domingo, febrero 22, 2015

Quiero ver. Quiero ser. Quiero entrar




Corría el año 1999, el mejor año, si los comparo con los demás, a partir de 1990.  Trabajaba en  una obra social muy conocida, y me compañia, en esa época, era la Radio Supernova que, pasaba música alternativa a los consagrados, obviamente que, nacional.  

Salía un disco tributo a Charly García, llamado "Cerca de la Revolución", el mejor tema para ese entonces y uno de los tantas canciones que musicaliza mi vida es "Quiero ver, quiero ser, quiero entrar", si bien Charly la compuso en Porsigieco, la versión de Grand Prix me acompañó mucho tiempo y su versión me daba energía y alegría para afrontar lo que sea. 

2004, cuando Grand Prix ya me pegaba con su albúm "lejos", volví a retornar con "Quiero ver, quiero ser, quiero entrar", es sin duda, la letra más optimista de Charly García. Una y otra vez me pasaba el tema para afrontar una media maratón en Canelones, Uruguay. 

Ahora más allá del pasado, hoy he vuelto a trotar y este mismo tema alegro mi presente, siendo mi puntapié inicial para hacer 2 vueltas a la Reserva Ecológica, embriagada de una grotesca alegría y contentura. 
Lo pasado pudo haber sido mejor en algunas etapas, pero la vida la vivo y sigo. Quiero seguir.

Ahora que quiero ver? que quiero ser? adonde quiero entrar?
Quiero ver esos paisajes, sin necesidad de viajar y pagar por ello. 
Quiero ser espontáneo sintiéndome que estas jornadas no necesitan justificación y me sirven para seguir sobreviviendo, incluso vivir, subyugandome a buenos pensamientos.
Quiero entrar a la paz que me lleva hacer esto en muchas ocasiones, a pesar de mi pereza y de mi depresión.

La letra es la siguiente:

Presentame al señor tiempo 
se fue con vos, murió en abril 
si de lo contás al viento 
yo lo ví, yo lo ví. 


Y me pregunto quién ha robado mis días 
yo no se, yo no se. 
Si me preguntás que ha pasado entre mis manos 
yo no sé, no lo toqué. 


Invitame a ver tu historia 
nunca diré que ya la sé 
escondeme en tu memoria 
quiero vivir, quiero vivir 


y describime los lugares dónde has ido 
quiero viajar, quiero seguir 
y explicame hasta dónde has llegado 
quiero saber dónde morir. 


Quiero ver, quiero ser, quiero entrar.
Quiero ver, quiero ser, quiero entrar.


y recordame si alguna vez te miramos 
quiero llorar, quiero soñar

y abrime ahora las tres puertas de tu vida 
Quiero ser, quiero ver, quiero entrar (mmm quiero ser). 
Quiero ser, quiero ver, quiero entrar (mmm quiero ser).
Quiero ser, quiero ver, quiero entrar (mmm quiero ser).

Quiero ser, quiero ver, quiero entrar.

sábado, febrero 21, 2015

Cuando la vida te pasa por encima














Cuando la vida me excede y todo lo que hay alrededor, incluso en mi interior, es nefasto, se hace muy díficil seguir.   Las reiteradas ganas de dormir, la somnolencia hace que esté incapacitado a resolver los problemas, y me halle envuelto en una manta llamada "Miedo". 

Luego de una entrevista a un centro psiquiátrico, porque mi hermano quiere mudarse a un lugar más cerca, conté la historia de la vida familiar. Sin dudas que, en el resumen fue patética. La separación de mis padres por su constante violencia, el brote de hebefrenia de mi hermano luego de este acaecimiento, los intentos de suicidio de mi madre, los embistes entre mi padre y mi hermano cuando vivamos juntos y el callejeo de él, la internación de mi madre, el fallecimiento, los hoteles de mi hermano y que lo echaban de todos, las internaciones de mi hermano, el fallecimiento de mi padre.

Y acaso mi vida es buena? No, por mi rebeldía, por ser fugitivo a los problemas de otros, y de los mios propios, por no estar a la altura de nada, de no hacerme cargo, por no saber, por no aprender, por pánico, por fobia; mi resentimiento para aquellos que, aparentan o tienen, una vida normal y me dan consejos sin que se los pida, porque soy débil y vulnerable. Mi apatía al trabajo formal, mi falta de entusiasmo, mis limitaciones económicas del presente, mis faltas de proyectos en un sistema, al que creo rebelarme, pero estoy metido de pies a cabeza, sin tener armas para salir o para entrar en él con proyección de una vida más tranquila.  

"La vida es una", "la vida es un carnaval"; es fácil decirlo para bailar, para cambiar el auto, para tener el último celular, para garchar minas diferentes, para comerse un asado con vino, mientras se habla de guita o mal de la gente que se creen superior. 

Mis sensaciones son malas, me siento mal, pero puedo estar peor, claro que sí, al tener que involucrarme con gente, por obligación, unas 8 horas. La ventaja de hoy, que no lo hago, la desventaja es que mi capricho no se cumple y no tengo la suficiente inteligencia para hacerlo.
Además, hoy día, los empleos me pueden discriminar por viejo e incapacitado, además de mi apariencia que parece aún más senil. 

Los problemas me exceden, tengo que viajar a un pais donde la gente se maravilla por el consumo y cree que al ver grandes construcciones arquitectónicas, luces, autos y mercancías para comprar, está buenísimo y es ideal. Ya quedé, no puedo fallar, pero cero entusiasmo de hacerlo, lo que me alivia lo tengo en mi barrio. Además el tramiterío burocrático me causa mucha apatía y amargura, el ser dócil a que "por favor me dejan entrar?" no me identifica. 

Gente tiene sueños, yo no puedo a ayudar a concretar los sueños de otros, porque en mi ego, en lo terrenal, no cumplo los míos, o los cumplo de a ratitos, que al fin y al cabo son aparentes, como la vida en sí, aunque el que manda es el sistema con valores y disvalores, y yo estoy en el segundo grupo.

miércoles, febrero 11, 2015

Somatizaciones




















Esa supuesta calma que antecedió al Huracán, ya pasó, ahora vivo épocas turbulentas, nuevamente. 
Por eso, cuando hay eventos "deportivos", como correr una maratón de correr o nadar en aguas abiertas, y en el momento me siento, a mi criterio, "pleno", luego, suele suceder un disparador que se hace un alud y que somatizo. 

Luego de las Aguas Abiertas de Escobar, que lo pase genial, por tener mis sentidos con la naturaleza y el privilegio de sentirme bien al envolverme en el agua del Río Paraná e ir percibiendo diferentes temperaturas del agua y de mi cuerpo, se vino la debacle que, hoy, sufro.  
Primero la descomposición del auto que tengo, se rompió la batería, se quedó en el camino, y me han ayudado, remolque de por medio.  Esto me trajo ciertos trastornos. El mecánico que me cobra 4000 pesos, y que yo no contaba en gastar ese dinero, cuando estoy, en este momento sensible y austero en los gastos.  Eso me sirvió a plantearme si estoy en condiciones a viajar, cuando estoy casi con la soga el cuello, que si bien lo haré, aunque me tenga que quedar en la casa. 

Igualmente, al culminar una prueba, me relajo, pero en este caso, me deprimo. La gastritis es la manera de somatizar mi malestar, eso aparejado a mi falta de lucidez para entender los acaecimientos primarios, y pensar de manera limitada. 
Los caminos a seguir son muy supervivientes, es decir, no me queda otra, si es que consigo algún trabajo, porque en el 2012 no me tomaron ni en la consultora que tantos años trabajé y que, con razón, ya que soy un montón de basura, me rechazaron. 

No me actualicé, y lo que probé, si bien no fracasé, no alcancé la autonomía de prosperar.  Eso conlleva a sentimientos de desamparo, de futilidad, frustración y demás significaciones que son originarios por el pánico de lo que vendrá y que no tengo las ideas ni las herramientas para resolverlo. 

Como escribí, mi somatización se produce en problemas gastrointestinales, además de mi  terquedad de tratar con personas, de la nula visión a que algo bueno o normal me vaya a suceder, y mi nihilismo generalizado. 

Para culminar esta catarsis dejó la acepción técnica de somatizar

La palabra somatizar refiere a la transformación inconsciente de una afección psíquica en orgánica; la somatización es un cuadro bastante recurrente y que ha afectado, afecta o afectará a una importante cantidad de individuos en el mundo entero.

Muchas veces, las preocupaciones cotidianas que no logran solución o la sucesión de un acontecimiento sumamente shockeante derivan en una somatización, es decir, el problema psíquico termina convirtiéndose en un dolor de panza, de cabeza, en náuseas, entre tantísimas dolencias o afecciones


Un trastorno de somatización, también conocido como histeria crónica o síndrome de Briquet , es un diagnóstico psiquiátrico que se aplica sobre aquellos pacientes que se quejan constantemente de dolencias y síntomas físicos, pero que no tienen ningún desencadenante físico identificado, o sea, no existen físicamente.