martes, marzo 30, 2010

Nauseas, vómitos y displacer.



















Domingo, me quiero asegurar un fondo largo, me propuse hacer 26 km, para ello recorrería 5,5 km fuera de la reserva ecológica y 20,5 km dentro de ella.
En el 13 ya siento mareos, en el 18 me siento cansado y comienzo hablar, además de tomar todo mi gatorade, luego en el 24 paro, camino trato de correr, pero siento que me desvanezco, vomito, paro y camino.
La verdad la mayoría de la gente (para no decir todos) piensan en el tiempo del fondo, yo cada vez que salgo a trotar pienso si puedo mantener en pie la distancia que me prefijé.


Desde que comenzó el año, me siento digestivamente más flojo, los tratamientos médicos me irritan, ya que estoy teniendo uno por el tabique desviado, incluir otro para el sistema digestivo, me enferma, en realidad, me molesta tener una periodicidad en el policlínico, tal es así como no me gustan las rutinas en el hospital.
Estoy transitando un camino, donde cuando antes trotar+música era un símbolo de libertad y felicidad, ahora es un síntoma de esfuerzo y sacrificio, como bien rezan las publicidades, pero no como progreso, sino como supervivencia.
Sin dudas, es el pasaje del tiempo, que cada vez me empuja a resignarme a diversas limitaciones que no quiero, aún, aceptar.


Me falta salir del capricho, de que esta vida es la que elijo, pero que es muy difícil de sostener, al menos para mi.
Miro hacia fuera, y observo que la gente lleva mejor su vida, es decir encierran todo en motivos y fines, por lo menos se valoran más con el exterior, tal vez se esté incrementando mi envidia, por no tener fundamento a la necesidad de crecer, para ser un elemento de la cultura arrolladora u obsecuente porteña.


La polaridad de sensaciones, la ira, la inseguridad, la ansiedad, la docilidad, la antisociabilidad, la angustia, la rebeldía destructiva, la dependencia, lo inentelegible, la incultura; son conceptos negativos que se absorven dia a dia en mi ser vulnerable que se lamenta envejecer y que tiene opaco el camino.


Son crisis, que comenzaron temporal y climatologicamente, ya que el calor y la humedad me malhumoran, y que se devinieron en la menor resistencia física, la poca apertura mental y la incertidumbre por el que vendrá.
En otro apartado escribí algo acerca de las oportunidades, pero mi camino está, aún, oscuro, me falta la iluminación para volver a esta rato o emprender uno nueva, es un momento, como tantos otros, decadentes (en realidad por lo menos la mitad de la vida es decadente) .
El apego o aferrarme a actividades, personas, rutinas, sensaciones: hacen que esté más temoroso y más oscuro. Estos elementos, sin duda, se han viciados, pero son, además, mis motores, para seguir sobreviviendo y esa es lo que construye mi duda.


En fin, aún no estoy para dar un giro de 180 grados, porque no tengo bases sólidas para hacerlo, pero me encantaría en muchos aspectos, así como ser más constructivo y poder desarrollar mi sapiencia, que hace siglos que no avanza.

viernes, marzo 26, 2010

Lo de ayer y lo de ahora



















A veces por una caprichosa melancolía, a muchas personas se le da comparar como vivían antes y como lo hacen ahora, sus costumbres, los permisos y las prohibiciones, su faceta evolutiva e involutiva.
La nostalgia y la ilusión es lo que mantiene mi llama prendida para seguir un camino sinuoso, sorpresivo, polivalente y rutinario.
Cada uno tiene su realidad o su propia mirada a la misma, pero, en estos días, que estuvo en boga la memoria, se masifica y se uniforma las opiniones; eso si, se unifican 34 años después.


Los que vivieron en esa época, da la sensación, o que vivían con miedo, o que son cómplices y culpables por esa etapa del país. Es muy fácil hablar o decir ahora, que fulano trabajaba con los militares, cuando tal vez era un médico del hospital de Clínicas.
Hay gente, que no vivió la época, y si indigna cuando un joven (de ese proceso) salía a bailar y sus amigos también, y cuenta que no le pasaba, y tenía desconocimiento del terrorismo de estado que se estaba gestando en el pais. Un gran porcentaje de la población que vivía en esa época no poseía tal conocimiento y hoy es considerado culpable.
Como aquellos que compraban importado, como aquellos que festejaron el mundial de fútbol, y que trabajaban en el Hospital de clínicas, o ejercían derecho o eran jefes de prensa, y todas las acusiones que hay, hoy en dia, a los trabajadores de esa época.


En fin, ahora que pasaba cuando yo era chico o adolescente, en plena democracia, donde la televisión era un artefacto que pasaban solamente cinco canales, y la comunicación en su mayor expresión, era a través del contacto físico y real, y la novedad era más vecinal que global, hace que en estos dias tengamos mayor llegada con como viven a muchisimos kilómetros de casa, y tal vez sea más importante que lo que le pasa el prójimo.


En la calle jugabamos al patrón de la vereda, a la pelota, a la mancha, a la escondida, a subirnos a los techos de las casas, perjudicando a los vecinos que veían un pendejo colgado de su ventana. Los juegos de mesa era común en los adultos como el domino, el burako, el estanciero o el juego de la vida.


En las fiestas no se veían a 30 personas a la par mandando mensajes por celular, no era urgente saludar a los amigos o conocidos, el mismo día que comenzaba el año, hoy día sí.


Siento que hoy estamos en una gran evolución tecnológica con respecto a la información, es decir, es más fácil enterarse de las cosas o situaciones. ¿Pero para que? Para desconfiar del vecino, para creer que cualquier ser nos persigue, o para enterarnos de alguna catastrofe y ver las imágenes e indignarnos.


Hay una especie de gozo en el morbo, pero el miedo acecha y se profundiza con los medios, parece ser que encerrarse es la solución, para consumir lo que nos informan, pero da más cintura para sincerarnos con el tipo de Australia ya que tenemos esa facilidad y creemos que es un privilegio y extraordinario.


Hoy la tecnología a mi me supera, pero por goleada, no entiendo bien la utilidad ni el uso de ciertas herramientas hardware o software, pero porque tengo limitaciones para su utilización, y no tengo ganas de invertir el tiempo para aprender, hoy los chicos nacen con eso.
Ayer, me sorprendía con el reloj con jueguito y calculadora, así como el master que era un aparato que tenía seis juegos y hacía ruidito. La diferencia generacional que tengo con un ser humano diez años más chicos, se multiplica por dos a la diferencia de diez, hace unos diez años, pareciera ser una cultura distinta.


Pero, en definitiva el ser humano evoluciona, pero tras la evolución está la censura y el permiso excesivo. La censura, que me parece un acierto, es la de no fumar dentro de establecimientos cerrados, por lo que acapara el cigarrillo a la gente que no tiene ganas de recibir el humo cuando inspira el aire, pero no aquellas que tienen que ver con el esparcimiento como la canchas de fútbol o de recitales.
El permiso excesivo es: las formas de protestas, el uso y abuso de la información según los intereses, la democracia entendida como exacerbación de las libertades.




Si hoy tuviese quince años, una edad donde era relativamente pobre y ermitaño, hay actividades que no podría realizar: como ir caminando de Paternal a Belgrano a las 6 de la mañana o venir por la calle Sarmiento hasta Paternal, a las 20 hs, para llegar a las 21:30 hs.
Teóricamente sería asaltado o hurtado por algún malviviente, aunque con mi aspecto no creo que me robarían, pero parece que hoy la droga pega más que hace casi 20 años (aunque realmente no lo sé).
Tampoco podría ir a la cancha de visitante, porque está prohibido, además vaya a saber que le podría pasar en el conurbano a un adolescente que iba con el jogging sucio, con olor a chivo, y demás
Y supongo que los ratones sexuales se acelerarían, a través de los chats, de las páginas de búsquedas de parejas, de redes sociales, pero creo que tendría la misma suerte que tuve en la pubertad en seguir ilusionándome con besar a una chica. Antes me ilusionaba ver alguna parte sexual de alguna mujer y esperaba cumplir 18 para ver alguna desnudez total (era como ver la cara de DIOS), hoy no me preocuparía por eso.


Lo que dudo es si me tatuaría o me pondría un piercing, supongo que me hincharía las pelotas eso, pero podría dejarme llevar por esta modas, igualmente no tendría un mango y la envidia que tuve antes se acentuaría aún más por todos los gastos que hay hoy con respecto ayer, comenzando con el celular, Internet y todo el gasto que apareja esta tecnología.
En fin el ahora es distinto, no sé si es mejor, pero sin las cosas necesarias de hoy, ayer se podía vivir también, lo que pasa es que quedamos como si hubiesemos transitado en la era de las cavernas.

jueves, marzo 25, 2010

10% de propina a los deliveries















Hoy tomando un café en un bar de barrio me di cuenta que la tarea del mozo, es solamente preguntarte al comenzal que querés, y servirte lo que pedis con una mueca parecida a una sonrisa, cobra dos mangos pero con las propinas puede triplicar el sueldo.  La verdad que no sé donde nació culturalmente este tipo de ritual, pero bueno, ya está instalado.



Si le dejás menos del 5% te escupen.


Ahora los chicos-deliveries, presionados por los dueños de las rotiserias, pizzerias o cualquier casa de comida, además de cualquier factor climatológico o vehicular, observo que la mayoría no los valora y le deja a lo sumo $2, y muchas veces nada y tal vez pidió la promoción de 10 pizzas por $200.


En definitiva: las propinas son mucho menores que los mozos y el tiempo que gastan por pedido es mucho mayor: espera, subir si es departamento, trayecto de ida y vuelta para la búsqueda del pedido, en fin, encima tienen presión y cobran dos mangos. Y estamos hablando de que ya comprar comida es un privelegio tanto en restoranes como en casa de comidas porque cada vez más gente es reaccia a cocinar (sin mencionar a lavar, planchar, y cualquier tarea doméstica).

lunes, marzo 15, 2010

La curiosidad



La curiosidad, ¡Que divertido que es curiosear! Ver que está leyendo el de al lado, observar como se comporta la mascota con su dueño, apreciar los semblantes de las parejas que entran a un albergue transitorio, que compra un sujeto en la farmacia, en el supermercado, en las disquerías, lo que hacen en una casa cuando dejando la ventana abierta se puede ver el interior y un super-etcetera. Lo mejor es no emitir un juicio relevante, solo con un “Mirá vos”, y yá, a seguir curioseando o cambiando de actividad.


La curiosidad es uno de los motores del ser humano, hay acciones que se justifican que se hacen solo por curiosidad. La curiosidad, a simple vista, denota inocencia, expresa un hecho, trascendental o no, que no suele conllevar culpa ni sacrificio.


Generalmente el lugar de vacaciones se usa, además de descansar, para curiosear, uno está más expectante de lo que ve, que de lo que hace. Es estar en una determinada porción de tiempo al lado del camino, solamente siendo testigo de lo que observa. Aunque las variantes de la curiosidad pueden ser la competitividad y la envidia, pero eso son consecuencias de esta acción.


La curiosidad es un mecanismo que sirve para la búsqueda de información y va acumulando aprendizaje para la interacción con el ambiente que rodea al individuo.

Según la RAE, las acepciones de curiosidad:


- Deseo de saber o averiguar de alguien lo que no le concierne.
- Vicio que lleva a alguien lo que no debería importarle.
- Aseo, limpieza.
- Cuidado de hacer algo con primor.
- Cosa curiosa o primorosa.


Basándome en las dos primeras, creo que la televisión se encarga de hacer saber intimidades de personas, sin que le concierne al televidente, pero que a la vez sacia el aburrimiento del mismo, porque una buena arma para no aburrirse es curiosear algo ajeno, ya que uno puede sentir la necesidad de vaciar un rato, su ego y sus actividades.


Particularmente me considero moderamente curioso, en todas las acciones que mencioné arriba y con los animales, me da mucha curiosidad observar su comportamiento ante determinados estímulos. Así como dijo Fito Paez, en una de sus canciones, de vez en cuando: “Me gusta estar al lado del camino, es más entretenido y más barato”.