martes, junio 02, 2009

Maratón Montevideana la peor organizada.




Culminé la maratón número 20, queda como estadística para el de afuera por la cantidad, pero hay una esfuerzo enorme culminar cada maratón, habiendo pagado con placer más de la mitad, el placer de cantar y descargar energía.
Pero ajeno a eso, escribiré en este rinconcito un resumen de lo que viví el domingo 31 de Mayo del 2009.
Llegué 45’ antes de la largada establecida, pero se extendió media hora más, en ese lapsus, Hector Yeritano, Marcelo, Alejandro y por último Andrés Bernard me dieron charla. En este periodo fui tres veces a un arbolito y cuando largó la carrera alrededor de las 9:30 el agua desbordó de la vejiga y me alejé a orinar por 4 vez, fue mi primer problema, de los muchos que iba a tener en el recorrido de la misma.
El día se empezaba a poner más gris, pero yo me estabilizaba cantando : “International Love” y “Siempre libre”, muy masiva la rambla ya que compartíamos la carrera lo que corríamos 42, los que corrían 21 y 10,5. En el kilómetro 4 me sorprendía la gente que volvía, me pregunté: “¿Cómo no tienen que hacer 8 kilómetros y volver?”, el circuito había cambiado, uno de los organizadores esbozó: “No pudimos cortar la zona del puerto, los de 21 km hacen 2 vueltas, los de 42: 4 vueltas” Es decir las únicas referencias de distancia correctas, fueron hasta el kilómetro 4, después arreglate si tenés tecnología. Ese fue el segundo golpe. La vuelta se hizo más rápida, saludé a los otros corredores y con fatal destino que es en vivo, grité : “Vamos Argentina”, los pescadores me alentaron. Luego se pasó la meta, pero habia que hacer 500 metros de ida y 500 de vuelta, para volver a pasar y realizar 3 vueltas más.
La segunda vuelta fui alegre, porque canté las canciones como Farmacia, Refugio, y en el retome al no haber agua, mucho no me afectó, asi que vine bailando con “Inmortal” de la Oreja de Van Goth, y seguí hasta volver a cruzar la meta y tomar Gatorade(solo un tercio y sin la posibilidad de tomar agua) eso me dio un toque de bronca. Pasé la media maratón tranquilo, pero ya preocupándome, la veo a Florencia un kilómetro después y me proporciono agua con sales, yo me había quejado que repongan y se encogieron de hombros. Seguí cantando y llego al retome (más o menos 26 km) sin agua y les pregunto :-¿Y el agua?”
-No hay- me contestan
- Son unos hijos de puta – lo dije eufórico, con la boca seca y desesperado.
En un momento paro y una extranjera caminando al lado mío me pregunta donde queda tal cosa, yo le contesto: “Quiero agua”, no se que me dice, y termino diciento: “Water, Water”, la envidia a la gente que tenía apoyo se apoderó de mi, le tuve bronca a la organización, a los corredores, y en el fondo a mi mismo por no tener fuerzas para apretar los dientes y seguir adelante, la cuestión es que el tema : “Tan lejos” de NTVG me calmó un poco, volví a tomar las sales que me dio Florencia. Les dije a Gerardo Ré que me iba a sacar una vuelta, le reproché a Alejandro Rey su mentira en que dijo que iba por 4 horas y media y me llevaba fácil 3 kilómetros, y terminé puteando a Marcelo Muzyka de que me hizo mierda…Así que estaba insoportable y es tan fácil para mi ser resentido y rencoroso, es por eso que poca gente me banca en estos estados, ya que no puedo ser feliz ante mi falta de alternativas para encontrar un equilibrio o, en este caso placer.
En la última vuelta, el viento me ganó por goleada, los temas de Pity(Noche con amigos) y de Hijos del oeste(La noche que me diste) me dieron un pequeño respiro, pero no me sentí resignado.
Adrian Peternon era increíble la carrera que estaba haciendo ya que me alcanzaba, y eso que le llevaba como 2 o 3 kilómetros. A esta altura se les ocurrió habilitar el tránsito y teníamos el problema de que los autos nos podían atropellar.
Los últimos 6 fueron más tranquilos porque tuve, en su mayor parte, viento a favor y apreté los dientes y disfruté de la música, como algo simpático era el aliento del padre y el hijo aplaudiendo y alentando :”Vamos violenta”, y yo le contesté :”Vamos la banda”, es que estaba escuchando la letra de “La banda” un tema del El Bordo, caminé un trayecto de viento en contra, restando un kilómetro y poco y el último kilómetro puse lo que no puse en los primeros 41 km., diciéndome lleguemos y ya. Para arribar a la meta, hubo que saltar un boulevar, me pareció ridículo hacer eso y me esperaron con un vasito (de café) con agua.
Así que entre el cambio a último momento del circuito, la hidratación, el tránsito habilitado, la llegada y la provisión después de la carrera formaron un combo en el que hicieron una pésima carrera.

Se que es fácil criticar, pero soy consumidor, no sé si organizando podría ser peor que siendo consumidor(ya que soy un mamarracho atlético), pero el no estar a la altura de las necesidades de los tipos que corren varias horas es muy peligroso.

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