viernes, diciembre 04, 2015

El Ocaso del amor










 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A esta altura de mi vida no hay duelo, aprehensiones, compromisos, asentamiento de cabeza, seriedad, involucración, ni tantos etcéteras con respecto al amor.  Voy sólo por la vida, y ya nada me deslumbra.  No creo que sea por un estado absoluto y soberbio, sino por simple elección y hasta ignorancia de ese sentimiento, al que no sé, si es natural o cultural.  Supongo que natural, porque el entusiasmo aparece por un estímulo que tiene una durabilidad de tiempo. 
Ahora uno puede preguntarme previsiblemente. ¿Qué pasa? ¿Quedaste dolido por algo? No, simplemente la experiencia de verme como un estúpido, una entrega a la que tengo que ceder más allá de lo que realmente puedo dar. Y eso, así como mi trabajo de hoy día, hace agua por todos lados. Entonces el ahondar éste entusiasmo al que no puedo manejar me conviene? No, me desequilibra y me hace sentir una especie de desasosiego y en muchas oportunidades,  comprometido y responsable por otra personas y el vínculo que conlleva.   Preciso, aún, hoy día, entrado en años y en limitaciones que se acrecientan cada vez más, tener mi tiempo de soledad, de libertad y de inacción.  
Cualquier persona de edad variopinta, me va a decir que no me llegó, que siempre hay una que te da vuelta. Claro que llegaron y varias veces, por eso me planteo si quiero seguir siendo un bocón, ser indiscreto, y a viva voz, prometer lo que no sé, planificar lo que no puedo sostener y adular lo que se va a contaminar.
Sé que soy una persona contaminante cuando la pareja trascendiendo. El hecho de significar: “Estar en pareja”, se refiere a una atadura que no puedo sostener, como me sucedió con cada una de las actividades que realizo en mi vida.  Corro el riesgo enorme, pero cuando algo me irrita y no lo pude soportar lo abandono o lo adapto (o muto), incluso, hasta mostrarme ridículo, limitado y con cero trascendencia, pero haciéndome entender que me hace sentir bien, libre o con sensaciones placentera.
El amor no va a volver de la manera pasada, tal vez, sea reemplazado por el sopor, el entusiasmo hacia emparejarme, tampoco vendrá.  Quizá, el enorme pánico de estar solo, y no tener contención alguna ante la degradación que la naturaleza castiga a casi todos los seres.  Entonces, para esa etapa, y si tengo la suerte que tuve todo estos años, muy a pesar mío, buscaré esa compañía de sopor.   
Realmente escuchando a gente, hombres y mujeres, enfatizando que merecen o que no. Realmente, siento que yo merezco nada, y está bien, porque no tengo nada que ofrecer más que uno o dos veces de todo el diálogo y entusiasmo que puedo aportar, luego se va abajo la estantería porque aparece el “yo” regular que es chato, aburrido, inútil socialmente, incompetente, sobreviviente.
Entiendo que es ridícula toda está fundamentación, pero me parece demasiado forzado ceder tanto, cuando tengo “obligaciones” que insumen tantas horas de no estar y disfrutar en soledad.
Lo que parece que tengo claro que el amor y el desamor con el entusiasmo y la angustia que los padecí, no creo que vuelvan a retornar.






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Crisis de los 40 pero con edad emocional de niño caprichoso. El infante se siente feliz satisfaciendo pulsiones, si no tiene la golosina que quiere hace berrinche. El adulto, además disfruta haciendo feliz a otros, saltando olas, haciendo un regalo a alguien que se lo merezca, haciendo un favor desinteresadamente. Ese placer de ver la cara del otro llena de felicidad por algo que uno hace, te llena más que satisfacer pulsiones. Saltar de la niñez a la decrepitud de la vejez sin disfrutar de brindarse a los otros es tristísimo.

8:40 a. m.

Anónimo dijo...

estar emparejado es ceder demasiado y tan solo el interes es por un breve lapso del tiempo (18 meses dicen que dura el amor y lo que sigue son ataduras)

desgraciadamente el amor tampoco es para los introvertidos salvo que la otra persona tambien lo sea y tambien te entienda que quieres estar alguno o varios momentos sin compañia

Anónimo dijo...

Por eso estás impedido de trascender los 18 meses con actos de entrega que generan más placer que las pulsiones del inicio. Y esos actos de entrega alimentan el interés que se ve transformado. Pero eso es para los que pueden. Vos por lo que contas no podes.

5:22 p. m.

Percho dijo...

Realmente, está certeza, hoy no tiene sentido. Volví a romper con mis sentencias, juicios y las traicioné. Pero esta ruptura, prueba que, hoy, con más de 40, sigo vital, a pesar de tantas reflexiones y conceptos.