La novedad por ser parte de la sociedad, es durante la angustia y el padecimiento de vivir y sobrevivir en una pandemia, reforzando la tristeza, el pánico, el terror, la mortandad, el drama y sobre todo la distopía; a través de los medios de comunicación que siempre rescataban todo lo negativo del asunto. Pero no quiero inculparlos, ya que ellos tienen como menester llamar la atención, ya sea informando, ya sea exagerando, ya sea....
La salud y la especulación de seguir transitando en este mundo, a pesar del deterioro y del espiral descendente donde las limitaciones se refuerzan, y que los cambios deben ser más constantes y más urgentes, asi sucede con la destrucción a través de deforestaciones, explotación y producciones industriales sin limites. Patrocinados por grupos de inversiones como Black Rock, que está suscripto en el capitalismo más avasallante.
En definitiva, la mayor parte de la población se tiene que defender de todo los ataques que recibe, sin tratar de ser totalmente sumiso. Las vacunas, arrivaron, además de apuestas celosas y económicas, a tratar de "normalizar" cierto sacudón del corona virus. Sin las pruebas pertinentes que el método cientifico de antaño exigían, se las puso a disposición rapidamente, para "salvar" a la humanidad, no sólo del virus, sino de enfermedades psicosómaticas que son, aún más, letales (en mi presunción que tiene basamentos de ignorancia, pero algo hay que escribir).
Los primeros que tuvieron que afrontar esta improvisación fueron los mayores de 80 años, personal de salud y de vigilancia. Sin tener aún informaciones concretas de los efectos adversos de las mismas. En Argentina se resolvió vacunar, primeramente, con Sputnik, luego (sin hacer tanto ruido) llego la Sinofarm y después la Aztrazeneca, ahora se tienen negociaciones con Pfizer y Moderna. Pero, las vacunas que hay hoy, nadie pregunta las marcas. Los medios de comunicación dan primicias (sin chequeos reales, sólo con rumores) sobre las posibles efectividades de las vacunas. Y como escribí anteriormente, la especulación para seguir viviendo es primordial.
¿Por que me vacune? En realidad me daba fiaca hacerlo, porque tenía pocas posibilidades de tener una enfermedad grave. Pero ciertas personas y sus "libertades individuales" y "caprichosas" es como decir, "Yo pago mis impuestos, el estado tiene que ser mi esclavo". "Yo pago la entrada, entonces puedo quejarme abiertamente del espectaculo, asi que no me hagan hacer silencio". En conclusión, un médico, que no recuerdo el nombre expresó, algo parecido al presidente de Francia: "Uno tiene el derecho de no vacunarse, pero el estado para salvaguardar a la población tiene que tener las herramientas para no exponer a un vacunado a compartir con los rebeldes, por ende, tiene el derecho a prohibir a los rebeldes el ingreso a lugares de riesgo, y ahorrarse una internación grave evitable".
Entonces me dije: "Con esto cierro, me vacuno, asi me comporto como un ciudadano de urbe, y no un supuesto aislado que vive en medio del campo sin vecinos". Mejor decisión que cualquiera que cree mi cuerpo tener, además preventiva para evitar conflictos, donde el estado como administrador tiene el derecho de ejercer. Lo de las libertades individuales, acá, no cuenta.
Fui a San Lorenzo, hice la cola, muchísima gente, pero no sólo las enfermeras y los enfermeros que hacen un check list antes de ponerte la aguja de la Sinofarm en este caso, sino todos lo que hacen la parte administrativa: verificación de documentos y turno, los administrativos que recepcionan, y los que obligan a esperar 15 minutos para salir y dar el visto de salida.
Muchísima gente trabajando y con un orden que hace mucho que no veía. En principio creí que era como sacar la cédula en Azopardo, donde uno pasaba 6 horas. En este caso, no me llevó ni una hora, y además muy dinámico. Así que, congratulo como fue organizado el sistema desde la entrada a la salida.
Fui y vine en bicicleta y este es mi manifiesto del como, cuando (hoy 22/07) y por qué me vacuné.