lunes, julio 01, 2019

Segundo trimestre del 2019












Continuando este nuevo ritual y viniendo de 
http://percho.blogspot.com/2019/03/primer-trimestre-del-2019.html.

Se cerró la mitad del año 2019, el tiempo pasa y no puede parar. Algunos creen que pueden pararlo haciendo todo lo que pueden y aprovecharlo lo máximo posible. Son personas intensas, y realmente, me doy cuenta que es parte de mi pasado: la intensidad. El dolor es el factor principal a mitigar, porque no hay vuelta atrás a un estado sano. Sé que el dolor, dia a dia, va arrasándome, y yo debo conservar rutinas y no desatenderlo.  Es díficil la configuración, que yo percibo del ser humano, o por lo menos de la mia, donde las limitaciones se acrecientan. 
¿Pensar en el otro? ¿Estar con otros? Minimizarlo, porque culmino hecho pelota, así como cuando tengo eventos o periodo de intensidad. Pero, son irremediables, porque hacen a la moderación que, supongo, ya no alcanzaré. Entonces, una dosis de ignorancia, más locura, más lo que he aprehendido me otorga el rechazo del prójimo, por fundamentos que ya escribí tantas veces en este blog, y que realmente me ayudaron a depender de mi en el sentido de moverme, de planificar (corto plazo) de adminitrar mi dinero. Algo cercano a la libertad pero opacado ya por un dolor crónico en la mandibula, en el cuello, en el brazo, en el ojo izquierdo, mareos, con unos acúfenos que suenan como huesos y a veces me impiden dormir.

El propósito de este año, amén que transito en firme decadencia entre la mente, animo y cuerpo, es que sea mejor que el anterior, que fue el peor año transitado, con que sea "el segundo peor" sería, algo así, como un triunfo. En esta mitad del año, me alegro decirme que no es el peor, es el tercero peor, pero tuve que esperar hasta el 17 de mayo para revertir el último puesto.  
Con  un abril malo, entre dolores, con una conjuntivitis viral que me duró casi un mes, mal humor, la bolsa en su peor expresión, cierta gente que tuve que digerir no tratar más, esto y otras cosas que no recuerdo hicieron que Abril solidifique más aún que el 2019 pintaba para ser aún peor.

En Mayo se revirtieron un poco las cosas, y hasta ahora es el mejor mes, con la bolsa, con el recital de Turf que fui muy feliz. Pero con el agravante de la intervención que, esta vez, dejo resquicios por haberme roto los puntos, además porque me agarró un resfrío tremendo y me sonaba la nariz igual. El dolor de cabeza, el dolor de boca, intensificó, aún más, el dolor de mandibula, las cervicales, mareos, mis ganas de hacer algo y es que así comencé un Junio en mal estado.
Se acomodó en la segunda parte donde volví a nadar (aunque no disfruto todavía, ni me encuentro) fui al recital de Caballeros de la Quema, realizando una locura que me caracteriza y me saca del lado del grupo de la gente normal, civilizada, racional y/o fundamentalista.  Y por error, creyendo que "Los Caballeros" tocaban en Mendoza, me fui a esa ciudad, con espanto al avión (de hecho sufrí el viaje de ida) y que con algo de amor propio y que los planes salieron bien, hicieron que el 2019 esté entre los tres peores, pero no en el peor puesto.

Entiendo que el optimismo no es, ni será parte de mi, que necesito aislarme, que si no me banco de mis quejas, no voy a estar a la altura de las quejas macro ni las quejas de los demás, de asuntos que me exceden, por el hecho que los demás tienen más responsabilidad, obligaciones, emociones, justificaciones y necesidades que yo. Entonces llego hasta un limite y me borro en cuanto a reuniones se trata. Prefiero que sean a cuenta gotas.  
Incluso, modifiqué mis necesidades que hasta dos o tres años atrás tenían cierta dependencia. Cuando tenía 15 y más edad, y me repetía "Dejalo Ser" como mantra, sin dudas, lo aplico, porque yo también me dejo ser, me dejo estar, me importa un comino ser alguien, solo la calma, la locura y la alegría (en el contexto más abstracto que tenga posibilidades de describir).

Sigue en pie las cancelaciones de asuntos que no tengan que ver con el dolor (que es lo unico que voy a despachar mi dinero), no creo que vaya a viajar nuevamente, si voy a volver a recitales y el próximo será, espero, el 20 de julio con Bulldog y Cadena Perpetua, para gritar mi existencia desastrosa al son de la gente que escribió estos conflictos existenciales, mezclándose con la marginalidad contra hábitos que no comparto.

En fin, manos a la obra para emprender este tercer trimestre y mantenerme arriba del 2018. 

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