jueves, abril 09, 2020
El medio siglo de Leonardo
Hoy, 9 de Abril del 2020, mi hermano Leonardo cumple 50 años. Fuimos juntos a comprar la torta de la foto, a pesar de las recomendaciones de ir a comprar sólo las cosas. No suelo ser muy obediente en estos casos, y si lo soy es por verguenza y por pánico. No creo en martirios, ni en heroes, cada uno hace lo que puede antes las cosas que le imponen, la cobardía y rebeldia serían una opción, pero no sería la mejor, justamente por el riesgo de ser notado y remarcado por aquellos seres humanos civilizados y con sentido común.
Entonces pasamos los dias en mi casa, con cada vez, más restricciones y con un futuro tormentoso, pero acostumbrándonos y programandonos, compartimos con mi hermano el desayuno, la mañana, radio mediante que, generalmente, escuchamos a la Vernaci. Luego almorzamos, y yo duermo una siesta y el se queda viendo documentales de Minguito, Olmedo, Porcel y vaya a saber que más, luego el va a la habitación, elongo o hago ejercicios y juego "a la bolsa" porque para los doctrinarios no es un trabajo, es una timba o una joda, entonces soy un subvaluado para elles.
Y festejamos con mi hermano, dos seres que no estamos a la altura de la civilización, mi hermano vive (o vivía en un hogar en Pontevedra) con medicación, yo, también estoy tomando medicación porque a esta altura me automédico, porque lo único que importa es la vida de los otros, y está bien, todos son filántropos, nosotros estamos el margén, como siempre estuvimos, al margén por ignorantes, aburridos e improductivos.
Desde chicos, vivimos con nuestros defectos, cada uno tuvo su bullyng correspondiente, compartimos el de la desprolijidad, y eso es una cuestión que los pibes se burlen de uno. Los otros con las minas, porque eramos tan estúpidos. A él, luego de la separación de mis padres, le explotó la bomba de la esquizofrenia y los ataques de locura lo llevaron a la cana, a centros de internación y demás. A mi, me llevaron a la locura, a salir del eje, a la agresión, al resentimiento y a no sé que más.
Mi hermano fue despreciado por mi padre, por mi, y por todos alrededor, lo echaron de hoteles, de trabajos, y tuvo años de muy poca contención porque mi madre sufría de depresión y de demencia senil. Solo, en las calle, enfrentando a la policía, a otros vagabundos.
Sin embargo, el menos resentido que yo, es más tranquilo que yo, es menos charlatán que yo, en realidad, no habla, y eso que no hablo mucho.
Pero las comparaciones no van, yo no supe tratar a mi madre, e hice lo que pude, con mi hermano lo mismo, producto de la ignorancia y de la costumbre a ser un "ser asocial" y hoy dia aburridisimo.
Pero bueno, el encierro obligatorio estableció que mi hermano esté conmigo vaya a saber hasta cuando, igualmente hoy iba a estar y hubiese esperado un "festejo diferente", salió mal, pero ya neutralizando este encierro, casi como adaptandome sobre eso, pero sin victoriar, como que es una epoca de mierda que hay que vivir y no esperar el después solo vivirla lo más neutro posible, porque "lo mejor" es demasiado exigente y utópico, entonces aplico metodologías, horarios, y variantes minimas a eso, como un robot, como un ejercito.
Igual la velita estuvo y espero, si llegamos, que los 51 sean diferentes.
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