Comencemos con la definición del tema que me atañe en
esta entrada de mi cuadernito que anoto cositas:
“La hipocondría es una actitud que el individuo adopta
en la enfermedad. La persona se somete,
constantemente a un autoanálisis minucioso y preocupado, incluso obsesivo, de
las funciones fisiológicas básicas, y piensa en ellas como una fuente de segura
enfermedad biológica.”
Partiendo de la base, como alguna vez escribí, que
aparentemente carezco de una red de contención, por el hecho que mi
personalidad muy atractiva no es, vaga por diferentes estadíos irritables para
cualquier entorno, apartándose y huyendo de los acontecimientos que, para mi,
no son nada fácil de solucionar.
El tiempo pasa, el empirismo acarreado, me ha
potenciado cierta fobia a cada padecimiento, y al envejecer, cada vez más
hipocondriaco, entonces asocio cada picazón, dolor de estómago, mancha en la
piel, dolor de cabeza, palpitación, mareo, pesadilla a una enfermedad terrible
en la que culminaré postrado en la cama de donde esté viviendo.
Lo que más me preocupa es la dispepsia, cada vez más
fuerte, o por lo menos que focalizo más seguido. Entonces evito el café, el
alcohol, mucho más que antes. Pero, como
realizo todo de mal manera o a medias, o mal, entonces no me cuido con otras
comidas.
Es que la voluntad no la tengo en nada en lo que me
tengo que enfrentar dia a dia, y me voy apagando.
El ser hipocondriaco está relacionado con crisis
existenciales, y siento que la vida es dolor y deterioro. La vejez es
despreciada en el reino animal, los animales suelen a apartarse y a dormir
cuando están viejos. El ser humano
pareciera que necesita lo contrario: juntarse y dormir menos.
También uno es hipocondriaco, según el Doctor José
Antonio Garcia Herrera, cuando uno tiene relaciones interpersonales desastrosas.
Como a admito que me sucede, tengo una inteligencia interpersonal
desastrosa. No sé conversar, no puedo
convencer a nadie de nada, no soy seductor, no atrae mi experiencia, ya qué no
la sé enaltecer. En fin, en algún momento me califiqué como un ser ignorante en
este tipo de relaciones que realmente, además de no experimentarlas demasiado,
no me interesa hacerlo. A lo largo de la
vida, me he “salvado” en soledad en la mayoría de las veces. Habré tenido algunos ángeles que le estoy
eternamente agradecido, pero no soy el angel de nadie.
El hipocondrio es un órgano en la región superior y
lateral del abdomen (dolor que padezco recurrentemente).
Algo que estoy muy de acuerdo con la doctora Amparo
Fusher: “El hipocondriaco está todo el
tiempo alerta a lo que sufre su cuerpo.
Además tiene miedo de los efectos adversos de los medicamentos.”
Por consecuencia, evito tomar medicamentos porque creo
que me van a dar una patada el hígado, y sin embargo, cuando padezco de dolores
musculares me clavo un diclofenac con B12.
La vida es dolorosa, hay muchas prácticas como la buena
alimentación, meditación, el camino a la nada, que hacen postergar los
diferentes dolores que aparejan. Sin embargo, el sistema te exige ser
competente, rápido y atractivo para que sigas percibiendo un valor que te
permita mantener un status conllevado.
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