viernes, abril 14, 2023

Caballeros de la Quema: 25 años de "La paciencia de la araña"

 









El 13 de Abril de 2023, tenía muchas dudas de asistir al recital de "Caballeros de la quema" al Luna Park. Quizás antes era más fácil porque solía tomar alcohol y/o fumarme un porro en algún recital. Ahora me sentía mal del hombro y de la cintura. No obstante lo cual, mi media fue unos 20 minutos de elongación hacia la para de "Rio de Janeiro" de la línea "A" de subterraneos. 

Una banda o un artista solista me "enamora" cuando tienen un tema que me hace un diagrama poético de mi pensamieto omnisciente de ese periodo de tiempo. A mis 18 años, el tema "Casi Nadie" me graficaba lo efímero que eran los momentos con un "casi nada" y como uno se siente solo, alrededor de un montón de seres contemporaneos/as a uno, simplemente por responsabilidad de uno tanto intelectual, como actitudinal como fisica. Y el "casi nadie" describe la soledad y los momentos de compañia pasan a ser un "casi nada". Casi nadie la grabé en cassette, hasta que me compre el disco "Sangrando" y algunos otros temas como Faisan, A lo Guru, Pejerrey, Mal, etc; me pegaron. 


Llego al Luna Park lo más tarde posible, siendo casi "último en la tabla" o en la fila. Mi previa hasta que entren era salir de la ala derecha hacia el escenario e ir a la izquierda para sentir más aire, menos puchos y más lugar para realizar mis saltos y gritar lo más posible. El Luna Park estaba lotado, En el Pullman lo veo a Wairraich, que fácil era notarlo por su gran cabeza, a mi me reconocería por mi gran nariz, es un manifiesto, nada más. 

21:37 arrancan con un tema que canté muchísimo y hasta toqué con la guitarra electrica como "Todos Atras y Dios de 9", luego vino "Patri" y temas para saltar y cantar. Realmente entiendo mi ridiculez de cantar porque sí, como ir a una iglesia dando una pleitesía a una deidad, yo le di homenaje a mi nostalgia, cerrando los ojos y compenetrándome en las letras y como fueron pegando en la década del 90 y más aún, ya que quedaron resquiscios en años posteriores y nuevos homenajes. Donde han vuelto en esa jornada "feliz" en La Plata en el 2017, luego fui a Argentinos, donde me vine cantando pasando por el cementerio de Chacarita para el 2019 y ahora esto.

Me encantó el sondeo de Ivan Noble con la edad de la gente: "Cuantos tienen más de 30 años?" y el 95% levantó la mano, "Más de 40?", ponele el 60%, "Más de 50?" eran el 10%. "Menos de 20?" el 10% lo mismo. 

Si bien, hay ciertos patrones para el rock argentino como lo hicieron Intoxicados, Guasones, Ciro, Cielo Razzo y más, de colocar los veladores para la parte "acústico", pero outsider cantaron "yendo de la cama el living" donde supongo, los caballeros se basaron cuando compusieron "De mala muerte" en que reza "Yendo de la cama, al baño, del baño al vino, del vino al dolor" y ambas anticipando el encierro de la pandemia. 

Un momento más feliz cuando Leon Gieco subió al escenario, un tipo que me parece uno de los referentes del rock argentino y muy colaborativo desde hace 4 décadas al menos. Un genio!, cantaron "El fantamas de Canterville" y por supuesto: "Hasta estallar".

Hicieron el homenaje a Sandro con "Rosa Rosa" y muchas otras canciones que me pusieron la piel de pollo o me hicieron cantar con más entusiasmo como "Mientras haya luces en el próximo bar", la anteúltima canción. Culminaron con "Oxidado"  y no cantaron la paciencia de la araña como está en el disco, siquiera todos los temas. Pero por suerte, me hicieron cantar, ridiculamente, pero las canciones amansan la cabeza y como!.

¿Como? venir caminando por Avenida Corrientes hasta Angel Gallardo, no parando ya que las pizzerias de Almagro estaban cerradas y en la calle no hubo "casi nadie", y solo mis continuos gritos siguiendo las canciones de Caballeros en mi MP3. 

Al llegar al Parque Centenario, me tuve que comprar un sandwich de salame (hace mucho que no ingiero chacinados). Arribé con dolor, pero con dificultad para dormir, por el extasis con que conté. 

Y una vez más, a pesar que pueden rebatir cualquier argumento que esboce, que lindo parentesis que experimenté y sentí. Así si, me encantó el recital de 160 minutos y la caminata de más de 90 minutos. 

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