La otra es haber vuelto al gimnasio, luego de 8 meses y con cierta energía para hacer ejercicios cortos y con pesos, complementando toda la variedad que youtube me ofreció durante este año para combatir la dolencia crónica de cervicales y en ocasiones lumbares. Donde, tomo la palabra de una referente que dice que "si una articulación no se mueve, no tiene ni una posibilidad de curarse" o como Fields afirma que "el movimiento es ponerle WD 40 a las articulaciones y debería ser prescripta por los médicos".
Este año, absorbí, cual es esponja toda la retórica que me hace seguir en este camino en solitario, degradado y decrépito, para tratar de palearlo o crearme un "placebo" (placebo debería ser la palabra del año)
En conclusión, salí contento ayer, como el martes al trotar en la pista y charla con una compañera de atletismo de mucho tiempo que no veia, me dio cierta energía. Porque, en contradicción a otra epoca de mi vida, me pone contento charlar con gente. Lástima que yo les causo aversión a casi todos, porque ante una nueva posibilidad que propongo a juntarse y charla, tengo una indeferencia rotunda. Es por eso que valoro cada momento, más allá de la continuidad.
El 05/11 tenía turno para una artroscopía con ácido hiarulónico en la mandibula artrósica. En Billinsghurst y Juncal, hice admisión, espere una hora y a las 17 hs me hicieron desvestir, poner un camisolin, una cofia y unos pepes de algodon. Me tomaron la presión, me encajaron el tal instrumento de moda, llamado oxímetro y luego me llevaron al quirófano. El cirujano de ATM me presentó a 5 personas, el anestesiologo (flor de profesión, por el riesgo) comenzó a hacer en mi cuerpo una serie de pasos, y no re recuerdo cuando me dormí. La cuestión que me llevaron a una salita, me dieron agua y una Cepita (hacía mucho que no ingería ni sólido ni líquido) Estuve con el suero y seguía medio omniciente. Me encajaron un antibiótico. Me hicieron vestir y eran las 21:20 hs...Menos mal que no se me ocurrió en bici, no sólo por el perturbado estado sino por la hora. Además, en la ida, me volví a tomar subte luego de 5 meses, con mucho menos control que antes. A la vuelta vine con un simpàtico taxista, en que me alegró haber charlado con él.
Me compré medio kilo de helado comi, me puse hielo en la mandibula, calor en el omoplato, y me quedé dormido con Novaresio.
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