primer tema.
Empecé a cantar con Babasónicos y su “Árbol Palmera”: “…Lento como se mueve la sombra…”, así decía la canción y así trataba de ir. El tema bisagra fue en el kilómetro 3, cuando quedaban aún 47. Decía “…No me importa si estás cerca o estás lejos, descubrí que nuestro amor no tiene tiempos…”. “…Si va a ser, será en su momento…”, entre otras frases sueltas; lo cual me hizo reflexionar que todo llega, mientras transito tranquilo.
Luego de hacer unas 3 curvitas, llegamos al puesto en el kilómetro 4,7. La mesa de bebida obstaculizaba un poco, pero se bancó. “De la guitarra” (Intoxicados) me hizo cantar constantemente. Al kilómetro 10, llego con “Sheeba Baby” (Babasónicos). Esta primera vuelta fue llena de sonrisas, de acompañamiento, tranquilo y ya sin frío. Solo tomé agua en los puestos.

Arranco la segunda vuelta con “Misericordia” de Babasónicos. Voy acompañado con alguien del Parque Chacabuco. Me decía “Uy que viento”, así fue de molesto hasta el 13,5. Igualmente seguía manteniendo la fuerza de la primera vuelta. Aquí aparecían bicicletas de la mano contraria. Luego mi desacuerdo con la hidratación: en este puesto del medio me ofrecían vasos que tenían solo 25 ml. de agua. Tomé de la mesa uno lleno hasta la mitad, unos 100 cm3.
En el km.15 me alcanza Chien y yo cantaba “Eres para mí” (Julieta Venegas) y “Piolines” (Turf), que tiene una parte del famoso tema de Pappo:“Desconfío”. El señor que venía a la par con nosotros exclamó en forma vehemente:”¡No aguanto más a este cantor!”. Me separé del señor y de Chien con “Magia blanca”(Turf) en el 17.
Con “Ciruela” de Juana la Loca, me alcanzaron Darío, Nowi y Horacio. Preguntaron sobre el tema que escuchaba y yo seguía molestando y respondiendo con mis alaridos del 18 al 20 cuando Florencia me alcanza Gatorade.
La segunda fue la vuelta con más compañía, pero con más frío y más cansancio que la primera, aunque realizada en igual tiempo.

Largo la tercera vuelta junto a Nowi, quien se manda un cambio de ritmo impresionante.
El viento se hizo más duro, la lluvia me enfriaba más aún. La veo a Mónica Cortez, que murió en el 22,5 km. Me dice algo que no llego a escuchar. Le respondo: “Está durísimo el viento”. Me relajo en el 23,5 cuando el viento jugaba a favor. Aquí en las curvas me cruzo con un ciclista, y los dos acostumbrados a correr por adentro del camino, casi nos topamos. Yo balbuceo algo irreproducible, que tiene mucho que ver con el lugar adonde fue concebida su vida.

En el puesto del medio tomo Gatorade, y largo con el “Tilín del corazón” (Calamaro), donde mencionaba que “…Recién acabamos de empezar a correr…” y “…La segunda parte es mejor…”; justo cuando llego a la mitad de la carrera. “Felicidad, depresión” (Intoxicados) me hace decirle a un corredor: “…No hay bien, no hay mal, lo importantes es disfrutar de todo lo que hagas…”. El tipo me hacía “si sí” con la cabeza. Dos canciones que se llaman “Lejos” me hicieron seguir (G. Prix y Calamaro). Aquí saludo a Gustavo y paso a Richard, que lo ví haciendo un gran esfuerzo. Me pregunta como estoy; “Mas o menos” le contesto. Es que tenía frío y la lluvia molestaba.
Llegando al 30, “el comandante” me pregunta qué estoy escuchando; “Viejas Locas” le digo. Es que efectivamente estaba sonando “Lo artesanal”. Florencia me entrega el Gatorade y de repente miro para atrás y no sabía a quien dejar la botella, le digo a Rosa: “Me la tenés, ahora vuelvo”. Un hombre de atrás repitió lo que exclamé y se río; yo sonrío, y se abría la puerta a la peor vuelta de la carrera.

“Crónica TV” (Turf) y “Hombre espacial suicida” (J. Loca) sólo las escuché, y eso que son temas que me dan pilas. Luchaba contra el viento, contra el frío, la lluvia, con el gorro que se me salía. En definitiva fue un gran esfuerzo realizar esos 3 kilómetros. Lo veo a Spinelli que me pasa como una tromba y le canto “Feliz”(Estelares), me levanta el pulgar a 20.000 km por hora.
Las bicis del lado contrario no sólo me daban bronca, sino pánico.
No veía la hora de tomar algo caliente, ya que tiritaba del frío. Llego al puesto intermedio y grito “Caliente, caliente”, ya que 25 mts antes te preguntaban qué querías. Me sirvieron sopa y también tomé el membrillo (cosa que nunca probé en una carrera). Me vino bárbaro para el frío y para mi presión. Tomé un gel, caminé mientras digería las tres cosas y largué con “Estrella” (Azafata), un tema lento que me hizo olvidar mis sensaciones pesadas (aunque seguro por producto de lo ingerido). Del 30 al 35 tuve los kilómetros más apesadumbrados.

Cuatro temitas me dieron alegría antes de llegar al 40: “Está saliendo el sol” (Intoxicados), “Bajo un sol feliz” (Violadores), y el dúo”Cuatro personalidades” y “Yo no me quiero casar” (ambos de Turf) me hicieron cantar y reir. Migue me pasa como palo y se ríe. También me pasan los primeros que ya dibujaban la cara de alegría porque le quedaban pocos metros para llegar. Veo a Florencia y a Picante y les canto con una sonrisa cansina: “Sigo de largo, sigo de largo mal” (Villanos).

Se venía la última vuelta. Comencé con mucho desgaste de la anterior, me costó arrancar. Además de los factores climatológicos que afectaron a mi cuerpo, un dolor en el aductor me hacía muy cuesta arriba la marcha. Quería llegar al 43, no me importaba nada, a pesar de que trataba de improvisar el pasito de “Un día perfecto” (Estelares).



Al llegar donde me disponía( kilómetro43), me apagué y bajé los brazos.
Andrea Virasoro y Silvia Díaz me pasaron a buen ritmo. Por suerte junto a la primera había un tipo con bici que me proporcionó Gatorade, lo tomé mientras repetía “Extraña calma” (Mancha de Rolando). Y “Estupendo” (Azafata) me hizo correr con alegría (aunque arranqué con dolor). Llego al puesto e ingiero nuevamente sopa, membrillo y gel. Aquí se fortaleció el cerebro y encontré de a poco el ritmo con “Me dejo llevar” (J. Loca). Me repetía que “era hermoso” con Babasónicos; y faltando 3 kilómetros: “Luz de marfil” (Los Piojos), “Esa Luz” (Turf) y “Aire” hilvanaban la emoción del arco de llegada. Culminó una gran emoción junto al tema “Angelical” (J. Loca). Abrazo a Picante, a Florencia y a Mercedes.


Florencia me aguantó mis alaridos de dolor y mi malestar; en donde las nauseas, el frío y la incomodidad con mi cuerpo, me hacían difícil subsistir. Por dentro procesaba una gran satisfacción por el respeto que me tuve y por todo lo vivido; momentos que quedarán en mi mente para siempre.


Me propuse tres carreras en un mes y tercamente lo realizé, es un logro personal que solo yo me entiendo porque lo hice

jueves, julio 12, 2007

Uniendo los cerros congelados



El domingo 8 de julio del 2007, antes de las 9 de la mañana, salimos con un remis a La Falda, desde Capilla del Monte. El agua nieve caía incansablemente sobre el parabrisas del auto, y las gotas hacía que se congelara, inhibiendo en gran medida, la visión del conductor.

Me anoté en la carrera en la Municipalidad de La Falda y con la inscripción te dan un vale para el almuerzo y una remera musculosa blanca con letras rojas de uso obligatorio. Me la coloco arriba de una remera de manga larga azul térmica, y debajo de esta tenía puesta otra remera blanca de algodón. Calzas y pantalones en la parte de abajo. Gorrita en la cabeza y los auriculares con el MP3 preparado.

La largada, que fue 10:30 hs., nos recibió con agua nieve y frío. Con el cuerpo congelado y la mente alterada me disponía a correr los 30 kilómetros que separan La Falda con Capilla del Monte.

Largué con la canción de Los Piojos “Todo Pasa”, no podía cantar aún, pasé el primer kilómetro a 5:01, me pareció muy rápido, sabiendo a en subida. Los otros 4 kilómetros me agitaron bastante, mi rostro congelado aguantaba como podía y mis piernas empezaban a tornarse más fuerte, pero mis respiración era un tanto agitada, lo que aconteció es que una interminable subida en caracol me sorprendió al principio.

Pasando el kilómetro 5, aproximadamente( escribo aproximadamente porque me guíe por los mojones de la ruta ya que ningún kilómetro fue marcado), empiezo a cantar, “Crónica TV” fue mi levantada, deliraba con “Vamos ya, alejemósno hacia otro lugar”.

El primer dispenser de agua fue en el kilómetro 7. A está altura el grupo de 5 personas del pelotón se redujo a 3, ya que dos quedaron en más atrás. Los compañeros de ruta era un señor de gran porte de la Provincia de Santa Fé y un Cordobés, estos me acompañarían alrededor de 20 kilómetros. A partir del 7, me estabilicé, y cantaba y gesticulaba más seguido. Por ejemplo no se que habrán pensado cuando balbuceé: “Los azules me persiguen porque fumo marihuana, yo los mando a …” (Intoxicados), igualmente poco me importó.

En el kilómetro 8,5 pasamos el pasaje de Huerta Grande, le digo a la persona que cobra: “A la vuelta se lo pago”, “Bueno” me contestó.
Temas como “Ocaso”(Adicta) me ayudaron a pasar alegremente el supuesto kilómetro 10.


En medio de la carrera había un móvil entrevistando, que salía en vivo en una radio. Yo canté en el celular la canción de Turf: “Pasos al costado”, que divertido.

El kilómetro 16 me encontró bien, no estaba cansado, pero aquí, en el punto más alto de la carrera, nevó. Tenía fuerza en las subidas, ya que me separaba de los otros dos, y torpeza en las bajadas porque me volvían a alcanza. Uno de ellos estaba asistido por un auto (Ya que los dispensers con los vasitos chiquitos de agua aparecieron cada 6,5 kilómetros aproximadamente) y compartía lo que tomaba.

En el 21, sonó “Día Perfecto” y justamente sonaba “subiendo la cuesta” en una de las peores de todas. Yo hacía el pasito del video mientras corría: abriendo los brazos y mirando para cada uno de los costados.

El agua nieve caía en forma horizontal y el frío comenzaba a acechar aún más. Yo estaba sintiendo el cansancio, sabía que tenía que parar en algún momento a tomar mi Gatorade que lo tenía sujeto en el porta-botella de la caramañola. Así fue, que en el kilómetro 26 aproximadamente, me quedé atrás de los otros compañeros de pelotón, y ví a un corredor desecho que caminaba. Caminé junto a él 100 mts y compartí el líquido, después le dejé la botella y seguí a rienda suelta.

El empujón me lo dieron los temas : “Somos” (A. Decadentes) y “Estupendo”(Azafata), en este segundo me mandaba los grititos afeminados que el cantante produce en parte de la canción; los cuales no me hicieron sentir para nada la última gran cuesta.
“Está saliendo el sol”(Intoxicados) me hizo entrar a Capilla del Monte, me quedaban 700 mts., aquí alcanzó y pasó a uno de los dos que estaban en el pelotón, además de que paso a otros rezagados.


Llegué con “El día de la fiebre”(Adicta) y es ahí donde crucé la meta escuchando: “Tu estás bien tienes todo, Yo voy mal”, lo cual fue una gran mentira:
llegué,disfruté y estoy bien por ello.

martes, julio 03, 2007

Salida violenta

7

Luego de más de siete años, decidí dejar el puesto laboral. Me quedaron más sinsabores de como es lo que dirigen este negocio en el que elegí estar tanto tiempo, y que sin darme cuenta fui parte de sus nefastos tratos.

En ellos observo hipocrecía, avaricia, alienación y soberbia. Y puedo dar ejemplos de cada uno de estos términos.


Hipocrecía
* Cuando fui frontal con ciertas personas, ellos no me enfrentaron, sino le dijeron a mi superior directo. Cuando el trato en realidad es entre dos y con un dejo de megalomanía y de orgullo no me supieron enfrentar.

Avaricia
* Dijeron que iban a invertir para que trabaje en ciertas tecnologías, y al ver que disponían el capital iba para otro lado, se deshicieron de su palabra. Paradojicamente muestran en reuniones de práctica cuanto facturan por año., como si uno fuese alcanzar algo de esos millones, cuando por inquietudes no han invertido, al menos para mi.

* Otro caso de avaricia es que compré unas acciones, y en medio dijeron que aumentaron un 120%, mediante un diploma que no se que legalidad posee. Hoy me quieren devolver lo que invertí, es decir, ninguna ganancia, a pesar que delante de todos mostraron que sí las había.


Alienación.
* Una vez que iba a viajar a Brasil por trabajo y no tenía ningún interés de ir. El director de la empresa dio como ejemplo que no vió el parto de su hija por estar en Mexico y por el bien de "nuestra" empresa. Eso si, no me identifica en absoluto.

Soberbia
* El no escuchar inquietudes y focalizar solamente en los problemas de la empresa, por ejemplo aun empleado de la empresa tomó como con miedo ciertas reacciones en broma mias que le parecieron amenazantes.
Al hablar con cierto "directivo" de esto y lo harto que estaba de ciertas decisiones, lo segundo no le importó mucho y sólo focalizó la tranquilidad del empleado que si era un ejemplo de obediencia y facturación.


Mi salida fue con enojos, algo de decepción, con ciertos dolores de cabeza y además con ciertas deudas. Como no pudiendo creer cuanto tiempo estube con esta gente que se basa en casi su totalidad en la codicia y ambición, y eso es muy poco incentivante.

Tal vez peque de inocente después de tantos años, obviamente que algo bueno en algún momento, pero se contaminó en estos últimos años y salir de esta manera no es normal, pero me parece que tiene más que ver con el SER y más allá de los riesgos prefiero SER.