martes, noviembre 08, 2011

Dolarización Argentina.

















Antes del inicio del peso argentino y su convertibilidad con el Austral, comenzó mi primer relación directa con la moneda extranjera.  Apenas ingresaba en la adolescencia y con mis ahorros, escasos, me quería comprar una computadora, en este caso, era una Commodore 64.-

Los precios de estos artefactos, en el suplemento del diario de avisos, llamado Segunda Mano (un Mercado Libre de esos tiempos), todos los precios estaban en dólares.  En ese momento observaba las pizarras de los bancos o casas de Cambio a cuanto estaba el dólar, y me contentaba si la cotización de la moneda del imperio bajara.
El argentino ha aprendido a manejarse en dólares desde aproximadamente del XIX, si bien en muchas épocas se manejó con moneda fuerte,  supongo que desde la etapa donde el ministro de economía era Martinez de Hoz, y que se vapuleó la Industria Argentina para importar artículos extranjeros y “modernizar” a la Argentina.   Tal es así, que el confort y el “status” que le da el importado al ciudadano popular.  Fue el punto de partido como la dolarización comenzó a realizar estragos en las clases medias. 

La dolarización en Argentina es informal, donde los principales agentes económicos se refugian en la moneda fuerte que es el dólar.
La dolarización informal causa:
·         Presiones sobre el tipo de cambio, al aumentar la demanda de moneda extranjera.
·         Deterioro del poder adquisitivo de los ingresos denominados en moneda local.
·          Distorsión en las tasas de interés. Estas se vuelven especialmente altas debido a que la autoridad monetaria las incrementa a fin de estimular en la población el ahorro en moneda local.
·         Se deteriora rápidamente el sector financiero, por las altas tasas de interés y la depreciación constante de la moneda local que conduce a casos de iliquidez e insolvencia.

 El gasto público sube 8 veces más con respecto hace 8 años, la gente, en un gran porcentaje, y como una costumbre, ahorra bajo el dólar como bandera, y así todo emite quejas de que el Gobierno mal gasta sus reservas con subsidio inútiles.  Es decir, un sujeto apuesta con una moneda de otro país, pero los gobernantes tendrían que arreglarse con los pesos, tal es así que los ahorros, en dólares, no aportan a la productividad de un país, usando esta herramienta, por las experiencias de mala administraciones anteriores.
Como cultura, los brasileros usan como moneda fuerte y única al real: los inmuebles están expresados en reales, y desde que tengo noción, en Argentina eso no sucede.

Hoy, vivimos, otra vez la disyuntiva con el dólar, con dos precios: El dólar oficial y el dólar Blue, por las medidas de la AFIP para controlar a aquellos que realizan fuga de capitales, sin poder justificar sus ingresos para tales transacciones.   Me parece lógica tal medida, para evitar que aquellos que, además de no pagar lo que les corresponde, no realice con total libertad la fuga de capitales, y que si quiere realizarlo que pague más al que sí, está en condiciones legales,para comprar.
Una vez, en Octubre del 2001 tenía ahorrado $3000, con un dólar 1 a 1, elegí hacer un plazo fijo en pesos, mientras todo el entorno compraba dólares y lo guardaba en el colchón.  Menos de un año después los que escondieron su moneda extranjera, obtuvieron 300% de ganancia.  Yo tuve una renta de solo 35% anual.

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