viernes, septiembre 02, 2016

Recitales

 
Haedo, sábado a la noche, mucha juventud, yo con canas y entradas en toda mi cabeza, practicamente calva. Mi imagen, para nada jovial, no está acorde a este tipo de eventos. Eso lo sé, me da verguenza, pero hace más de 15 años que es algo que no quiero dejar. 
Ver espectaculos futbolisticos, ya me cansó y tengo cero admiración por los futbolistas (no me parece un arte, si una habilidad física), pero los recitales me hacen feliz. Es como una especie de religión a que hago adoración a los músicos, cuan dioses en mis escalas de valores.
 
El recital de la banda rosarina, Cielo Razzo, el grupo de rock que hoy más me gusta, supongo por los valores que trasmite en sus canciones donde navega por lo autoreferencial, los valores poco vendibles como la calma, el tiempo, y toda clase de antiheroísmo que, a la gente normal, no le suele gustar, porque roza con sus ambiciones y formas optimistas de ver la vida.
 
Rodeado de gente, a la que no trataba de mirar de frente ni enfrentarla, yo comenzaba a emocionar con la canción: "Te vas" del gran y sensitivo disco llamado "Sideral", identificado por el párrafo "entiendo que el viaje viro a otro rumbo, a otra altura y a otro patrón", una manera simple de vislumbrar cada cambio, e incluso mis valores.
 
Pasando por otros temas nuevos como "Disfraz", "Tantos pasos" y "Que se yo", entre tantas y compartiendo la canción, que me hizo conocer esta banda hace 10 años, llamada "Luna" y como invitado a Ale Kurtz
 
Luego, esperé una media hora, para que llegue "El Bordo", banda más masiva, con un poco más de rock y fiesta, una especie de Soft comparado con "La renga", pero con letras y reflexiones atrapantes, originadas por Ale Kurtz. comenzando con "Soñando despierto", como lo hizo en todos los recitales que lo vi este año, destando el comienzo de la canción: "Borracho en mi ciencia no puedo ver mucho mas mis ojos se olvidaron como había que mirar".  Mis ojos cada vez saben menos como había que mirar, y suelo ver cualquier cosa.
Pasando por casi todos los discos y con mucha sed de un disco nuevo, porque tocan mucho y necesitan renovar el reportorio.
Gran recital, salté, canté, me puse afónico, y a pesar de la vejez y el poco cuidado de mi cuerpo, para no decir que no soy una piltrafa, saqué fuerza para disfrutarlo y bancarme los achaques de los dias posteriores.
 
Este año, tal vez, sea el último que pueda disfrutar de estos recitales, los dolores se sienten y no tengo entrenamiento para bancarlos. Yo creo que entre este y el próximo finalizaran un montón de cosas que hago y son comunes entre gente más joven. Pero me pregunto: "¿De que será el comienzo?"
 
 
 
 
 
 
 
 


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