Las agujas del reloj daban las 8:30 horas, junto a varias personas nos dispusimos a correr 50 kilómetros, no eramos muchos, un poco más que una veitena, así que íbamos a estar solo durante gran parte del recorrido. Mi táctica era musicalmente numérica: una suerte de canciones de un artista cada cinco kilómetros, por ende, iban a pasar por mis oídos 10 artistas.
El primero de hechos fue Andres Calamaro en que escuché “El compositor no se detiene”, cuya voz era acompañada por Litto Nebbia. La primer vuelta fue suelta y tranquila, solo aceleré en “La gente que habla sola”(Attaque 77) con la frase: “Pienso en vos estés en donde estés”.
El recorrido era ir 5 kilómetros y volver lo mismo(una vuelta de 10 km), pero en una ruta que ya se estaba calentando y no había ningún tipo de sombra posible, tanto el cielo sin nubes, como un árbol donde reposar.
El tercer artista era Adicta y resumía lo que iba a acontecer más tarde: “Se aproxima el sol, ya no me hace bien, me hierve las ideas, hasta enloquecer), concentrado llegué al 15, que me refresqué y cambié a Sponsors, llegando al 20 al grito de “Pérdido, pérdido, pérdido”. Hasta aquí los corredores nos saludamos en cada retome.
La tercer vuelta ya acrecentaba el calor, caminé poco, solo para tomar líquido o para pasarme una esponja, donde el kilómetro 4 y 6 de la vuelta nos esperaba un señor con un barril lleno de agua y esponjas. El paisaje de la ruta era desolado y sofocante, a pesar de que Intoxicados me hacía gritar
Pregunto en el 30 si va a haber un puesto de agua, me dijeron en el 32, pero la misma ya estaba caliente, me tiré la bolsita y corría y sufría, Turf me llevo al 35 en buen paso, pero Bulldog me trajo a los tumbos al 40, en el camino corrí con el corredor de Gral Pico, que estaba destrozado, como muchos de los que pasé en esta vuelta. Traté de gritar y darnos ánimos a ambos, pero yo solo corrí.
En el 40, por suerte estaba Florencia con el Gatorade que vino bien, porque ya estaba acabado. En el 41 saludo al tercero y al segundo que venían muy juntos pasando el 49.
Yo tomé el cuarto lugar gracias a los temas de Guasones : “Brillar” y “Cien años”, donde hacía morisquetas, pero después morí en el 45. Mercedes me guió porque yo estaba mareado, insolado y de mal humor. La levantada me duró hasta el 46 cuando otro corredor me pasó, pero ahí la caminata se hacía larga y entonces en el 48 me pasa otro corredor que levantaba un poco el ritmo, yo podía correr apenas 50,100 o hasta 150 metros seguidos, luego me mareaba o se endurecían los gemelos y caminaba.
En el 49 lo veo cerca al corredor, pero tengo arcadas y vomito caminando, asi que lo caminé hasta el 49,80 km y trote 200 mts, para figurar y llegar insolado y destruído.
Esta carrera más que ultramaratón pareció una prueba de supervivencia para ir al desierto.
Las consecuencias fueron un calambre en el gemelo, baja presión y vómitos sucesivos.
Con Florencia decidimos irnos al hotel, porque me sentí insolado
La Reacción de Cadena Perpetua fue el tema que recuerdo en el final, como propio legado en esta carrera me dejó un parrafo:
¿Cuanto más podré resistir?
¿Cuanto más podré resistir?
Se que todo viene y va.
Se que siempre hay algo más
Estoy buscando algo especial.
Levantate y mirate