"Es un canto a la soledad, pero
bien vista, no como un mounstro, sino una compañera que te hace vivir con
sensaciones de serenidad y de libertad"
Me posiciono en Diciembre del
2003. Yacía en la Avenida Juan B.
Justo, Mar del Plata. Tenía chiche
nuevo: un MP3 de 256 kb. Unos 25 o 26 temas, pero una canción sonaba una y otra
vez, para recorrer las abundantes cuadras hasta llegar a Playa Varese. Me refiero al tema “El último en saber” y cuanto
me cautiva su letra, y su música.
Hoy volví a reencontrarme con
él, cuando fui a mi profesor de guitarra, y me preguntó “que tema querés hacer
ahora?”, escogí este, y toda la melancolía se apodero, la misma cuenta de este
y otros momentos de serenidad, donde no me enteraba de nada, donde yo, con mi
soledad era el último en saber.
La canción cuenta con una
duración de 7 minutos, comienza abajo en R mayor y B menor y levanta en el
estribillo con el Sol y otros acordes.
Más allá de los tecnisismos, la música dispara contra el olvido, y este
tema me posiciona en la calma en medio de la turbelencia que está presente, que
me hace daño, pero me relegué sólo, sólo con mis pensamientos, y me siento, una
vez más a salvo, a pesar de lo doloroso que me encuentro.
Este tema tiene la sensación de
haber salido de una relación, de que hay alivio, que la soledad es agraciada y
llevable, además querés que nada ni nadie te moleste, que la información que
queres rescatar o analizar la decidís vos, y sos libre en realizarlo. Que hay lugares que dejamos huérfanos, pero
retomamos y hallamos estímulos que nos hacen sentir lo mismo o parecido. El rezo: “Cuando al fin lo dejás todo”, es como sacarse un peso enorme, que siquiera
pensás en re-comenzar, sino de celebrar el cambio.
Es un canto a la soledad, pero
bien vista, no como un mounstro, sino una compañera que te hace vivir con
sensaciones de serenidad y de libertad. Pero como
dice una oración: “Siempre es igual
La misma soledad sin una explicación”. ¿Qué voy argumentar?
La misma soledad sin una explicación”. ¿Qué voy argumentar?
Trascribo el tema de Grand
Prix, “El último en saber” de Sebastián Rubín, le agradezco en este blog, y la
página donde lo saqué es
Despertar
Sentir el sol
Respirar algún adiós
Todo es igual
La misma soledad sin una explicación
Navegar sin un timón
No está mal al menos hoy
Hay un lugar adonde puedo hallar lo que se me perdió
Siempre es igual
La misma soledad sin una explicación
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que no importa desaparecer
Y es que siempre soy el último en saber
Despegar sin un amor
Escaparme del dolor
Hay un lugar adonde puedo olvidar lo que me desarmó
Todo es igual
La misma soledad sin una explicación
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que es lo mismo desaparecer
Ya no importa dónde estoy
Y no importa dónde voy
Porque siempre soy el último en saber
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que es lo mismo desaparecer
Ya no importa dónde estoy
Y no importa dónde voy
Porque siempre soy el último en saber
Sentir el sol
Respirar algún adiós
Todo es igual
La misma soledad sin una explicación
Navegar sin un timón
No está mal al menos hoy
Hay un lugar adonde puedo hallar lo que se me perdió
Siempre es igual
La misma soledad sin una explicación
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que no importa desaparecer
Y es que siempre soy el último en saber
Despegar sin un amor
Escaparme del dolor
Hay un lugar adonde puedo olvidar lo que me desarmó
Todo es igual
La misma soledad sin una explicación
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que es lo mismo desaparecer
Ya no importa dónde estoy
Y no importa dónde voy
Porque siempre soy el último en saber
Cuando al fin lo dejas todo
Nada hay que perder
Si estás solo sabes que es lo mismo desaparecer
Ya no importa dónde estoy
Y no importa dónde voy
Porque siempre soy el último en saber
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