jueves, noviembre 27, 2014

La angustia














La etimología de la palabra angustia proviene, básicamente, de angosto, y se dice que no es casualidad. El corazón estrecho, angosto, cerrado, egoísta provoca la indeseada angustia.

Se puede asociar al camino por un camino angosto, donde la incomodidad, la molestia y el cuidado constante, hace que alguien se sienta deslúcido, aterrado y triste.
La angustia es una sofocación, un estrangulamiento. El temor sin objeto de la angustia se contrapone al miedo, que es un temor a algo concreto y conocido. Todos hemos sentido, en diversos momentos de la vida, sentimientos angustiosos ante estímulos estresantes que implican una amenaza real y que imponen un desafío.

La angustia constituye en sí misma el agente patógeno más desatendido de la medicina actual, uno de los que siempre demostraron mayor capacidad de causar daño a la salud y el importante contribuidor a la falta de rigor diagnóstica de la práctica diaria.

Siempre, ingresar en un nuevo trabajo o tener la posibilidad de trabajar, a sabiendas que no me gusta lo que hago, me genera angustia. La angustia también se apareja a todo lo que no me gusta a hacer y que se prolonga en el tiempo, porque no deja lugar a escaparme.  El saber que tengo que buscar departamento y que serán rígidos en las condiciones para entrar, incluso el dinero, me provoca angustia, y esa es la angustia corriente, además de la próxima angustia que es como generar dinero, sin haberme capacitado en poder venderle mi “utilidad” a un tercero que pagara una prestación.

Me sentí angustiado ante cada pelea o persona que no me llevaba bien. Recuerdo, cuando daba clases a los 20 años, los domingos a la noche me angustiaba, porque una persona me hacía entrar en ridículo y no podía dormirme. 

La sensación de angustia está aparejada con sequedad en la boca, nudo en la garganta, mi cabeza que genera, millones de imágenes por segundo, y siento un ardor intenso en los ojos.

La angustia suele ser resuelta, mediante al alivio o a la resignación y/o tristeza, cuando la situación se concreta, dejando lugar a otra angustia o a las sensaciones que describí u otras.

viernes, noviembre 14, 2014

10 años de la Ultramaratón de Olavarría - Una ultra cinematográfica.


 
10 años después de ésta foto, me tiene escribiendo una entrada en éste blog. El tiempo no pasa rápidamente, pasó una eternidad de éste momento histórico en mi vida individual que sobre pasa cualquier suceso de la vida televisiva, incluso un mundial de fútbol impuesto, al que soy, solamente un "puto" espectador.

En 10 años pasaron un montón de cosas, me quedé huérfano, me mudé 5 veces, viaje un montón, corrí más de 28 maratones y 9 ultras, nadé en un montón de ríos, trabajé en varios lugares, especulé, me puse de novio, me separé varias veces. 
Igualmente se estableció el término "runner", en lugar de atleta o aerobista, las carreras se hicieron televisadas y a muchos le cambió la vida. Grupos de entrenamiento por doquier, y mucha gente con similares a las sensaciones que percibo al correr.

Congelando ésta foto, me gustaría, más allá del cansancio que tenía, vivir 5 minutos éste momento, al que veo como pleno y lleno de felicidad.  Se qué, hoy, es más difícil ser feliz, pero corriendo o trotando o caminando (según como se mire).

Cada uno tendrá su propia película. Hace 10 años, un 14 de Noviembre del 2004, unos pocos nos sumergimos a una pelicula. Con lluvia, con calor, con montañas, con distinto tipos de suelo: asfalto, tierra, pastos, etc, etc. 
Corrimos 100 kilómetros. Diferentes sentimientos: locura, euforia, tristeza, alegría, serenidad, preocupación, excitación, etc. 
Hoy, somos distintos, 
Ricardo es un gran ultramaratonista y tiene una experiencia enorme en el rubro. Dardo, mi compañero de ruta y de carrera, fue Spartatleta.
Chien, mi amigo e inspirador en esto de correr, y compañero de viaje en muchas experiencias en el aerobismo, que aún, hoy siento placer, desapareció y hace mucho que no lo veo.
Nuestros padrinos, Rosa sigue apoyando, sacando fotos, es jueza y organiza, hace unos años, las ultramaratones de Parque SarmientoMercedes sigue en las ultras, juega al Jockey y es una persona que admiro como toma esta "disciplina"
Francisco un tipo intachable que, pocas veces vi de mal humor, y que me contuvo en esta y otras carreras.
Y el gran Ernesto Toubes que nos llevó, nos cuido en el hotel de Olavarría y me escuchó (al igual que Rosa) cuando puteé con la organización, pero yo, cuan equivocado estaba, tenía que celebrar semejante privilegio.
Hoy somos todos un poco diferentes, pero es emocionante el hecho de haber vivido esa experiencia que tuvo un gran FINAL FELIZ.
El link de los relatos es