viernes, octubre 04, 2013

De nada sirve escaparse de uno mismo

 
A mediados de los 70’, Moris tomo la guitarrita en estudio, le puso música con cuatro acordes a una guitarra desprolija, emitiendo una serie de problemas existenciales del colectivo postmodernista que vivía la gente que tenía dudas en Buenos Aires.

“Escaparte de vos mismo”.  ¡Qué paradoja en sólo 4 palabras! Realmente es imposible no convivir conmigo mismo las 24 horas, lo cual necesito a veces no profundizar angustias y depresiones, para ello buscó armas de escapes.   Estas herramientas no me sacan de mi mismo, sino que trasladan a otros estados, o tal vez, anestecia las sensaciones más profundas, dando lugar a las más básicas.  Este conjunto, es “escaparme de mi mismo”, ese qué vive lo previsible y para lo que le fue designado que pague el precio en este sistema, al que no sabe, aún, a pesar de la edad transitada, cuál es su vocación para actuar de manera natural y sin fobias.  La socialización, el servir, siempre me ha llevado a la congoja. 

Repasando la letra, la misma da lugar a opciones que, el autor, minimiza, subestima, como si el poder que el tuviese, que es impuesto por el “gran estandard de vida” que todos desean.  Moris pareciera tenerlo, pero en la canción muestra bronca y disconformidad.

Por ejemplo, un párrafo del  tema dice: “Veinte horas al cine puedes ir, y fumar hasta morir, Con mil mujeres pueden salir,  a los amigos lo pueden llamar…De nada sirve”

Estos elementos son el ropaje que uno se pone para exteriorizar su desnudez, su esencia: el cine, el cigarrillo, las minitas, los amigos. ¿y uno mismo que? La dependencia externa, supuestamente, te haría feliz.

Desde el inicio, Moris, enumera los factores externos que hacen el confort la vida ideal que las empresas nos hacer postergar la reflexión, de hecho, nuestros temas de conversación tienen que ser por estos factores externos, más que lo sentimientos de uno mismo, que esto último, casi no se utiliza, por lo que Moris describe su enfado con: “Si están podridos y aburridos de este mundo podrido. No, de nada sirve”.

Moris, sin embargo, destaca el fuero intimo con este párrafo: “Si uno usa la soledad interna que siempre nos corre, que siempre nos corre. Cuando están sólos, están bien sólitos? Ya no hay guitarras ni amplificadores. Están sólo en la cama y empiezan a mirar el techo y en el techo no hay nada”.   Aquí refleja la pesadez de la vida, la vida transita, yo pienso, el techo no me ayuda, no hay ideas, sólo dudas, muchas preguntas, ninguna respuesta, entonces de nada sirve.

Moris sabe que está sólo y aburrido, se pregunta el mismo, cuestiones esenciales y generales: “¿Qué puedo hacer? ¿Qué es mi vida? ¿Qué es este mundo? ¿Qué soy yo? Me voy a volver loco, no sé qué hacer”
Moris expresa la paradoja de que lo que sirve es darse cuenta de que nada sirve. Que la libertad, justamente es enajenarse.
En los tramos finales, Moris expresa lo que "tenés que hacer". La verdad, es hacer, por más que de nada sirva. ¿O no?

El ritmo de la canción se acelera. Para mí es una obra de arte del cuestionamiento existencia. La música pasa a tercer plano, porque además de la letra, esta la aceleración y desaceleración de Moris.

A continuación, trascribo la letra de Moris: “De nada sirve”. Una oda a la pesadez de sentirse sólo y de tener que sentir lo que el entorno quiera (o por lo menos disimularlo):

De nada sirve escaparse de uno mismo. 
De nada sirve escaparse de uno mismo. 
Veinte horas al cine pueden ir 
y fumar hasta morir. 
Con mil mujeres pueden salir; 
a los amigos los pueden llamar. 
De nada sirve... 
No se dan cuenta que de nada sirve 
tocar la batería, seguir la acería, 
no, de nada sirve. 
¿De qué le sirven las heladeras 
y lavarropas, televisores 
y coches nuevos y relaciones 
y amistades y posiciones? 
Si están podridos y aburridos 
de este mundo que esta podrido... 
No, de nada sirve. 
Los que van a la oficina dicen que todo sirve. 
Los que hacen música, creen que lo más importante 
de nada sirve. 
si uno lo usa para la soledad interna 
que siempre nos corre, que siempre nos corre. 
Cuando están solo, están bien solitos; 
ya no hay guitarras ni amplificadores. 
Están solos en la cama y empiezan a mirar el techo; 
empiezan a mirar el techo y en el techo no hay nada. 
Hay solamente un techo. 
¿Que pueden hacer? Es muy tarde, 
son las tres de la mañana. 
Los bares están cerrados, las mujeres duermen, 
los cines también están cerrados, 
la guitarra no se puede tocar, 
sino el vecino se va a despertar. 
¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo hacer? 
Estoy solo y muy aburrido 
¿Qué puedo hacer? ¿Qué es mi vida? 
¿Qué es este mundo? ¿Qué soy yo? 
Me voy a volver loco, no sé qué hacer... 
En ese momentito se dan cuenta 
que todo es una estupidez. 
Cuando van de veraneo y bailan shake 
con sus movimientos centroamericanos, 
sensualidad fabricada, 
tratan de levantar mujeres. 
Pero están vacíos y están muy podridos. 
Volvemos a la cama, que es un gran lugar 
para dormir o también para fifar. 
Cuando lo consiguen, en este mundo es difícil, 
está reglamentado... 
Muerden la almohada de desesperación. 
No saben qué hacer con sus vidas, 
ya todo fracasó. 
Han masticado chicles, han comido chocolates, 
han leido Radiolandia, han llamado a sus amigos, 
han salido con mil mujeres, han grabado treinta mil discos, 
han sido famosos, han firmado autógrafos, 
han comido hasta reventar, han fumado hasta acabar. 
¿Y qué queda? 
No queda, no queda, nada queda, nada queda. 
Hay una cosa que sirve, 
que sirve a esta humanidad, 
y es darse cuenta que nada sirve 
si uno lo usa para escaparse de uno mismo. 
Amigo, te doy un consejo aunque yo consejos no doy: 
trata de hacer la prueba de parar las maquinitas, 
las maquinitas que llevas dentro de tí 
y fíjate qué es lo que pasa 
cuando te agarra la soledad y te agarra el hastío. 
No escuches discos de Bob Dylan, o de Los Beatles, 
o de los Rollings Stones o de Mick Jagger. 
Mucho silencio, mucho pensar, mucho meditar. 
Nada de evasión y pensar 
¿Qué es lo que pasa conmigo? 
Si soy inteligente y también soy intelectual... 
Soy bastante inteligente pero estoy muy aburrido. 
¿Qué es lo que pasa conmigo? 
Yo aún no me lo puedo explicar, 
por favor que alguien me lo diga. 
No puedo salir de mí, estoy muy encerrado 
en mi prisión de carne y hueso. 
No puedo salir, no puedo salir. 
Me voy a morir dentro de mí. 
Antes de morir yo quiero salir, 
ver las estrellas, el mar, me quiero ahogar 
y quiero salir, quiero vivir, me quiero ir 
por favor, de mí. 
¿Qué puedo hacer? No hay nada que hacer. 
Tenés que vivir, tenés que sufrir, 
tenés que sentir, tenés que amar, 
te tenés que arriesgar, te tenés que jugar, 
no podés tener seguridad, no podés tener 
ninguna propiedead, te tenés que jugar, 
tenés que jugarte, tenés que salir 
a que te rompan la cara, que te maten, que te pisen. 
Tenés que querer a cualquiera, 
tenés que odiar a cualquiera. 
Ay, ¿qué puedo hacer? Estoy solo 
y todos pasan a mi lado. Nadie me mira 
o si me mira es para encerrarme. 
Estoy muy encerrado. 
De nada sirve escaparse de uno mismo.

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