Marzo, con el Corona virus en el mundo y como noticia subliminal para que la gente se despertara con la palabra COVID 19, el 14 de Marzo vamos con mi hermano a un supermercado repleto de gente que necesita acopiar mercadería por las dudas, el 15/03 salimos hacia Mar del Plata, con un dia que pude disfrutar el mar. Pero...fue el único, porque comenzaron las prohibiciones, cada vez peores, cada vez más agobiantes. La bolsa baja muchísimo, yo estaba a punto de enloquecer. Al cuarto dia nos hacen volver, y además, del hogar me dicen que mi hermano no puede regresar, y la jaqueca esta erupsionando. Llegamos a Liniers, y el remisero victoriaba el discurso de Alberto Fernandez. Yo, pensaba, "ganaron los poderosos", ya está 2020 sienta un precedente, comienza un nuevo mundo a la que, con tan poca intelegencia, ni sabía como enfrentarlo.
El 21 de Marzo, tuvimos que ir a Pontevedra, salimos a las 8 de la mañana y regresamos a las 16 hs, la calle estaba vacia y los controles estaban como locos. Yo sufría, no sé que carajo iba a hacer con mi hermano, con mi vida, con los dolores.
En fin, comence un esforzado programa de entrenar dos veces al dia, con mi hermano quedamos que el iba de la cama al living, entonces a la mañana estaba conmigo escuchando a Vernaci, yo dormia la siesta y después seguía en este rígido sistema de convivencia. Rigidez, como mi cabeza y mi cuerpo, sin poderlo creer y con reacciones iracibles una tras otra.
Abril festejamos como pudimos los 50 de mi hermano en casa, todos los viernes y sabados o veiamos a Montalbano y los año y alguna película de CineAr. Abril y Mayo acomodó un poco lo pérdido en Febrero y Marzo con la bolsa e inversiones. Mayo tuve mi primera salida hacia Belgrano para la ortodoncia. Y en junio arreglé la bicicleta, ya que no podía usar más el transporte pública. En Mayo comencé sesiones de kinesiología y RPG, además mi hermano volvió al hogar. Ya visitaba a Juan Manuel en bicicleta, y celebraba cada reunión esporádica que tenía con alguien, lástima que no tenía el permiso para repetir.
Julio y Agosto, seguían las restricciones, pero yo tenía muchos turnos médicos, un par de guardias, y con la apuesta a futuros de soja como vislumbre de hacer diferencia. Igualmente los dolores, la depresión, la distopía estaban inmersas en mi.
Septiembre, ya con algunas aperturas y seguir yendo a Belgrano, agregué trotar en el Parque Centenario que no disfruté mucho, pero al fin y al cabo lo hacia. En Octubre se cambió por trotar en la cancha de Ferro y con algo de disfrute.
En Noviembre me opero de la mandibula con acido hiarulonico y un descalabro instestinal que me dura hasta hoy 31/12, yendo y viniendo y afectando las articulaciones. Pero noviembre, a pesar de mi malestar estomacal, volvieron el gimnasio, la pelota y se vislumbraba volver a la pileta, además a finales de mes, volvi a garchar luego de más de un año y medio. La bolsa fue bien, pero el sufrimiento fisico, como dije, seguía y fue a la tercer guardia en el año.
Diciembre, tenía todo para ganar, pero no, muy poca fuerza, con la pileta que me hizo cagar de frio un par de veces, y que volvia el sindrome de Reynaud. La ida a Tigre con Silvana desmedró los planes y las cosas que me daban placer, por un viaje patètico, creo que uno de los peores en mi vida, con todos los dias no disfrutables, a pesar de nadar en el rio, pero con una relación ríspida, irritante e insoportable, con una mordedura de perro y con la rotura del mp3.
Luego de un fin de semana loco, el 22/12 me declaran la gripe de corona virus, y mis sensaciones se fueron a la mierda. No es aliviante terminar el año, creo que el 2021 me va a exigir para que no sea aún peor, y culmino con el pie izquierdo metido en el barro.
Con respecto al paralelismo con 1990, un año que comencé a "sufrir" la vida, es porque en muchos aspecto me sentí finiticado, si bien tuve mi primer paja, mi primer trabajo, la desconfianza incluso hacia mi padre, y las reacciones comunes de un perro asustado.
Hoy también, pero más lejos de poder arreglarlo, por vejez, cansancio, pocas ideas y una depresión inherte que tengo que combatir dia a dia, y con el perro que se acostumbró a estar asustado.