miércoles, noviembre 06, 2013

Catarsis de otro estado depresivo.


"me inculco la responsabilidad de mi falta de actitud, de mi carencia de voluntad, del excesivo desgano para hacer las cosas que pudieran estabilizarme"





Otro sinsentido asoma en mi vida.  Caer, nuevamente, con otra gripe.  Haber estado en una reunión donde me sentí sumamente incómodo y sin escapatoria.  Asumir la infelicidad es algo que me hace descender en otro pozo.
Puedo hacer apología al suicidio, pero me gusta sentir, a pesar de que la tristeza es, también, un sentimiento, la acepto y es parte de la vida.

Pero ¿Cómo vas aceptar estar triste, la mente es tan poderosa que puede cambiar tus visiones?  Es cierto, pero todas las sub-realidades en que vivo, no hacen más que revolcarme en el dolor mental y físico. Cada cual puede interpretar las cosas como las observa, así como los noticieros informan sólo una parte del hecho, la parte más superficial, pero no los sentimientos de los implicantes.

Mi presente es insatisfactorio, reflexiono sobre todas las equivocaciones de este tiempo vivido, me inculco la responsabilidad de mi falta de actitud, de mi carencia de voluntad, del excesivo desgano para hacer las cosas que pudieran estabilizarme. Aunque hoy, no tengo en claro cuales son esas actividades

Corro, sí corro, para huir; porque sé que me calma y posterga la ansiedad, pero no sé si me da felicidad, me disciplino cuan adicto al alcohol toma su whisky, se anestesia, la cabeza carbura menos y vuela más.

Siento que hice todo mal, que las decisiones sirvieron para no volver a cometer los errores, pero que soy un gran “cometedor” de errores.  Que tengo miedo, que la confianza, es como la goma de borrar, cuanto más se usa, es decir cuanto más fallo, más disminuye la goma. Quedando la confianza nula. No confío en mi, no confío en los demás, no soy incondicional a nadie, nadie es incondicional a mí.  Quiero austeridad, pero no tengo idea como empezar, quiero emprender, pero es el mismo error de siempre. ¿En que? ¿Con quien?

Todo lo que hago, a mi saber, lo hago mal, no puedo comentar nada sobre aquello, porque no tengo fortaleza, la gente lo sabe, me demuestro vulnerable y se aprovecha, o peor aún, le soy indiferente.   Las cosas me afectan, y si la afectación me excede, entonces reaccionó como si no me afectase; en realidad, me paralizo y hago una deconstrucción de todos los años que viví.

Con un presente así, con un pasado sin carrera, con mucha supervivencia imposible de rescatar y con futuro, más que nunca, incierto, sin proyecciones, las ilusiones son escasas.   


No existe mi lugar en el mundo, no existe el hogar, solo condicionamientos para los lugares en que permanezco. Incluso mi cabeza se resignó a que soy un infeliz. 

martes, noviembre 05, 2013

Gracias Juan Carlos Calabró (1934-2013)

Anibal, “un pelotazo en contra”, un tipo barrial, con ciertos modismos austeros y de poca elegancia, cuyo cliché, a las mujeres que no seducía, fue: “Tu ruta es mi ruta”





El capocómico,  Diego Capusotto, expresó en su programa que la mitad nuestros recuerdos pasan por el vínculo con el cine y la televisión. Por ello cala hondo la noticia de su fenecimiento,  a pesar de que no lo ví en mi vida.  Uno siente el dolor porque, mediante su trabajo, me he reído, divertido e identificado.

Juan Carlos Calabró nació en 1934 en Villa del Parque, barrio de la Ciudad de Buenos Aires. Luego de dedicarse al ciclismo, se recibió de locutor, y en la primer experiencia de esta profesión fracasó por no decir correctamente “Cine Gaumont” (lugar adonde yo asisto asiduamente).
Sus imitaciones de doblaje de las series norteamericanas del momento, lo llevó a tener éxito en el ciclo llamado “Telecómicos”.  Su padrino en la profesión se llamó Aldo Cammarota.

A partir de 1962, no paró de trabajar. Comenzó a pulular entre Radio, Cine y Televisión.
Se casó con Aída “Coca” Picardi y fue su compañera hasta el día de hoy. Tuvieron dos hijas, y las dos recalcan que “Fue el mejor padre que una persona puede tener”, a pesar de su carácter seco e introvertido que el sostenía fundamentando que: “Soy un tipo de corazón grande y de pocas palabras”.

Sus grandes éxitos, de los que viví y disfruté, fueron, en la década de los 80’, con los ciclos “Calabromas” y “El Contra”.  En Calabromas originó varios personajes. Los destacables son

Anibal, “un pelotazo en contra”, un tipo barrial, con ciertos modismos austeros y de poca elegancia, cuyo cliché, a las mujeres que no seducía, fue: “Tu ruta es mi ruta”. Realizó varias películas con otro personaje de su calaña: “Minguito”, interpretado por el cómico Juan Carlos Altavista.

El otro es el gran Jonny Tolengo, un personaje que ridiculizaba a los delirios de una “Estrella de Rock”, y cantando canciones de “La barra de la coneja”, llegó al disco de platino, al Cine y a las canchas de Fútbol. 
Una de las coristas de Jonny era su propia hija: Ileana Calabró al que él hizo conocida artísticamente.

“El Contra” hacía poner en ridículo a los amigos de su partener: Antonio Carrizo en una etapa y Gerardo Sofovich en otra. Un sujeto que interrumpía a cada instante, irritable, que se la sabía todas, desubicado.  Donde lograba que el invitado se pelee con su compañero, haciéndolo quedar mal o suspendiendo algún favor futuro que el invitado realizaba.

Particularmente veía “Calabromas” y “El contra”, divirtiéndome mucho. “Jonny Tolengo”  fue un referente de diversión, como “Borromeo, entre otros.   Como su película “Gran Valor” que ví varias veces.

Lamentablemente, se fue uno de los que considero: “Los buenos”.