martes, diciembre 31, 2019

La novela del 2019: ATAV (Argentina tierra de amor y venganza)





















Era un 11 de Marzo, yo estaba en Mar del Plata viendo el programa de Guido Kafka y dije: "Me interesa" una novela de época a la cual la ficción le ganó por goleada a la historia. Donde la historia de amor me digustaba, pero se dividió en dos partes y además contó con actores, actrices y colaboraciones harto interesantes.

205 capítulos fueron de esta telenovela que comenzó el 11 de Marzo del 2019 y culminó el 30 de diciembre del mismo año.
Es una novela y hay mucho que escribir, comentar, observar, reflexionar, comprender, intuir, digerir y todos los verbos de apreciación que alguno que lea esto se le pueda ocurrir.
Hoy dia, donde los streaming lideran o socavan la costumbre de muchas personas con algo de sed (o mucha) de entretenimiento, y cuyo final es lo más importante que la serie en si, por eso se habla más de "spoilear" que de disfrutar la serie.
Con los libros voy de a poco, y en paralelo a la noche, o alguna vez de dia (cuando me perdía un capítulo) me acompañó gran parte del año.
Entonces, a partir de hoy es el duelo de la novela y de los personajes, que me gusten o no, se unieron a mi cotidianeidad. La voy a extrañar aunque la misma tiene puntos que me hacían sacar los dientes al juicio cómodo: "uyy no puedo ver esto".
¿A que me refieron? A que la misma digería y reducía a los buenos como buenos, a que las personas son así y no salen de ese esquema, que la esencia no se cambia, o por lo menos que uno es fiel a lo que muestra y a lo que esconde.
Para destacar:
El personaje que siempre quise que muera, cada vez que su vida era amenazada fue el de Aldo Moretti (Gonzalo Heredia) que se convirtió un actor que sólo hace de galan y se mueve por la imagen. Poco conmovedor y muy empalagoso su "amor" con Raquel. Y la forma de decir "Alicia", puaj daba asco.

La "china" Suarez jugaba el rol de lider y consejera, igualmente muy buen desempeño del papel, aunque no me banqué su seguridad y que todas las sigan a ella y se equivoque nada.

En el mismo plano y con una rigidez poco sentimental es el de Bruno Salvat (Albert Baro) que los autores lo hicieron como cualquier hombre de bien aspiracional de ética, inteligencia, justicia y todo ese verso que creen que el mundo es solucionable siendo este señor, a pesar de los errores. Todos, pero todos, para "los buenos" perdonables.

Benjamin Vicuña se destaca, cada vez más, haciendo de villano, gran actuación por su brutalidad y ahora me pregunto: ¿Por que los malo son los que tienen los defectos? ¿Por que soy aquellos quedan con enfermedades crónicas? ¿Ser "bueno" es señal de buena salud? Y eso que "los buenos" sufrieron heridas, y todas reversibles.

Personajes que tuvieron intenciones pero no consiguieron el rumbo son Virginia inocenti (la madre de Lucia), Julia Calvo y Ariel Perez Maria, sus historias quedaron diezmadas o fueron forzadas a algo muy imponente. Los 3 fallecieron.

Diego Dominguez me enterneció mucho, si bien quería a la minita para toda la vida, mostraba inocencia lealtad, brutalidad y mucha docilidad. Gran actuación la de Cordoba, como así la de Mati Meyer que hacía su fiel amigo "Gallo", enamoradisimo de la acongojada hermana de Lucia, Lidia (Minerva Casero) que tuvo su tiempo de fama en la misma.

Lucia (Delfina Chavez) tuvo una buena actuación, saliéndose un poco del papel preconceptuado de heroe de "Mujercitas", y que tuvo sus idas y vueltas, sobre todo cuando estuvo cautiva en la residencia de Torcuato Ferreyra

Paco Jamandreu, interpretado por Mariano Saborido le dio el rol de "loca", siendo amigo del hijo legitimo de Ali, Malek (Franco Quercia). Alambre, Franco Bengoechea, si bien actuó desde el primer episodio, fue intermitente e intrascendente.

Destaco la labor humoristica de Vivian el Jaber como Alfreda Sforza, y ese toque de saña y cinismo, vendiendo putas y desquiciando la novela y fue potenciad cuando apareció su hijo Alfredo (Francisco Lummerman) que con su torpeza le dio un giro gracioso a la novela.

Un momento culminante en la novela fue cuando Candela Vetrano (Ana) tuvo su hijo en una casa de campo, sola y enferma, cuya actuación fue de lo más destacable y emocionante en la tira. Su hermana (Francesca) que enviudó antes de casarse, le dieron cierto protagonismo feminista pero cayo en las redes adulcodaras del amor.

Culmino con los mejores personajes de la novela: Mercedes Funes (Alicia) que fue construyéndose capitulo a capitulo, con su "r" mal pronunciada, con sus ideas locas y sobre todo por su amor incestuoso con su hermano Torcuato Ferreyra, que le daba un quiebre a los establecido. Al fin y al cabo "los malos" rompen las reglas.

No me gustó el giro que le dieron a Salaberry, interpretado por Luciano Caceres, donde muy bueno se convirtió en muy malo, para justificar más la "bondad" de Gonzalo Heredia. Soledad Fandiño, caia donde podía, y muy curioso el cambio de nombres como el cambio de amante (buena idea)
La parejita de Tomas Kirchner con Maite Lanata, le dieron su dramatismo y su particularidad, uno siendo hijo reconocido tardiamente por la madame Ivone (Andrea Frigerio) y la otra siendo adoptada por Samuel Trauman, donde tuvieron sus tiempos de acción. Asi como la impulsiva Helga, que hacía una Ucraniana con potencial de justicia por su propias manos.

Y Fernan Mirás con muchas salidas perversamente graciosas. Psicópata, reflexivo, ambicioso, tirano, con una lógica totalmente diferente a los hombres y mujeres de bien (como vos), grosero y hasta con la ambiguedad de la inteligencia y la azucarada búsqueda del amor de Raquel. Fernan Miras se destaca en los últimos años como un actor versatil con tintes muy graciosos.

En fin, fin de año. La novela que me acompañó el 2019, como una "mala costumbre".

No hay comentarios.: