martes, noviembre 29, 2011

Mi cronología con la tecnología - 2da. parte
















Otros objetos tecnológicos que repercutieron enormemente en mí, fueron los juegos cuya interfaz era una pantalla, monitor o televisor:  Comencé mi escalada con un máquina llamada Teleclick, contaba con dos joystick y 5 juegos diferentes que consistían en 2 de fútbol  (2 contra dos y 3 contra dos), tenis single y doble, y, por último, el frontón. Los gráficos consistían en palitos con pelotitas cuadradas; en realidad todo estaba expresado en líneas rectas, incluso la pelota.   La computadora Spectrum de un amigo de toda la vida, nos mostraba juegos de simuladores de vuelos, de bolsa, de autos, etc.

Surgieron, además los videos juegos, comenzando por el Moon Patrol, el Galaga, el Elevator, y más tarde los de fútbol como el Goal, el World Cup, el México 86 y sucesivos. Pasaba mañanas y tardes enviciados con éstas máquinas,  siempre teniendo un juego “de moda” que era omnipresente, sobretodo en la adolescencia, que no practiqué deporte alguno.   Tampoco quiero olvidar el Emilyn Hughes con el dataset en la Commodore 64 (ni siquiera disquete) , donde con amigos, pasábamos noches enteras armando y desarmando equipos. Más adelante, cambiamos los jugadores y camisetas de equipos de 5 categorías del fútbol inglés por las del fútbol Argentino, en el juego Manchester United “The Double”, eso nos costó semanas enteras de jornadas de 4 a 8 horas.

La aventura gráfica fue una gran pérdida de tiempo, ya que rodábamos horas sin descubrir absolutamente nada, en juegos como Maniac Mansion (I y II), Zak Mc Kroken, Sherlok Holmes, etc.


Con la música en la tecnología, recuerdo una vez que mi padre nos ensayaba una charla alocada, a mi hermano y a mí; y  sin que supiésemos, nos estaba grabando con el artefacto rectangular, cuando emitió el resultado, nos sorprendió ya que desconocíamos el uso de grabación.   A partir de ese día, uno de los tantos juegos, junto a compañeros del colegio, fue grabarnos pequeños sketchs.

Una tarde, donde mis padres, no estaban en su casa, y que cerraban la puerta de su dormitario con llave, yo me las ingeniaba para levantar la cortina del dormitorio,  así, abrir la ventana, para revisarles todo. Es aquí, que descubrí, entre otras cosas, un aparato que constaba con lugar para colocar dos cassets, y me enteré que podía hacer copia de cassets.  Toda una alegría para mí, porque podía tomar de prestado las cintas y grabarlos.
Con el paso del tiempo, llegaron los walkman, los primeros gastaban las baterías en cuarenta y cinco minutos,  peor aún forzaban el motor si se adelantaba (no existía el retroceso, si quería hacerlo tenía que adelantar dando vuelta el casset).  Sin dudas, se gastaba un presupuesto entre pilas, auriculares que se machucaban, además de tener cuidado que la cinta no se enganche y haga un desparramo.

Unos cuantos años después de que evolucionaran los reproductores de música portátiles, apareció en mi vida el CD, un disco frágil, donde había que tener cuidado que no se ralle, y en donde el aparato, tenía una lente óptica muy frágil, adicionando a que era sensible a cualquier movimiento, lo que resultaba que saltara el disco y pareciera un “disco rayado” por las constantes repeticiones de una frase.  En mi caso, los reproductores de CD portátiles han sido un dolor de cabeza, por más que contaba con la ventaja de elegir el tema que quería, sin la necesidad no rebobinar, ni sacar un lápiz para hacerlo (y ahorrar batería),   pero era mucho más inconsistente que los casetes, por eso extendí el uso de walkman, hasta que arribó el reproductor de Mp3.

jueves, noviembre 24, 2011

Mi cronología con la tecnología - 1ra. parte















La tecnología es uno de los pilares para el entretenimiento y dispersión de varias generaciones,  es por eso que la siguiente entrada se refiere a mi crecimiento (en edad) mediante a aquellos artefactos electrónicos que, de alguna manera, alteraron mi vida.
Comienzo primero con la fiesta de egresados de la Colonia de vacaciones del club Comunicaciones, yo estaba disfrazado del zorro, y mi madre sacó de su cartera un tremendo armatoste a la que llamaban Polaroid, era una máquina fotográfica que revelaba automáticamente la fotografía. Tal es así, que tomé la cámara y fotografiaba a todo infante que posaba.
Al frente del departamento donde yacía, vivía un compañero que jugamos en la calle.  Una vez me invitó a cenar, y me propuso ver una película.  Me mostré sorprendido que él tenga un cine en su casa, tal es así, que la primer película que miré en video reproductor fue “Tiburón”.  Luego, otros amigos tuvieron “videocaseteras”, e implementamos rutinas para alquilar película.  Con uno de ellos todos los lunes (ya que el club estaba cerrado) adquiríamos alguna. El cine, igualmente, seguía siendo una salida con mi hermano, por ejemplo un domingo a la tarde, donde asistíamos a “Cines de Barrio”, que pasaban un largometraje estreno y otro de cabotaje.
Las películas que mayor nos atraía eran las de terror (por ejemplo las saga de Martes 13, Halloween, Pesadilla, Tiburón), las de Rocky, las de Superman, y las “comedias bizarras” como “Y donde está el piloto” (I y II),  “La pistola que desnuda” y la fabulosa “Top Secret” con Van Kilmer y Omar Shariff.
Luego llegó el Master Top, un “aparatejo” que contaba con 6 juegos, como el ta-te-ti, Black Jack, un compositor de canciones, entre otras cosas.  Este artefacto, enorme, de color rojo, me lo pasaba componiendo músicas tontas en una sola tonalidad, ya que no se podía pasar de octavas, hoy día, es como hacer ruido con el teléfono digital, pero en esos tiempos el paradigma de lo “digital” (exceptuando los relojes, que ya eran comunes)  recién estaba comenzando.
Los relojes a jueguito, rememoro el de fútbol, que contaba con 5 niveles, que me pasaba horas y que improvisaba campeonatos; así como el de pasar autos, todo en un relojito.  Los más pudientes traían los jueguitos como el Mario Bros. o el Western.  Mis padres no podían comprármelos, tal que me maravillaba con la musiquita de la película del golpe del juego “Western”.
En materia televisiva contábamos con 5 canales, para ver los dibujitos tenía que esperar hasta las 16 hs, para que comience “Telejuegos” o el programa infantil pertinente, al mediodía era imperdible ver “Crease o no de Ripley”, así como disfrutar de todos los programas que tengan videos clips o concursos de canciones.
En las vacaciones de verano, me entusiasmaba con las películas de Trasnoche Aurora Grundig por el Canal 2, y sus publicidades con el enunciado “Caro pero el mejor”, y todas las dramatizaciones que se hacían con cada producto, contraponiendo a la marca “Pirulo” y sus inconvenientes. 
Su competencia fue “Kenia Sharp Club” por canal 7.

lunes, noviembre 21, 2011

Cumpleaños de 15















Luego de un poco menos de 20 años, volví a un cumpleaños.  El último que concurrí contaba con 18 años e iba con otras intenciones.   Aquel joven adolescente se deslumbraba de los vestidos que envolvían las siluetas femeninas, y que cualquier contacto con alguna de ellas (los tan recordados lentos) eran los estímulos para sentir mezcla de placer y deseo, ya que me parecían inalcanzables, pero estaban ahí, envueltas en mi abrazos de baile. 
Además ya comenzaba a convertirme en un señorito, sobre todo cuando contaba con 14 años de edad que fueron las primeras fiestas de esta índole.  
En este tipo de evento, como casamientos, bautismos, comuniones, bar mitzvah, etc.   La gente concentra sus esfuerzos para estar linda, aunque las modas cambiaron, los vestidos y el maquillaje siguen siendo predominante.  Los hombres ya hacen uso de las zapatillas, pero están pulcrísimos.
La fiesta fue en un gran salón con un patio enorme y con las mesas adentro.   Si bien, esta fiesta volví a jugar de visitantes, me consideré un invitado de los “viejos”,  los verdaderos protagonistas fueron los compañeros de la agasajada.
Su entrada fue en una especie balcón construido para la ocasión y con un gran despliegue de fuegos artificiales coloridos.  Ella sabía que la miraban todos, pero pese a eso, dibujó una sonrisa y bajó a saludar cada uno de los invitados.  Tenía puesto el tradicional vestido blanco, que suelen usarse para estos eventos.
Después entramos a comer, aquí comencé a tener el famoso pánico escénico, ya que no tenía contenido para conversar, y no conocía a nadie, exceptuando a mi pareja, al hijo de ella, y a su tío (que bien me salvó la recepción, para que no vuelvan a aparecerme la remembranza  de fiestas pasadas y mi aburrimiento). Cuando tuve síntomas de incomodidad acudí al sanitario para descargar, y luego al verme al espejo, y observar que mi calvicie está haciendo estragos en la parte del medio de cabeza,  inicié una serie de replanteos internos sobre mi vejez y la vulnerabilidad, es decir no poder justificar la edad y la degradación física por ello, todo por las ganas de seguir jugando con la vida y estancarme en los aspectos económicos.
Lo curioso fueron las fotografías de los púberes, las mujeres cruzaban el pie y esbozaban sus dientes ensayando una sonrisa sugestiva y expresiva; mientras que los chicos posaban con rostro recios o con la media sonrisa clavada, sin exhibir su dentadura
Luego, por suerte, pasaron los videos que realizó mi compañera, y ambos estábamos nerviosos porque tuvimos problemas en el audio, en las imágenes y en el formato del mismo.  Pero por fortuna, salieron bien, y me alivió bastante por un posible papelón.
A continuación, proyectaron un video hecho por la cumpleañera y sus compañeros, realizando como diferentes videoclips de los años 80’. Los hombres participantes eran dignos exponentes de un programa de Capussotto, por su descoordinación de movimientos, por sus rostros de tensión, y por su gracia.  Sin dudas, fue el momento que más me reí en la fiesta.
La comida resulto disfrutable ya que consistía en canapé de salmón, paella y una carne exquisita.  El vino tinto junto al vino espumante comenzaba a hacerme efecto, lo cual me torné más dicharachero, más simpático y con menos mambos en la cabeza, pero con moderación ya que estaba junto con una familia que, aún, no tenía confianza, a sabiendas,  que no podía desbandarme.
Bailamos, con algo de simpatía, pero no ocultando ser un bodoque, ensayando movimientos robóticos.  La fiesta conto con coreografías regionales, anglos y caribeña.  Finalmente se presentó una banda musical que no gustó, es aquí cuando los adolescentes comenzaron a seducirse y a despertar su energía para ello, mediante el alcohol y/o su carisma.
Nosotros, alrededor de las 5 y media de la mañana, y con todo el peso de nuestra adultez y maquinaria, y nos retiramos.

martes, noviembre 15, 2011

Aprensiones















La palabra aprensión o aprehensión tiene el mismo origen que aprisionamiento.

Los miedos son aprensivos, por ejemplo el hecho de rotularse como fóbico a una situación, objeto y/o ser humano, es aprehender el miedo y el cerebro emite un estímulo para volver a sentir ese temor.

Tal vez para forjar una personalidad uno reacciona con sus aprensiones para manifestarse ante determinada situación, evitando cualquier contradicción.

Por ejemplo, en mi caso, fue la rebeldía, oponerme sin causa ni fundamento sobre algo concensuado por la mayoría. Mi aprensión a la rebeldía se manifiesta por el uso y costumbre del idioma extranjero, por cualquier aparatejo telofónico moderno, sobre las series de moda que bajan, de manera urgente, por su navegador, etcétera.

Pero no saliendo del tema, hay madres aprensivas que llaman a sus hijos todos los dias, incluso cuando ellos pasan los 30 años, ya que vive, con miedo a que el mismo, de alguna manera desaparezca (se instale en el exterior, fenesca, etc)

También y mi incluyó se puede ser aprensivo con la pareja, pensando en la futura y horrorosa pérdida, planteándose cuestiones del tipo: "¿Con quien voy a dormir si ella no está?"; "¿A Quien le puedo gustar?"; "¿Qué persona podrá aguantarme?"; "¿Vale la pena volver a empezar?"; y lo que hace, más allá de la relación, es dilatar la pareja y fortalecer la aprehensión.

Una person a aprensiva tiene un vasto temor sobre lo que vendrá, al aferrarse tanto al presente, presuntuosamente, estable. Yo siento pánico a lo que vendrá en lo económico, ya que tengo muy poca paciencia a mis aprensiones laborales, originaria de mi título obtenido hace 12 años.

El aprensivo se aferra a las cosas y personas en un grado mayor, hasta planifica con ellos, como si fuesen parte de uno mismo, y no, un individuo que tiene la libertad de adherirse o no, a las formulaciones del aprensivo.

El disparador, ante la disyuntiva del receptor, puede ser ansiedad o cualquier somatización manifestada, como "manotazo de ahogado" para que el receptor cede. Pero si el sujeto "aprehendido" mantiene la postura, el emisor somatiza con desequilibrio mental (ansiedad, angustia, etc) y/o fisico (dolores de cabeza, estomago, garganta).

Las aprensiones, en ocasiones, ocurren incluso en situaciones adversas y hasta rídiculas, por ejemplo los romances a distancia, con mínimas posibilidades de juntarse fisicamente.

El síndrome de Diógenes es otra forma de aprehensión, que consiste en que todos los objetos sirven y que no expiran, por lo cual, la gente los acumula por su vínculo o valor emocional al pasado, o porque en un futuro remoto ese objeto puede resultar útil para tal situación. Por ejemplo: artefactos viejos que suelen no tener más funcionamiento, apuntes de la etapa educativa, ropa pasada de moda, que no quepa (pero con la ilusión de que puede llegar a hacerlo) o rota

En mi caso soy aprehensivo a la lectura (me siento mal si no leo algo), a mi pareja, a internet, a la actividad física, a la guitarra, a la Ciudad donde vivo(o barrio), etc. Mi temor infundado y no exteriorizado es que esas actividades son mi sostén para equilibrarme y construir una personalidad, a la que dudo, pero que se resiste al cambio. Estar un tiempo minimo (pocos dias) sin las aprensiones infundadas, desemboca en estados de ansiedad y de desestabilizarme.

Sin dudas, éste último párrafo es una muestra de como limito mi personalidad, pero, hoy, prefiero hacerlo, antes que volverme versatil.

jueves, noviembre 10, 2011

De las tradiciones Argentinas










Hoy 10 de noviembre se conmemora el natalicio del gran poeta y escritor José Hernandez, quien escribió unos de los más populares libros de costumbres gauchescas de la Argentina.
Lo extraño que se recuerda el nacimiento de este gran lírico, cuando generalmente se resalta el fenecimiento de un personaje histórico trascendente.
Las tradiciones descriptas por José Hernadez en el Martin Fierro no son celebradas por la mayoría de los argentinos, como la doma, la música, las danzas, las vestimentas, el lenguaje. Si bien es algo obvio, por el transcurso del tiempo y la modernidad, muchas personas reniegan, aún, de lo artístico en este sitio, importando este tipo de expresiones como forma de dispersión, con el pretexto de que lo resaltado en tiempos de Martín Fierro, incluso el tango originario en el siglo XX por inmigrantes que estarían a la altura del gaucho del siglo XIX, que bien, estas manifestaciones de arte y dispersión son rurales y no están a la altura de lo que se origina en las originarias de países anglos, por ejemplo, en las grandes ciudades.

Hoy las tradiciones argentinas se ven invadidas con fiestas de San Valentín, el día de brujas, Fiesta de la cerveza en Octubre, el día de San Patricio.   Lo que me parece perfecto, ya que en realidad, los orígenes de casi toda la población proviene de gente que huyó de Europa, y creó una identidad en el siglo XX, en la que, de a poco, va alterando y abstrayéndose a las doctrinas de los países que nos otorgan todo su poderío, mediante los instrumentos de comunicación.  Haciéndonos creer que la poesías del payador es menos talentoso comparado con Roger Water que divierte jugando con su diapasón en la guitarra o que cualquier puesta en escena de Carlos Gené no le llega a los pies al gran Woody Allen.  El argentino medio es despojado de esa integración cultural.   Pero más allá de los extremos, estos talentosos buscan integrar culturas.

Hoy instalan el concepto de globalización, pero las reglas del juego la imponen los que crearon estos conceptos, entonces al “obligar” consumir una costumbre, quedan relegadas lo originario.  Hoy muchos artistas se las arreglaron para mantener el folklore y mezclarlo con el rock, en la veta musical, por ejemplo Lito Nebbia, León Gieco, Fito Paez, Arbolito, etc.

Retomando la tradición gauchesca, el gaucho fue bastardeado y perseguido por los terratenientes y los inmigrantes europeos (que concentraban el poder económico y armamentista), con motes de vago, ignorante y salvaje, a pesar de sus habilidades como jinete y de la práctica de tareas rurales (cosecha, ganadera).  El gaucho fue gran protagonista, como soldado de la liberación argentina de España e Inglaterra.

El gaucho, por lo general, era alto, delgado y moreno. Era un fiel servidor y no respondía órdenes al que no sea su patrón.

Tenía una forma distinta de vestir. Usaba camisa, chaleco, un pañuelo y un sombrero de ala ancha atado al cuello, bombachas (pantalones anchos en las piernas y ajustados en los tobillos y cerrados por un botón en el extremo inferior) y un poncho (una prenda de abrigo, compuesta por una manta, abierta en el centro para pasar la cabeza y que lo cubría desde sus hombros hasta debajo de sus rodillas).

El gaucho era un hombre muy valiente, de poca cultura, pero civilizado. Era muy patriota. Amaba la libertad individual y exigía ser respetado por las autoridades políticas. Buscaba su propio orden social y estaba convencido que Argentina tenía que ser libre, justa y poderosa.

Se alejaba desde muy joven de su hogar y de sus padres. Tenía un temperamento fuerte, y era nervioso e inquieto. Se hacía rápidamente de amigos y cuando invitaba a alguien a su choza realizaba lo imposible para que el visitante se sintiese cómodo y confortable. Respetaba el compromiso de los acuerdos hechos de palabra, sin la firma de ningún documento. Hablaba tranquilo, pero no se distinguía por ser un buen orador. No tenía buen vocabulario y a veces costaba entender que es lo que quería expresar.

Hoy esta reivindicada la imagen del gaucho con sus vestiduras  encima del caballo, abriendo el romance a las prosas de José Hernandez, Ricardo Guiraldes, José Larralde, entre otros, encariñan la imagen de este tipo de argentino. 
Trascribo diez versos del “Martin Fierro”.
“Aquí me pongo a cantar, Al compás de la vigüela, Que el hombre que lo desvela, Una pena extraordinaria, Como la ave solitaria, Con el cantar se consuela”.

“Yo he visto muchos cantores, Con famas bien obtenidas, Y que después de adquiridas, No las  quieren sustentar, Parece que sin largar, Se cansaron en partidas”.
“Yo soy toro en mi rodeo, Y torazo en rodeo ajeno; Siempre me tuve por güeno, Y si me quieren probar, Salgan otros a cantar, Y veremos quién es menos.”.

“Y sepan cuantos escuchan, De mis penas el relato, Que nunca peleo ni mato, Sino por necesidá, Y que a tanta alversidá, Sólo me arrojó el mal trato”.
“Ya conoce, pues, quién soy;  tenga confianza conmigo: Cruz le dio mano de amigo, y no lo ha de abandonar; juntos podemos buscar, pa los dos un mesmo abrigo.”.
“No hay cosa como el peligro, pa refrescar un mamao; hasta la vista se aclara, por mucho que haiga chupao.”.
“Yo he conocido esta tierra, en que el paisano vivía, y su ranchito tenía, y sus hijos y mujer...era una delicia el ver, como pasaba sus días.”
“Viene el hombre ciego al mundo, cuartiándolo la esperanza, y a poco andar ya lo alcanzan, las desgracias a empujones, ¡la pucha, que trae liciones, el tiempo con sus mudanzas!”
“¡Y la pobre mi mujer, Dios sabe cuánto sufrió! Me dicen que se voló, con no sé qué gavilán: sin duda a buscar el pan, que no podía darle yo.”
Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, y si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera".

martes, noviembre 08, 2011

Dolarización Argentina.

















Antes del inicio del peso argentino y su convertibilidad con el Austral, comenzó mi primer relación directa con la moneda extranjera.  Apenas ingresaba en la adolescencia y con mis ahorros, escasos, me quería comprar una computadora, en este caso, era una Commodore 64.-

Los precios de estos artefactos, en el suplemento del diario de avisos, llamado Segunda Mano (un Mercado Libre de esos tiempos), todos los precios estaban en dólares.  En ese momento observaba las pizarras de los bancos o casas de Cambio a cuanto estaba el dólar, y me contentaba si la cotización de la moneda del imperio bajara.
El argentino ha aprendido a manejarse en dólares desde aproximadamente del XIX, si bien en muchas épocas se manejó con moneda fuerte,  supongo que desde la etapa donde el ministro de economía era Martinez de Hoz, y que se vapuleó la Industria Argentina para importar artículos extranjeros y “modernizar” a la Argentina.   Tal es así, que el confort y el “status” que le da el importado al ciudadano popular.  Fue el punto de partido como la dolarización comenzó a realizar estragos en las clases medias. 

La dolarización en Argentina es informal, donde los principales agentes económicos se refugian en la moneda fuerte que es el dólar.
La dolarización informal causa:
·         Presiones sobre el tipo de cambio, al aumentar la demanda de moneda extranjera.
·         Deterioro del poder adquisitivo de los ingresos denominados en moneda local.
·          Distorsión en las tasas de interés. Estas se vuelven especialmente altas debido a que la autoridad monetaria las incrementa a fin de estimular en la población el ahorro en moneda local.
·         Se deteriora rápidamente el sector financiero, por las altas tasas de interés y la depreciación constante de la moneda local que conduce a casos de iliquidez e insolvencia.

 El gasto público sube 8 veces más con respecto hace 8 años, la gente, en un gran porcentaje, y como una costumbre, ahorra bajo el dólar como bandera, y así todo emite quejas de que el Gobierno mal gasta sus reservas con subsidio inútiles.  Es decir, un sujeto apuesta con una moneda de otro país, pero los gobernantes tendrían que arreglarse con los pesos, tal es así que los ahorros, en dólares, no aportan a la productividad de un país, usando esta herramienta, por las experiencias de mala administraciones anteriores.
Como cultura, los brasileros usan como moneda fuerte y única al real: los inmuebles están expresados en reales, y desde que tengo noción, en Argentina eso no sucede.

Hoy, vivimos, otra vez la disyuntiva con el dólar, con dos precios: El dólar oficial y el dólar Blue, por las medidas de la AFIP para controlar a aquellos que realizan fuga de capitales, sin poder justificar sus ingresos para tales transacciones.   Me parece lógica tal medida, para evitar que aquellos que, además de no pagar lo que les corresponde, no realice con total libertad la fuga de capitales, y que si quiere realizarlo que pague más al que sí, está en condiciones legales,para comprar.
Una vez, en Octubre del 2001 tenía ahorrado $3000, con un dólar 1 a 1, elegí hacer un plazo fijo en pesos, mientras todo el entorno compraba dólares y lo guardaba en el colchón.  Menos de un año después los que escondieron su moneda extranjera, obtuvieron 300% de ganancia.  Yo tuve una renta de solo 35% anual.