miércoles, enero 06, 2010

¡Hey 2010! ¿Ya el 2010?


“El paso del tiempo es irreversible, pero si vivís cada momento a pleno estarás más cerca de la eternidad”, presagiaban los Auténticos Decadentes en una de sus canciones.
En el comienzo del blog adopté el calificativo de decadente, como un rótulo impuesto, y con el transcurso del tiempo siento que tengo que esforzarme un poco más para ciertas cosas, que al fin y al cabo conllevan el placer.
Es absurdo, pero me pegan los cambios de cifras, me envuelvo en el calendario gregoriano y por mis fechas aniversarios y son como pequeños pinches en que me sacuden y me dicen: “Mirá que estás mas viejo”, es cierto que no debería preocuparme esto, pero cuando choco con mis limitaciones, que se acrecentan en lo fisico y en lo mental, tomo conciencia de los años vividos.

Si bien todos este periodo, tuve pintes de decadencia y elevación, que de alguna forma me movilizaron, en el recorrido me ubiqué, en su mayoría, en estados automáticos, de repetición y de cierta quietud. Estas etapas, o momentos que fueron (o son) prolongados, me llevan a no tener nada que contar, porque, a menudo, mis experiencias, se basan en lo controlado y no tanto en lo alocado.
Culmino disfrazado de un sujeto común y corriente, por no desarrollar ciertos niveles de excentricidad y creativo, concluyendo en que el disfraz empape mi realidad, convirtiéndome finalmente en una persona timida, sumisa, introvertida, civilizada, quedada, callada, respetuosa y costumbrista, teniendo un dejo interior de incomodidad por reprimir la rebeldía hacia lo aparentemente previsible. Aunque internamente difiero o no tengo expresión hacia la maqueta que te dan los noticiarios de los medios de comunicación, de ciertos parámetros para angustiarte o alegrarte, sin dudas, tengo alexitimia, es por eso que me aburren casi todas las conversaciones de mi entorno, y es muy forzoso cuando emito opiniones, no suele haber ni sentimiento, solo una supuesta adaptabilidad.

En fin, comienzo la década un tanto primitivo a la tecnología, no encuentro ventajas en la total dependencia de las comunicaciones virtuales, sean por celular o por Internet, hablo como un ser dócil en su totalidad, como estos recursos actúan con omnipresencia para la mayoría de mi entorno, pero igual hay ventajas, como tener el privilegio de escribir y tengas el juicio de gente, mas o menos, anónima, del cual puedo intercambiar opiniones sobre un escrito. Es por eso que tengo cierta atracción en los blog y en los foros, pero no en los medios de comunicación dinámica, en el primero puedo tomarme todo el tiempo para leer y releer una confección, o una opinión, o lo que sea. Al fin y al cabo Internet es un gran invento, no voy a ir renegando de esto.

Saliendo del tema, confieso que quiero mucho mi pasado, es mi historia y es inevitable no pensar en él, mis proyectos siempre fueron a corto plazo, pero este año tiene que haber algunos cambios de proceder, ya que estoy muy dejado con respecto a la vida misma, al desorden que tengo en casa, a la confusión que me genera realizar las mismas muchas actividades que realizo, y seguir en la senda del des-dramatismo a las cosas que no puedo realizar, pero jugar con la ironía por ello, ya que me sienta bien el papel del desastroso, del imperfecto, del rebelde, del feo, del ignorante, del rencoroso; como defensa de que puedo ser desconcertado y vulnerado con cualquier discurso coherente y con fundamento, porque a mi las opiniones balanceadas me pueden y me acallan, ya que las propias tienen agujeros por todos lados.

La verdad que no sé que me vaticina este año y está década, cada año o cambio de cifra le puse el rótulo que quise o rescaté los momentos que no fueron neutros, que estuvieron asociados a sentimientos extremos y no de cierta rigidez, porque mi normalidad suele ser rígida. Lo que sí espero que comience a construir mi sapiencia para poder resolver cuando carezca de las necesidades no básicas, es decir, las propagandistas relacionadas con el confort, con la apariencia y con la ostentación; así como también jugar a lo que quiera la gente o el exterior, más allá de que pueda coincidir o discernir, en vez de usar la intolerancia o la ira ante el receptor, usar un disfraz de aceptador o de identificación, a la gente le suele encantar que le digan: “coincido en lo que decis”, después si te he visto no me acuerdo, hablo en situaciones de reuniones.

Comienzo el año con este escrito confuso, con mucha actividad fisica pero aparejado al bajo rendimiento por calor, dolor y desmotivación; con trabajo, que me canso de su rutina horaria y que no hay muchos cambios ni muchas perspectivas,
El devenir o decadencia comienza, después no digas que no te avisé.

3 comentarios:

Natie dijo...

Realmente me gustó mucho este texto.

Soy pro rebeldía. Somos rebeldes cuando nos oponemos a lo impuesto por un o varios tercero y la realidad es que los terceros no son quienes para ponernos limites y decirnos como tenemos que hacer las cosas que podemos hacer.

Vivimos en una sociedad, con millones de otros individuos por lo que el respeto es fundamental para la sana convivencia, pero no por ello uno debe matar su identidad para encajar con el resto.

Estoy a favor de des-dramatizar las cosas que uno no puede hacer, hacerse problema por algo que uno no puede solucionar me parece ilogico. Pedir ayuda es fundamental en los caso en que uno se ve impedido de como seguir adelante.

Y me parece horrible el papel del desastroso, del imperfecto, del rebelde, del feo, del ignorante, del rencoroso.

Por último no creo que uno se va poniendo más viejo, simplemente uno va evolucionando.

Saludetes.

Percho dijo...

Bueno, es mi papel más cómodo, el que me libera más, ya que, como vos, la gente no está interesada en este tipo de personas.

Antes que pedir ayuda, excepto que esté muy desesperado, prefiero tomar otro camino.

Saludos
Percho

Natie dijo...

O sea que es una pose para que la gente no te quiera?

Igual lo que me parece horrible no es la gente fea, rencorosa, desastrosa, etc. no soy yo quien para juzgar y desclasificar. Me parece horrible, meterse en ese papel.

Saludos

Natie