martes, mayo 19, 2009

La ignorancia de la Condena Social


Vivir en el mundo de hoy, condenando cómodamente a personas y pueblos enteros del pasado, es muy fácil; rotular de amoral, de represor, de fascista, de mala persona o mal pueblo, o la cobardía en sí, conlleva a limitación mental y a la poca apertura para el adentro del contexto y de situaciones del sistema en esos tiempos añejos.
En las siguientes líneas voy a hacer referencia a Galileo Galilei, a Julio Argentino Roca, el holocausto de la segunda guerra y el proceso militar en la Argentina.
Criticar o tomar partido entre lo malo y lo bueno, muchos años después es demasiado liviano y hasta fuera de contexto, en ese momentos se desconocía el pasado y el hombre era miserable, perverso y deshumano, como una cuestión normal, idealista y hasta como por obligación del deber, porque las condiciones así se daban en ese momento.

Nos remontamos quinientos años atrás, cuando Galileo Galilei contradijo a las “sagradas escrituras”, por un hallazgo científico, en la definición del sistema copernicano. Galileo, fue condenado dos veces por el Santo Oficio, en esa época, Galileo fue condenado y desplazado por la sociedad que lo componía, de hecho que sus descubrimientos eran blasfemos y agredían a lo escrito en la biblia.
En esa época la condena social repercutían con los que no respetaban la verdad absoluta, a través de la biblia y la llegada a Dios, y Galileo caía en la ridiculez y en el rechazo general, es por eso que tuvo que retractarse y tuvo que retractarse y abdicar sus ideas haciendo alusión de que su obra (Diálogo) era de ficción, al estilo de “la ILIADA.”
Sus discípulos y seguidores han etiquetado a Galileo como cobarde y traidor por su retracto, pero por suerte hoy día Galileo, se lo tomó en serio y la ciencia le está agradecido. Giordano Bruno, no tuvo la misma suerte y por eso murió en la hoguera.
Su muerte tuvo un efecto disuasorio en el avance científico de la civilización, particularmente en las naciones católicas, pero a pesar de esto, sus observaciones científicas continuaron influenciando a otros pensadores (dicho por Asimov)

En el siglo pasado a fines de los años 30’, Adolph Hitler se encontraba en el apogeo de su gobierno, Alemania era potencia mundial, contaba con pleno empleo, y la gente estaba muy conforme con su gestión. El contexto mostraba que el mundo necesitaba renovarse y progresar, y que el ejemplo de Alemania debía ser expandido. Hitler contaba con la espina de la primer guerra mundial, donde los altos mandos eran de religión judía, además del prejuicio que existía por el pueblo judío es entonces que declaró que la solución final era “Deshacerse del veneno de la humanidad”, los judíos.
El pueblos, los militares lo tomaron al pie de la letra. Es decir que defender a un judío era ser condenado socialmente, a pesar de que muchos tuvieron el heroísmo de hacerlo.
El holocausto arrojó a muchos condenados:
Primero los judíos sobrevivientes, ya que se corría la bola de que si pudieron subsistir era por tranzar con los militares, y si alguien se da cuenta que estaban prácticamente muertos y que la línea entre la vida y la muerte era muy delgada, cualquier acto de sumisión era válido y hasta entendible. Pero los mismos judíos lo condenaron por su supervivencia en los campos de concentración , y por acceder a ciertos servicios para los militares alemanes, para salvarse de la hambruna, del tifus y cualquier epidemia que corría en ese momento. Los judíos recalcaban la frase : “Los que se fueron eran los mejores”, luego de unas décadas los ex prisioneros fueron aceptados y un poco más comprendidos.
Segundo los que ejercían la milicia en Alemania, es decir los guardias de los campos y los que combatían. Los guardias de los campos de concentración, en principio, contaban con el mandato de que los judíos (y demás prisioneros) eran una espina en el mundo y que debía ser maltratados, tal vez como un acto de justicia (por el bien de la humanidad) los trataban peor que vacas al matadero, y que disfrutaban de su agonía. Es en realidad, la confusión y la futura condena y odio hacia los jóvenes que ejercían su labor, que creían que construían un mundo mejor.
Pero en 1946, de modo de no dar oportunidades para la retractación, comenzaron los días de horca para los militares alemanes que trabajaron para este genocidio. Muchos de estos desconocían las cámaras de gas.
El verdugo John Woods era considerado héroe por mandar a ahorcar día a día decenas de alemanes. Muchos querían tener, en forma de colección, la cuerda con el que él lo había ahorcado, cual camiseta de un jugador de fútbol.
Por último, hoy día, el pontífice, 70 años después, es condenado socialmente por la sociedad por haber pertenecido a grupos nazis, y en esos periodos, casi todo Alemania estaba de acuerdo con el gobierno nazi. Como si en ese contexto, se sabía todo lo de la actualidad.

Concuerdo que el ser humano no debería cometer más atropellos, haciendo de fáciles y livianas soluciones deshaciéndose de otros seres humanos para hacer justicia, ya que siempre cultivan a realizar un mundo menos pacífico.

Continuara…

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