martes, abril 04, 2006

Mi hermano - 3ra. parte


El tiempo pasaba y mi hermano seguía rebotando en las escuelas; no duraba siquiera tres meses en ninguna de ellas.
Su vida social era cada vez menos, él (al igual que yo en su momento) se estaba dando cuenta que la gente le hacia realmente daño. En las discotecas lo habian echado porque lo notaban raro o sospechoso. Su salida, para su catarsis(donde yo también la tuve) era las canchas de futbol, adopto un equipo cuya estadio distaba muchisimo de casa, y el lo adoptó cuando ascendió a la primera división.
Con respecto a las escuadras de fútbol, ninguno de los dos nos aferramos a ningún cuadro de por vida, se debe a que los mismos no son religiones, sino elecciones sujetas a cambio, como la vida misma; simplemente porque salgan campeón el pais o el equipo que nos representa no nos hace mejor personas, simplemente nos alegra un rato y después no hay nada, ya que el éxito es ajeno.

Las mujeres no habian pasado por su boca jamás, es decir, no había besado( a mi me sucedió lo mismo hasta que a los diecisiete años corté la racha), el tuvo que acudir a prostibulos para poder saciar su sexo.
Por segunda vez, llegó a ir en cana, la razón es haber empujado a una anciana que según los delirios de mi hermano se quejaba de él. Su estadía en la comisaría no duró mucho que digamos, mi madre esta vez lo trajo.
Luego tuvo unos inconvenientes al perderse en las piernas de las chicas con jumper del colegio secundario, a partir de aquí le tuvo fobia a la policía. Una vez los uniformados le colocaron yerba de marihuana y como tenían que justificar su trabajo lo mandaron en la celda unos minutos; hasta que él se justificó con la verdad. A partir de estos hechos, tiembla cada vez que se cruza con un policia; empieza a tener sensaciones tremendamente nerviosas.

A los 17 años de él, nuestra madre se casó y nos mudamos al norte de Buenos Aires, más precisamente Olivos; al año ella entró en una violenta depresión., digo violenta, por los repetidos intentos de sacarse su vida, a raíz de eso fuimos a vivir con mi padre y esta fue la etapa más crítica de mi hermano y yo. Mental y economicamente no estabamos bien.
Para saciar la economia le buscaba trabajos a mi hermano de repartidor de cartas; en uno de ellos pudo durar cuatro meses, pero lo echaban porque brotaba su esquizofrenia con un alto grado de agresión.

Este mismo año lo sortearon de la colimba y fue así que obtuvo número alto, a raiz de tal resultado se alistó en el servicio militar.
Acá más allá del personaje, y en contra del regimen disciplinario, despota, tirano y humillante de la milicia: mi hermano tuvo un plan.
Empezó a hablar como un tonto, cuando le decian "firme", se caía al piso. Hacía todas las necesidades fisiológicas con la ropa puesta y delante de alguna persona de autoridad; es por eso que le dieron la baja en la colimba, escribiendole en su documento único : "ITS - Inutil todo servicio".
De modo que después de dos meses de partida, volvió a casa.
A lo largo de esta etapa, tuvo muchas peleas con mi padre; mi padre fue muy tirano al no permitirle la entrada a casa, sino antes de las 19 horas; lo cual lo llevaba a vagabundear y acumular rencor durante todo el día.
Entre ellos hubo mucha violencia en estos tiempos, ya que displicentemente, haciendo relucir su gran egoísmo, mi padre lo despreciaba hasta humillarlo.
En esos dias le costaba tener trabajo, y a sus 22 años, mi madre estaba con altibajos para ayudarle. En el interín fue despedido de varios trabajos, por daños fisicos a su propia persona(con el impedimento de no agredir a otras, por el miedo obtenido) o por contestario o por romper elementos de trabajo o abandono a su labores.
Ante nuestros problemas ecónomicos, hemos salido a juntar diarios y botellas; hasta boletos de tren de cartón recorriendo las distintas estaciones en las cuales podiamos hallarlos.
Recuerdo que el compraba armas de fuego; nunca supe bien porque, tal vez para sentir poder sobre alguien, pero jamás ha ido preso o nadie supo, exceptuando mi padre y yo - que el tuvo un revolver. He temido por mi vida ante alguna amenaza cuando me apuntaba con el revolver.

A medida que fue pasando el tiempo el tuvo muchos brotes; también consiguió cosas por si solo, ya que no fue ayudado realmente por su entorno, sin duda no vivió una vida convencional ni con muchas oportunidades, pero solo es un eslabón más de los desórdenes que expresamos hoy dia las personas cercanas a él y no por él, sino por la falta de aptitud o la inoperancia que tenemos con respecto a las vicitudes y complicaciones que nos toca vivir dia a dia.

Hoy, el vínculo, sin dudas, sufrió una gran decadencia

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