miércoles, junio 10, 2009

Usted preguntará porque cantamos





La verdad, cantar fue una de las armas para defenderme de la amargura, de la tristeza y congoja.
La música es un elemento primordial para el hombre, algunos las disfrutan cantando, otros tocando algún instrumentos o finalmente bailando.
En los actos religiosos hay música, en las canchas de fútbol, en las bodas, en los bares, en las telenovelas, etc. La música está omnipresente en la vida de los humanos y forma parte en las modas, ideologías hasta de la cultura de las personas.

En este lugar, haré un breve resumen de cómo influyó la música en mi vida y cuantos recuerdos influyen en el amor que le tengo y a que tipo de música.
Hoy, mis recuerdos comienzan con “Cantaniño”, con el gran Berugo Carambula (supongo que mi primer ídolo), y Gachi Ferrari. Canciones como “Señor avión”, “Corazón de tiza” y “Resbalosa” (dedicada a las calles de Mendoza( San Martin y Las Heras), sonaban en mi tocadiscos de color beige en el tocadiscos de la familia. En esa misma pre-infancia, tengo nostalgia de Alberto Cortez, de las canciones alegres de “palito” Ortega y de Camilo Sexto. Todo esto sonaban en el stereo del auto de mi padre en los viajes a San Clemente o a Mar del plata.

La música prolifera en mi entorno, recuerdo el programa “Musica Total” donde asomaba un grupo llamado “Duran Duran” y fonéticamente cantaba sus canciones.

Paralelamente me gustaba ir a la cancha a cantar, no dejaba de ver la popular entonar sin parar canciones dispares y saltando y flameando sus banderas. La cancha era otro de los lugares que uno iba a cantar.
Mi madre, al percibir tal fanatismo me llevo con una profesora a clases de canto. Durante dos años iba a practicar canciones, a elevar el registro de voz y dos veces a cantar delante de gente por una causa benéfica.
El segundo año, tuve la suerte de tener a Silvina Garré como ayudante de la profesora. En esas épocas mis bandas que sonaban en mi vida eran este orden : ZAS, Los abuelos de la nada (donde me gustaban más las canciones de Calamaro), Virus y GIT, además de Sandra Mihanovich y Celeste Carballo.
Realmente en estas épocas fueron las únicas dos veces que tuve el privilegio de cantar solista en un escenario, también formaba parte del coro de la escuela, y cantabamos canciones que hoy recuerdo alegremente: “Gloria a DIOS”, “Solo se trata de vivir”, “Pollerita”, etc.

En la adolescencia, la música, como gran parte de la alegría se apagaron. Lo que me acompañaron fue algo de Depeche Mode, Roxette, Erasure y todas esas bandas extranjeras de moda, influenciadas por los que eran amigos.

Pero un nacimiento al fanatismo de The Beatles que recuerdo que nació por un especial de 6 en una radio y otra que todos los dias a las 18 hs pasaban tres temas de los cuatro más famosos de Liverpool. Compraba revistas, recortaba artículos, lamentaba la muerte de John Lennon, escuchaba programas radiales homenaje a la noche, me agarró una adicción inexplicable por su música, como así también tuve mi brisa fanática con Queen.
De las bandas nacionales se me pegaron Babasonicos, Birabent, Los Rodriguez y Los Guarros.

Hoy día, la música la disfrutó cantándola corriendo, me encantan un sinfín de bandas que cantan en idioma látino, repudiando a las anglosajonas(por incapacidad o mi rechazo al inglés),
Las canciones actúan como una gran combinación entre las sensaciones que me causan las letras y el correr, y además la instropección que genera el análisis de las letras comparándola con el momento que estoy viviendo.
Es lo contrario a la meditación, donde el yo se eleva y se aligera, aquí el yo se fortalece, se distensiona y se pierde en las canciones.
Reniego de la vida que no me dio una buena voz, un buen oído ni talento para ejecutar música, pero a “Cantar no aprendí, pero igual sigo cantando a pesar de las llamas”.

Dejo la letra de una canción que expresa emociones muy esperanzadoras y fortificantes, y me pone la piel de gallina


Por que cantamos - de Mario Benedetti
Si cada hora vino con su muerte,
Si el tiempo era una cueva de ladrones,
los aires ya no son tan buenos aires,
la vida nada más que un blanco móvil
y usted preguntará por qué cantamos...

Si los nuestros quedaron sin abrazo,
la patria casi muerta de tristeza,
y el corazón del hombre se hizo añicos
antes de que estallara la vergüenza
Usted preguntará por qué cantamos...

Cantamos porque el río está sonando,
y cuando el río suena suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos.
Si fuimos lejos como un horizonte,
si aquí quedaron árboles y cielo,
si cada noche siempre era una ausencia
y cada despertar un desencuentro
Usted preguntará por qué cantamos...

Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la Vida
y porque no podemos, ni queremos
dejar que la canción se haga cenizas.
Cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto, ni la bronca.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.
Cantamos porque el Sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo, en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta canción me ayuda a enterder para qué y por qué tengo que seguir viviendo después de que mataron a mi hijo,gracias por subirla