domingo, marzo 31, 2019

Primer trimestre del 2019






















Tanto como me dedico a leer balances y sintetizarlos en un hoja del procesador Word, también analizo mi vida. Con la libertad de no estar condicionado a compartirla, según los parámetros convencionales, sino a soportarla, como en los últimos años la soporto.
Escribo esto con dolor de cabeza por una conjuntivitis que dura más tiempo de lo que me duraban antes. Todo lo que padezco se extiende mucho más en el tiempo, y no me puedo liberar. Soy otro, otro más chato.

Cada vez que voy a jugar a la pelota, pienso que es mi último partido, porque culmino con más dolores que la última vez.   Recurro a doctores que se enojan o no me creen sobre mis dolores, supongo que las hernias, protunsiones, artrosis, son normales, y te tenés que joder porque así es la vida. No sólo eso, cuando leo y me agacho, a mirar lo que estoy leyendo, me mareo y me dan nauseas. Los acufenos que no me dejan dormir cuando me levanto para ir al baño.  En fin, peor cuando generalmente siento que mi cuerpo se pone rígido con una carata de dolor.

En este trimestre la pregabalina me hizo estragos mentales, el humor irritable al despertarme, donde casi no sonreía durante el dia, donde la música ya no es un plano importante, donde no me acuerdo lo que estoy haciendo al segundo de haberlo pensado.  Una especie de zombie andando, viviendo con un transitar errante y agazapado sobre el dolor que viene. 

Dejé a la psiquiatra porque me ví encadenado a sus miedos, porque perdía una entrada segura cada 15 dias. A su vez, Enero, fue un mes envuelto a los dolores y los dramas de la pregabalina y no hice, practicamente, actividad fisica, si caminé hasta el centro, pero nada más, mi casa era mi refugio, casi carente de sonrisas.

La perrita que cuidé, Clarita, fue mi compañera, por miradas, por compañia, por caminatas, por amor, que es lo único que puedo dar, un amor, sin reclamos ni pases de factura, ni con el lenguaje fundamental para alimentar el amor entre seres humanos.

Medicos variopintos, inserción de hueso en el maxilar, y un mes vacuo destacó a Enero.
Febrero me levanté, dejando al psiquiatra, yendo a jugar a la pelota, al gimnasio, unas pocas veces a trotar, con dolores, con mareos, donde más que un disfrute era un desafío. Porque, poniéndolo en la balanza.

Algo que incorporé fue el turismo en la ciudad donde habito, como es Capital Federal, y por suerte, gracias a la tecnología, gente te cuenta historias, mientras realizas una caminata, por ejemplo por Avenida de Mayo, por Costanera Sur (con barquito) y por Recoleta.  Gran incorporación a que, ojalá, pueda repetir. 

Con respecto a las relaciones por dinero, me fui a boxes, no me banqué más a un ventajero, que cree que yo le tengo que estar agradecido, porque le manejé su plata en la bolsa. Estos tratos mercantilistas, donde, se hace varias veces el pelotudo con respecto al dinero, la avaricia a flor de piel, no los tolero, entonces, quiebro relaciones, porque un stress por guita ya fue.
Por el otro lado, los otros 2 clientes quisieron dolarizar, si bien estoy en tránsito de eso, también suelto la mano. Allá por el 2018, anhelaba manejar la cartera a más gente, pero me doy cuenta que no tengo poder de convencimiento a nadie, me recuerda cuando salía a vender productos de limpieza y no le vendía nada a nadie, cero seducción.   

Entonces, tengo que desarmarme y bancarme a mi mismo, por medio de estrategias economicas, no perjudico ni beneficio a nadie más que a mi, por lo que ahora comienza una toma de conciencia que en esta estoy solo, como en casi todas.   La ventaja, es que el stress no será compartido ni será impartido por alguien cercano, sólo por una jugada propia.  
Entiendo que el status que tomé estos ultimos años son algo elevados, pero se cancelan viajes, se cancelan clases, se cancela los taxis como algo común, se cancelan muchas cosas, donde la austeridad tiene que ser "un ahora en más".

En calificaciones este año sigue la senda del anterior, es más, peor aún, revolcado en la mierda, pero con diferente enfoque, y no planificando, sino soportando y desafiandome en el dia a dia, para no encastrarme en la cama, todo el dia y toda la noche, siendo el lugar donde menos dolor siento. 


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