martes, noviembre 27, 2007

50 Km en la baja presión de Famatina




Luego de una semana difícil, donde la fiebre me pasaba la factura física, viajé unos 1300 km. en ómnibus a Famatina, La Rioja.
Durante el trayecto la fiebre no cesaba, a pesar de mis 37,6 º, mi cabeza deseaba poder estar en el punto de partida, aunque no era aconsejable hacerlo. Igualmente no fue excusa de tanto sufrimiento, el mismo era inevitable.
Al arribar al pueblo me doy un baño y espero unas horas, tratando de tocar algo con la armónica, mientras aprecio la vista a la montaña que me regalaba el colegio que me albergó este fin de semana.
Se hizo las tres de la tarde. El clima estaba pesado y costaba caminar por el calor y la baja presión que se sentía en la atmósfera.

Después del himno y la espera, a las 15:30 hs. dieron la orden de largada. Culminar las cinco vueltas de 10 kilómetros, era el objetivo de todos.
El primer kilómetro fue rápido para los 24 corredores que se animaron a los 50 km. Particularmente el mío fue en 4’ 50’’, por eso me dije: “Pará che, vas rápido”. Saludo en el retome a Martín Paternó que largó punteando la carrera.
Me costaba adaptar un ritmo de carrera, el piloto automático no aparecía. El pasar el kilómetro 3 me tranquilizó porque había bajado el ritmo, aunque en realidad fue porque no había aire y el camino contaba con pendiente constante a partir del km. 1,5 km. hasta el 5. A esta altura Axel me convencía con su canción: “Si va a ser, será”.

Antes de llegar al 5, había una loma pronunciada y pensaba: “Está la cruzaré caminando en otras vueltas”. En el 6 te tirabas del tobogán y era una sensación relajante. Luego de la subida del 6,5, y a partir del kilómetro 7, había una linda bajada o por lo menos, llanura. Yo estaba sorprendido al pasar mi primera vuelta. Le digo a Francisco G.: “La primer vuelta me destrozó” y eso que hice 54’.
Cecilia Morales me seguía a partir del kilómetro 8. Yo no tenía aire, me sentía ahogado; tal es así que en el 13,5 km, le digo “Ya morí”, y empiezo a caminar.
Mis sensaciones eran de resignación y de sorpresa. No podía creer que ya estaba muerto con tan poco recorrido. Del 13,5 hasta el 16 mis pensamientos eran sólo sobre cuándo iba a abandonar. Lo peor, y para nada aliciente, fue ver a Julito Morales abandonar al pasar la segunda vuelta.

El comienzo de la tercer vuelta fui pensando: “Me da lo mismo correr, caminar, gatear”. Lo que sí en todas, en muchísimas casas, ofrecían agua, naranjas y además se contaba con 6 puestos de hidratación ubicados en los kilómetros 1,5; 3,2; 5; 6, 6,7 y 10.

La idea de abandonar seguía en mi mente. Iba por el kilómetro 22 y Silvia Diaz me pasa como poste. Yo la trato de seguir, pero es en vano. Al llegar al 25, el puntero me saca una vuelta. En el 26 otro corredor me saca una vuelta y corro junto a él 2,5 km., culminando agotado, sentado en el patio de la casa de unas señoras. De repente observo que una de ellas, bastante mayor (pasados los 70 años), trae una palangana gigante llena de hielo. Me froto en la nuca y sigo.
En el 29, aprecié, firme, a un señor con una botella de agua, la cual volví a rechazar, como en la ronda anterior. Me pareció curioso ver muchísima gente extendiéndome su mano con una botella, vaso, taza, etc de agua o de algún líquido.

En el kilómetro 30 paso cantando la canción que estaba escuchando y levanto un poco a la gente de la plaza. Le pido a Francisco un antiácido, ya que tenía sensaciones de provecho o un fuego que recorría mi garganta hasta el pecho. Me dio un líquido rojo que ni sé que era. Divisé a Silvia Díaz y tomé el rol de espejo, haciéndome recordar una canción muy añeja de cantaniño… En este caso si ella corría, yo corría, si ella caminaba, yo caminaba, si ella gateaba, yo gateaba.
En el kilómetro 33 la alcanzo y caminamos juntos sin hablarnos. La divisamos a Mercedes, una gran referente de ultra-distancia, quien me dice: “Dale, vos podés”. Luego se encargó de convencer a Silvia. Yo me quedé con el mensaje de Mercedes. La tarde ya estaba bajando sobre el pueblo de Famatina.
Aquí pensé en Ernesto, cuando decía: “En estas carreras lo importante es avanzar” y también apareció mi amigo Chien con su frase exitista: “Si abandono una carrera, no corro más”, párrafo que me quedó grabado en ese momento.
En el 35 un señor con un caballo me decía a un galope corte: “A este ritmo, a este ritmo”, me causó mucha gracia.

En el 36 diviso a un corredor y trato de correr con él. El del puesto del 37 me dice: “En la bajada lo pasás como querés”. Le contesto: “Estoy agotado, no estoy para competir”
Corrimos juntos hasta el 39 km, donde finalmente le acepto el agua al señor que generosamente ofrecía su botella. Me dice: “Ya está, ya terminás”. “Me queda una vuelta más:”, le contesto; me dibuja una mueca de resignación.
Alcanzo al riojano que corrió unos kilómetros conmigo e hizo señas de abandono. Yo paso cantando los 40 km. Mi buen ánimo me duró casi 2 km. En el 42 km vuelvo a caer en forma estrepitosa. Lo cruzo a Agustín y le digo que mi estado es patético. El me dice: “Aguantá hasta el 46 que viene la bajada”. Le entrego mis anteojos y sigo.
A esta altura correr hacía que se me subiera todo a la garganta.

Llegando al 45, ya de noche y sin luz, me daba vueltas la cabeza y si miraba para adelante el horizonte viajaba en forma circular hacia mi vista. Silvia me pasa y me dice: “No me vas a hacer correr sola con esta oscuridad”, “No puedo, no puedo” ,le contesto. Francisco me pregunta: “¿Estás bien?”. Yo levantó la mano con mi vista fija en el piso, ya que si fijaba la vista adelante, la sensación de desmayo era constante, si bien el clima era más alentador, mi cuerpo y mi mente yacían destrozados. En el 46 veo la ambulancia y a los puesteros, les digo: “Quiero sentarme, no doy más, ni siquiera puedo caminar”, me acuesto entre dos sillas. Los médicos me dan sales, entre otras cosas, y finalmente vomito. La forma de devolver me remitió a mis viejas borracheras en que el malestar era constante, mi estomago no cesaba de escupir y de revolverse.

Me toman la presión y tenía 6-3, me sentía helado y a pesar de eso, repetía: “voy a seguir, voy a seguir” y seguía devolviendo. Me dan oxigeno y empiezo a recuperar mi lucidez. Luego de decenas de minutos, vuelvo al ruedo, con la ambulancia atrás. Tomo Coca Cola en el 47, y empiezo a correr, por sobre todas las cosas. Me aplauden algunos pueblerinos, la ambulancia me toca bocinas. Me pongo el MP3 en el kilómetro 49. y empiezo a escuchar el tema que más me pegó en esta carrera: “Fatal Destino” de Bulldog.

Llego con una gran alegría, sacándome de encima todas las sensaciones feas que tuve en la carrera, pero remarcando las inolvidables.

jueves, noviembre 22, 2007

Las Siete Virtudes Capitales






Me pregunto si el antónimo de pecado es virtud. En realidad, para la iglesia católica si lo es. Se aplica, según este dogma, para que el cristiano salve su alma y quede libre de culpa. Pero igualmente hay características en cada uno de ellos en que sí veo virtudes, o por lo menos reacciones constructivas para un bienestar propia y el ajeno. Otras características las observo superfluas y agarrada de los pelos.

Particularmente prefiero, en general y con excepciones, las virtudes capitales que los pecados capitales.

Igualmente en este sistema capitalista aceptado por la gente se puede ver que, como escribió Jano Magaledro, las siete virtudes puede estar al lado de la autoridad capitalista y soberbia:


Humildad - Para aceptar mansamente la autoridad
Generosidad - Para servir a la autoridad
Castidad - Para profundizar en la infelicidad
Paciencia - Para soportar los abusos de la autoridad.
Templanza - Para recibir dulcemente todo tipo de abusos cometidos por la autoridad
Caridad - Para sostener a los que padecen abusos al objeto de que sigan padeciéndolos.
Diligencia - Para trabajar al servicio de la autoridad.



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A continuación doy mi parte de pertenencia a cada uno de ellos, luego de la definición de los mismos.


1. Castidad (Contraponiéndose con la lujuria)
1.1 Definición

Es el comportamiento voluntario a la abstinencia de placeres y/o actos sexuales, ya sea por motivos religiosos o sociales.
Es la virtud que modera el deseo de placer sexual mediante la culpa religiosa.
Para los casados la castidad significa ser fiel, para los no casados significa abstinencia.
La castidad se liga moralmente contra los actos de lujuria, masturbación, fornicación o adulterio, pornografía, prostitución, violación e incesto.

Desde el punto de vista psicológico, se contrapone, en parte, con este pecado, ya que la sexualidad es una necesidad básica para el ser humano.

1.2 Mi pertenencia a la castidad
Sin dudas, es una de las virtudes que se han quedado en el tiempo, aunque tenga cierto acatamiento de muchas personas en la actualidad. No creo tener cierto grado de pertenencia a esta virtud, pero tampoco tomo el sexo como deporte y me jacto de esto.

A veces me suelo confundir o ver confundidos a ciertos hombres ya sea por instinto o por soberbia o por codicia, que tener muchas mujeres u hombres para practicar sexo con el poder que ello implica, transformando el placer en un rutina o estructura., Pero en mi fuero intimo, estoy estableciendo una paradoja, ya que el placer que da es único y desestructurante y me gusta.

2. Templanza (Contraponiéndose con la gula)
2.1 Definición

Es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados.


Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’
Es también llamada moderación o sobriedad.

Viene de la palabra templo, y nos lleva a considerar nuestro cuerpo como un templo.

2.2 Mi pertenencia a la templanza
Es una de las virtudes que elijo, más que el pecado, aunque a veces me puedo dejar llevar por ciertos vicios sociales, a los que no soy constante. Realizo culto a mi cuerpo, me gusta ver mi bien fisicamente, agíl y con fuerzas

Si bien es una postura narcisista, no suelo esperar aprobación de mi templanza. Como con moderación y sobriedad naturalmente y no por modas o por buscar la aprobación de la etica y moral de no se quien.


3. Generosidad (Contraponiéndose con la aviricia)
3.1 Definición
La generosidad del ser humano es el hábito de dar y entender a los demás. Comparado a menudo con la caridad como virtud, la generosidad se acepta extensamente en sociedad como un hábito deseable.

En momentos de desastres naturales, los esfuerzos de la ayuda son con frecuencia proporcionados , voluntariamente, por los individuos o los grupos que actúan unilateral en su entrega de tiempo, de recursos, de mercancías, de dinero, etc.

La generosidad es una forma de altruismo y rasgo del filantropía, como pueden verse en las personas anónimas que prestan servicios en una organización no lucrativa.
La generosidad puede también ser tiempo, dinero, o trabajo del gasto, para otros, sin la recompensa en vuelta.


Aunque la generosidad del término va a menudo de común acuerdo con caridad, mucha gente en el ojo del público desea el reconocimiento de sus buenos actos. Las donaciones son necesarias para apoyar organizaciones y los comités, sin embargo, la generosidad no deben estar limitada a épocas de gran necesidad tales como desastres y situaciones extremas.
Incluye las intenciones puras del individuo de mirar hacia fuera para bien común de la sociedad y dar ejemplo a los demás.
La generosidad debe reflejar la pasión del individuo en su ayuda.


3.2 Mi pertenencia a la generosidad

La genrosidad está ligado, para mi, a la humildad. Cuando se es generoso buscando una palmada en la espalda, alguna recompensa o demás, se transforma en una negociación o algo mercantilista. Por ejemplo el haber corrido por las comunidades de Chaco, no me parece haber hecho genorosidades, simplemente la empresa que me convocó me regló su indumentaria y me sirvió su uso. Cuando doy a mi familia, que ya no tiene mucho para dar por sus condiciones de salud, está en mi dar mi tiempo hacia ellos. Cuando me ofrecen ayuda sin que lo pida, presiento que me invaden, es por eso que me pongo al margen al ofrecer "ayuda gratuita" a los que no la necesitan.

Los actos generosos son los que más me sensibilizan, el establecer equipos cooperativos, donde la competencia quede vapuleado es el brillo a mis ojos. Los que son generosos o que realizan actos practicamente "altruistas" merecen mi admiración y respeto. Por suerte conocí mucha gente que lo hace, aunque es dificil de encontrar. La competencia desleal está ligada con la avaricia y la codicia.


4. Paciencia (Contraponiéndose con la ira)

4.1 Definición

La paciencia es la aptitud que lleva a los humanos a poder soportar cualquier contratiempo y dificultad.

De acuerdo con la tradicción filosófica, "es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre no se deja dominar por él".
El paciente va haciéndose fuerte poco a poco, mientras que el fuerte sabe ser siempre paciente. El ser paciente requiere de un incremento en la fuerza cuando ésta, por lógica natural, decae.

4.2 Mi pertenencia a la paciencia

Alguna vez escribí que mi ira era debilidad. Sin duda, uno de los comportamientos más instintivo que poseo es la ira y cuan debíl y expuesto me hace este tipo de reacción. Mi intolerancia a muchas cosas del sistema hace que mi paciencia se opaque. Pero, a la vez, la paciencia da cierta libertad y relajo, unas frases de paciencia es que "se haga la voluntad" o "si va a ser será, sino seguiré esperando tranquilo".

El correr ultradistancias o maratones hace que la paciencia reflote en mí y eso me da cierta sensación de libertad.

En el mundo acelerado de hoy, que se minimiza la paciencia y se quiere todo "ad hoc", porque si, hace que rectifique que la paciencia es, sin duda, una gran virtud.

5. Caridad (Contraponiéndose con la envidia)
5.1 Definición

La caridad es el amor desinteresado hacia los demás. Es la prestación de auxilio a los más necesitados.

Valor moral que faculta al ser humano a ayudar a otros sin esperar nada a cambio.

5.2 Mi pertenencia a la caridad
Virtud ligada a la generosidad y paciencia. Es aquella que no tiene celos que da sin recibir y sin esperar. Mi ligadura hacia esta virtud es casi como la generosidad y paciencia. Se que la ira puede desvastar el ser caritativo con alguna persona.

6. Humildad (Contraponiéndose con la soberbia)
6.1 Definición

La humildad es una cualidad o característica humana que es atribuida a toda persona que se considere un ser pequeño e insignificante frente a lo trascendente de su existencia o a Dios según si se habla en términos teológicos.

Una persona humilde generalmente ha de ser modesta y vivir sin mayores pretensiones: alguien que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros.

El concepto de la humildad en varias confesiones es a menudo mucho más exacto y extenso.

La humildad no debe ser confundida con la humillación, que es el acto de hacer experimentar en algún otro o en uno mismo una avergonzante sensación, y que es algo totalmente diferente.
La humildad es una virtud de realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia. Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos. Es decir, es la sabiduría de aceptar nuestro nivel real evolutivo.



6.2 Mi pertenencia a la humildad

Descreo soberanamente al tipo que dice ser humilde, mucha gente dice que sus logros fueron realizados con humildad y cuan confundidos los veo. La humildad está relacionada a no buscar reconocimiento, si bien como es lo veo, creo que la humildad es mucho más instrospectiva que la soberbia. Solo uno sabe cuantas limitaciones tiene y cuan vulnerable es en este mundo.

Si traducimos la esencia del ser humano, puedo remitirme a la soberbia, más que la humildad. El sistema de hoy es capitalista y no socialista, es por eso que trazo esta marca de soberbia y codicia, contra la humildad y generosidad.

Es otra virtud que admiro de mucha gente en ciertas situaciones. El humilde no se jacta de estos actos, no se vanagloria. El humilde, es sinónimo de libertad y de no hacer lo que quieren los demás que hagas, es por eso que ciertos actos de estos comportamientos son constructivos.



7. Diligencia (Contraponiéndose con la pereza)
7.1 Definición

La diligencia procede del latin "Diligere" que significa Amar, pero en un concepto más vago que de su similar latín "Amare" que es mas general.

Forma parte de la virtud de la caridad ya que esta motivada por el amor.
La diligencia, en sentido más alto, es el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Una prontitud de hacer algo con gran agilidad tanto interior como exterior. Como toda virtud se trabaja, netamente poniéndola en práctica.
En su calidad de virtud, la diligencia abarca a Dios, a uno mismo y con los demás:
Diligencia con Dios significa cumplir con los compromisos con Él.
Diligencia con uno mismo significa no ser inactivo, no caer en la pereza, con metas fijas y cumpliéndolas a tiempo.
Diligencia con los demás significa poner entusiasmo en las acciones que se realizan con y para ellos.



7.2 Mi pertenencia a la diligencia

Diligencia me parece la virtud más esclavizante. Sin duda la que está más ligada al sacrificio que al placer, más allá que provenga de amar y de caridad. En el mundo de hoy, ser diligente y ponerse la camiseta para que otro acumule capital, es una virtud, pero es una virtud virtual, de lo cual se me hace que uno termina siendo abusado y esclavo por un ser víl y codicioso.

La pereza me parece que está por encima de la diligencia, aquí soy pecador.

Si estoy cansado, descanso, si tengo que conseguir plata trabajo solo por el vil metal. Pero mi característica es mas hedomista que trabajosa, estoica o mandatoria.

viernes, noviembre 09, 2007

Mis Siete Pecados Capitales





Hoy le toca a los pecados capitales. Teniendo el concepto de pecado a la actitud "prohibida", "malas", no poseedoras del ticket del paraíso y cualquier perorata supraterrenal y celestial.
Me parece que, según de la ponderación, creo que todos han cometido algún o algunos pecado.

Los "Siete Pecados Capitales", Son una clasificación de los vicios mencionados en las primeras enseñanzas Cristianas católicas para educar e instruir a los seguidores sobre la ética y la moral.

Listados, originalmente, por Gregorio I en el siglo VI, los siete pecados capitales son: Lujuria, Gula, Avaricia, Pereza, Ira, Envidia y Soberbia. Hubo un octavo capital que era el de vanagloria.

A los pecados capitales se asocian las virtudes capitales: Castidad a la Lujuria;
Templanza a la Gula; Generosidad a la Avaricia; Diligencia a la Pereza; Paciencia a la ira; Caridad a la Envidia; Humildad a la Soberbia.

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A continuación doy mi parte de pertenencia a cada uno de ellos, luego de la definición de los mismos.

1. Lujuria
1.1 Definición
La lujuria es el pecado que incluye pensamientos o deseos obsesivos o excesivos de naturaleza sexual. La lujuria insatisfecha puede llevar a compulsiones sexuales o sociológicas y/o transgresiones incluyendo (pero no limitadas a) adicción al sexo, adulterio y violación.

La lujuria y el amor son cosas distintas; mientras que un amor genuino y desinteresado puede representar el más alto nivel de desarrollo y sentimiento de comunidad con otros en una relación humana, la lujuria puede ser descrita como el deseo excesivo por el placer genital. Entonces, la otra persona puede ser vista como "medio para un fin" para la satisfacción de los deseos del sujeto, convirtiéndose en un objeto en el proceso.

1.2 Mi pertenencia a la lujuria
El sexo me ha dado placer. Ver a alguien atractivo, puede provocar mi inmediato deseo de posesión sexual, como algo natural. Creo que en algún momento tuve adicción al sexo y no me parecía que estaba en una época pecaminosa ni penosa. Adulterio he cometido y no me dí cuenta. Violación no estoy seguro de haberlo hecho, me parece que siempre hubo consentimiento. Sin duda he usado a otra persona para ese fin y tengo más sensaciones de agradecimiento que de culpa.


2. Gula
2.1 Definición
Actualmente la gula o glotonería se identifica como el consumo excesivo de comida y bebida, aunque en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado. Marcado por el consumo excesivo de manera irracional o innecesaria, la gula también incluye ciertas formas de comportamiento destructivo. De esta manera el abuso de substancias o las borracheras pueden ser vistos como ejemplos de gula.

2.2 Mi pertenencia a la gula
He tenido excesos con el alcohol y con mezclas, simplemente porque quería jugar con mi cuerpo y desinhibir mi mente. He querido volar, y lo he hecho, he querido sacarme los prejuicios y lo he hecho. Nunca aprendí de las moralinas y sí de mis borracheras y otros excesos.
Mi ansiedad está asociada a la gula y mi angustia oral.


3. Avaricia.
3.1 Definición
Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas.
Este incluyen deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal, como en el caso de dejarse sobornar. Búsqueda y acumulación de objetos, robo y asalto, especialmente con violencia, los engaños o la manipulación de la autoridad son todas acciones que pueden ser inspirados por la codicia.

3.2 Mi pertenencia a la avaricia
El pecado que más odio en la vida humana. Odio la codicia porque perjudica a otro, ese hambre de ganar me pone muy nervioso. Los avaros o codiciosos son comunes en este mundo capitalista. El que acumula capital, por las dudas si tiene hijos que no sepan valerese por si mismos y tienen cero genorosidad, para acumularlo o comprar un yate más caro que el próximo me da asco.

Yo soy avaro con el tiempo, ya que me da bronca cederle tiempo a gente a que necesita mi plusvalía. Soy un tanto celoso en dedicar mi tiempo a gente que mucho no me interesa, pero me ata el puto dinero. Uso mi aviricia como defensa.
Igualmente yo no creo que quede absuelto de este pecado.


4. Ira
4.1 Definición de ira
La ira puede ser descrita como un sentimiento no ordenado, ni controlado, de odio y enojo. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacía uno mismo, impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza fuera del trabajo del sistema judicial (llevando a hacer justicia por sus propias manos), fanatismo en creencias políticas y generalmente deseando hacer mal a otros. Una definición moderna también incluiría odio e intolerancia hacia otros por razones como raza o religión.

Las transgresiones derivadas de la ira están dadas por homicidio, asalto, discriminación y en casos extremos, genocidio. La ira es el único pecado que no necesariamente se relaciona con el egoísmo y el interés personal (aunque uno puede tener ira por egoísmo, por ejemplo, por celos).
La impaciencia y intolerancia se ligan a este pecado

4.2 Mi pertenencia a la ira
El pecado capital más natural y el de mayor pertenencia, con respecto a mi persona. Odio a muchas sectores de la humanidad, suele odia los paternalistas, es decir los que tienen títulos de gerente, jefes o demás. Algunas veces este odio es sin sentido, es por la etiqueta. Odio también las personas presumidas y bellas(porque son dominadoras de muchos pelmazos) , los campeones deportivos, la gente popular, las masas que se ponderan por ser más y no por ser individuos, la gente serie, los que se vanaglorian.

Reemplazo muchas veces mi odio por la huída, la autofomentación de temor, ya que si me concentro mucho en ellas personas, puedo producir genocidio.
Un montón de gente integra la lista de mis enemigos que jamás volveré a ver.
Las borracheras anestecian esta sensación.


5. Envidia
5.1 Definición
La envidia se caracteriza por un deseo insaciable. Aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y que perciben que a ellos les hace falta. Se define esto como "amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos.
De la envidia surge los deseos de venganza y del desmonoramiento de la víctima.

5.2 Mi pertenencia a la envidia.
Este pecado se basa en cualquier sentimiento de chusma. Con este pecado siempre he estado arrependido, no de culpa, sino de tontera. No me gusta envidiar, no me sale naturalmente. Antes si asociaba a la envidia con mi ira, ahora me curé del primero, ya que dejo ser a la persona que sea lo que se le antoje, y si no me gusta me voy libremente.


6. Soberbia
6.1 Definición
En casi todas las listas, el orgullo es considerado el original y más serio de los Siete Pecados Capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros.

6.2 Mi pertenencia a la soberbia.
Cuando aplico censura al otro por algo que dijo, por como se viste, por como actúa; aparece este sentimiento, que me parece que está lleno de confusiones. Ser soberbio, puede estar asociado con la autovaloración, pero me parece que uno peca de haber sido un tic tac en la vida, es decir, alcanzar la perfección, y por una mera competencia justificarlo y creerse por sobre los demás.

Algunos "virtuosos" pecan de soberbia, y es potenciado por la entrega de la masa. No me considero soberbio en el sentido del virtuosismo, ya que no tengo ninguna virtud aparente.
La soberbia es un sentimiento que me da miedo particularmente, simplemente es que a veces soy mentor, y otras tantas víctima. El orgullo, para mi, es el hermanito de la soberbia.


7. Pereza
7.1 Definición
La pereza es el más “metafísico” de los Pecados Capitales en cuanto está referido a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Es también el que más problemas causa en su denominación. La simple “pereza”, más aún el “ocio”, no parecen constituir una falta. Tomado en sentido propio es una “tristeza de ánimo” que nos aparta de las obligaciones espirituales o divinas, a causa de los obstáculos y dificultades que en ellas se encuentran. Bajo el nombre de cosas espirituales y divinas se entiende todo lo que Dios nos prescribe para la consecución de la eterna salud (la salvación), como la práctica de las virtudes cristianas, la observación de los preceptos divinos, de los deberes de cada uno, los ejercicios de piedad y de religión.

Considerada en orden a los efectos que produce, si la acidia es tal que hace olvidar el bien necesario e indispensable a la salud eterna, descuidar notablemente las obligaciones y deberes o si llega a hacernos desear que no haya otra vida para vivir entregados impunemente a las pasiones, es sin duda pecado mortal.

7.2 Mi pertenencia a la pereza.
El pecado capital que me parece más simpático, ya que la sociedad observa a la vagancia como algo malo, como una estupidez, y yo la asocio al relajo, distensión y levedad; y en muchas ocasiones me parece genial.
Ya que en un mundo sumamente estoico y pragmático, la pereza está alojada al lado del placer. La especulación de trabajar menos o hacer las cosas más desinteresadamente sin sacrificio y casi sin esfuerzo puede estar ligado al placer. No me gusta trabajar tantas horas, me gusta descansar, relajarma y hacer actividades recreativas (no ligadas al avaro e interesado capital).

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En la próxima entrega, va mi asociación con las sietes virtudes capitales.

miércoles, noviembre 07, 2007

Maratón de Buenos Aires 2007 – Jugar es Correr.



“Recién acabamos de empezar a correr, no se puede parar, la segunda parte es mejor, hay que llegar hasta el final, la próxima estación es opcional”; fue el primer párrafo musical de Andrés Calamaro en “El tilín del corazón” y la primera estrofa que escuché al empezar a correr la Maratón, y, sin dudas, encajaba con lo que estaba haciendo. Una maratón que comenzó en el sur de la Ciudad de Buenos Aires ( Villa Soldati) y que culminó en el norte (Núñez).

El día era frío y soleado, ideal para rodar. Sentí cierta timidez al comenzar y algunos temblores. Me costó entrar en ritmo hasta subir a la autopista Richieri, donde escuché “De ahora en más viviré viajando, lejos de todo lo que me hace mal” (Mancha de Rolando); siendo éste el detonante para el aterrizaje de mi viaje mental.
Como ya se hizo costumbre, el benemérito Gerardo Ré me alcanza en el kilómetro tres y me dice “Cantá una que sepamos todos”. Estaba lejos de cumplir su petitorio ya que el set de temas lo tenía estudiosamente preparado para divertirme. Mientras tanto sonaba “Flores Negras” de Guasones.

Yendo por la autopista 25 de Mayo y la gente me pasaba sin cesar, demostración de que yo venía acomodándome a las canciones y a mi ritmo. Saludo en el 7,5 km al Parque Chacabuco, mientras “…Dejando mariposas escapar…”(Enanitos Verdes).
En esta autovía ya pude acomodar mi voz con el correr, con la respiración, y hasta con las gesticulaciones. Por ejemplo, cuando sonaba “…Que saltes al vacío y que no vuelvas nunca y que toda tu vida te mate la culpa“ (NTVG), hice una serie interminable de saltos, transgrediendo mi ritmo de rodaje (en realidad muchas canciones me hacían dar cambios de ritmos inconexos e incoherentes).

Al bajar de la autopista, en el kilómetro 14, me pasa a toda máquina Chien, y le dije “…no hace bien estar en soledad…” (Villanos).
Fuimos, la gran masa de los 12 km/h, camino al obelisco, el lugar fálico de la Ciudad, Tal es así, que al pasar por el kilómetro 15 con un montón de gente alentando, dije: “Baby, soy Ramera” (Estelares, el tema Feliz). Escuché ahí nomás tremendas carcajadas contagiosas, lo cual me hizo bastante gracia. Todo fue por el obelisco ¡Habrase visto, che!

Luego cruzamos el Cabildo y nos fuimos derecho a Alem, con “Aire”(Estelares) pasé a Picante y le dije lo siento “Lo siento, soy así, me gusta cantar”. El tipo me miró como incrédulo y con alto grado de rechazo a mi proceder.

Al llegar al barrio de la Boca, corro a la par de un señor que relataba dónde estaba corriendo. Este pintoresco personaje, mientras podía, cortaba camino en las esquinas; y por ejemplo balbuceaba timidamente: “La gente del Parque Lezama, bienvenida”; “¿Como está la gente de la Boca?. Vamos necesitamos su aliento.
Al pasar por la Bombonera estiré mi índice al aire y varias veces grité (del tema “La gente que habla sola” de Attaque 77): “All you need is love”.

La media Maratón me encontró gritando vehementemente “El fucking tiempo” del tema power “Por volver” de Bulldog, en este instante me mandé un pique de 100 metros, y desaceleré con “No basta” (Adicta).

Antes de cruzar el kilómetro 22 le digo, a la gente de mi alrededor: “Ahora, cuando pasemos el 22, aplaudamos que es nuestro kilómetro”; Para aclarar el 22 en la lotería Argentina significa “el loco”. Uno me dice: “Pero vos estás loco. ¿No te das cuenta que venís cantando como tal?”. Yo le respondo “vos no te das cuenta que estás corriendo 42 kilómetros. ¿Me vas a decir que no es una locura?”.

En el 23 me peleo con un chileno al que ya tenía harto harto (muy harto, para traducir), ya que fue me acompañó con la misma cadencia, más de 15 kilómetros. Me dijo: “Esto lo mando tú gobierno: un ataque contra Chile”. Le contesto: “A mi ahora no me interesan las naciones, ni que soy Argentino, yo soy Sebastián y no me vengas con banderilerías”.

En el 24, había un señor corriendo que le contaba a su compañera en bicicleta escenas de la película de “Joe Black”, sin duda estaba más distraído en la reflexión de tal escena que en la carrera en sí.

En el kilómetro 26 mientras desentonaba y gritaba “Hombre espacial Suicida” (Juana la Loca), me encuentro con alguien que compartió 27 kilómetros en La Falda, Cordoba y me dijo que me reconoció “por el timbre de vos”. Lo saludé y lo pasé.

Levanté al público con un “Cro-ni-ca TV”, una gran ovación me levantó y seguí mi ritmo sonrientemente. Una orquesta de Tango yacía en la inmediaciones de Puerto Madero y es por eso que le aplaudí por su laburo y por “el aguante” mutuo.

En el 28 fui “Prisionero de su amor”(Miranda!) y también improvisé el baile del “Día perfecto” (Estelares)-parecía un monigote-.

El 29, gritaba “..en mi voz el dolor, en tu cuerpo lo mejor, más de mí, más de más, más de nada” (Smitten). El temita describía lo que sentía.
Paso el kilómetro 30 un tanto desvastado en 2:28:40. Acá vinieron los planes. Me decía es imposible llegar en 3:30, no comí lo suficiente, no tomé geles, bebí solo un puesto Gatorade. Tal es así que en el puesto consumí mi único gel de la carrera.
Los que estaban como espectadores alentaban a las corredoras al grito de: “Vamos las chicas”, mientras su mirada se focalizaba, en forma vidente, en la parte de atrás de ellas.

Aún pude emitir algún grito como el “uhhhhhh” de Jaque mate de Pier. En el 34 me pesaron las piernas. Sugus y Eduardo me pasaron como poste y hasta me invitaron a correr con ellos, yo no acepté. En este momento Ale Rey me dice: “Eso te pasa por cantar”. Para mí nada que ver, creo que era porque mis piernas yacían cansadas.

El kilómetro 35 dio 2:54:50. Quedaban siete. En el último puesto de frutas decido caminar mientras como una banana. El que no era loco del 22 me dice:“Vamos Sebastián”, retuvo mi nombre tras mi discusión con el chileno.

En el 37 paso a Flecha, acariciando su trasero. En el tema de D-Generación de Babasónicos, cuando expresa: “Porque a mi generación hoy se caga en tu opinión”, me levantó y me hizo cantar fuerte y agresivamente. Su consecuencia fue una gran acidez que iba de mi estomago a la garganta y no podía largar; además del viento en contra de Ciudad Universitaria, me fulminó y caminé con la cabeza gacha, hasta que Flecha me levanta con: “Vamos, vení conmigo”, me despierto y cambio de ritmo, Flecha se mando un pique del cual no lo volví a ver más hasta después de la meta.

En el kilómetro 40, sonaba: “A la m… con toda la ingenuidad” de Bulldog, tema que en algunos entrenamientos me volvía loco, esta vez deseaba que terminará. Agarré ritmo enajenándome con “Nos vacían la casa”(Turf) y llegué al grito de “Con tanta gente pretendiendo ser otro. Desconfíen los unos de los otros”, haciendo alusión al tema de “No soy yo, soy vos”(Arbol), para todos los que se cuelgan de los éxitos de los demás. Mi éxito estaba consumido, a pesar de lo antipopular.



(Foto de los 21,1 km, cuando grito "FUCKING TIEMPOOOOOOOOOOO"). Gracias Emilio de adorocorrer.com