lunes, julio 17, 2017

No me gusta competir













El sistema en el cual estoy inmerso, favorece y auspicia la competencia. Es rídiculo, para muchos lo que estoy escribiendo, pero en general nunca me gustó competir. No recuerdo que mis padres me hayan estimulado para ser el mejor en algo, y es realmente lo que agradezco de la infancia. No brillar y correr desde abajo, fue un proceso que me fui adaptando, obviamente con esa “pilcha” de perdedor que tan cómodo me sienta, para poder tirar la pelota al error más próximo y no al progreso ni a la evolución

Obviamente que se me complica relacionarme con la gente, cuando compiten los unos con los otros, y lo que es peor, a mi criterio, hasta consigo mismo.  En fin, el sapo de otro pozo, sin dudas, soy yo. Pero me hace ruido todos los laudos que tuve, en pos de la competencia. De hecho el abanderado no es el más cooperativo (es una paradoja decir “el mas”), sino el que mejor nota saco, y si ahondo más, todos deberían ser abanderados, mientras se colabore, para no jerarquizar el virtuosismo.
Entiendo que uno necesita demostrar sus dotes, en pos de una recompensa monetaria, ya que vivimos en un sistema atado al dinero, y educado así, con alternativas escasas o sin sustento, me parece correcto. En realidad, para mi es una actuación, yo actúo que “se”, pero no valuo como sé, sino por supervivencia.

Hoy dia, mi defensa ante la competencia es el aislamiento, y lo veo en natación que siento que lo paso mucho más relajado y libre, que entrenar bajo las ordenes de alguien, compitiendo con los demás para que no me pasan o yo no pasarlos a ellos, en un andarivel. Sin embargo, la gente, necesita pasarse los unos a los otros. Como estoy solo en esto, a ellos le otorgo la razón.

Tampoco me gusta el deporte en sí, ya no veo competencias de ningún tipo, incluso hay competencia donde 3 o 4 Dioses te dicen si vos: bailaste, cocinaste, cantaste, te pajeaste mejor que el otro.  Las detesto, pero tienen buen rating, porque la gente puede elegir quien hizo la actividad mejor que otro, o tomar partido por uno y alentar por que gane.

Una de las cosas en este cambio que me propongo, sé que estoy saliendo de un abismo existencial atroz, pero es buscar entornos colaborativos, o de lo contrario, aislarme subyugado a nadar, a caminar, a leer, y aprender en general lo que se me cante, enriqueciendo mi manera de moverme, de comer, de escuchar, de pensar y de tener más fundamentos para ser yo mismo sin suscribirme a entornos competitivos.

Hoy se compite por todo, el histrionismo va en ascenso, por eso se exagera en cualquier potencialidad que tenga cada ser.
Insisto no me gusta competir, me declaro incompetente, a pesar que aún sobrevivo.

Test de competencia:
Poco competitivo
Compites poco y eso te causa tranquilidad. Sin embargo, esto puede hacer que consigas menos logros de los que podrías llegar a obtener si revisas tus competencias. Piensa si tal vez podrías alcanzar más cosas en tu vida personal o laboral poniendo un poquito más de empeño.

4 comentarios:

Salim Maloof dijo...

Me ha gustado mucho esta reflexión, yo creo que la competitividad nos aísla más como sociedad y en vez de permitir que el amor comunitario crezca hace que crezca la envidia, la falta de estima, la prepotencia, y así disminuyendo el bienestar social.

Si yo te veo como un contrincante, créeme que los demás también te verán así.

Percho dijo...

Fitway gracias por la aclaración. Yo creo que, al poner al otro como contricante y no como colega que juega un juego, hace que crezcan esas caracteristicas que vos escribiste. Pero, el hecho de que no se difunda lo cooperativo o lo comunitario, y si la competencia entre equipos de futbol como algo de exito y fracaso (donde fracasan casi todos) no hago moción.

Anónimo dijo...

Me di cuenta el día de hoy que siempre e odiado competir, pero es una repulsión que siempre en sentido desde que tengo uso de razón. Tus sabias palabras me han expandido mi conciencia sobre ese tema. Muchas gracias .

Percho dijo...

¿Por qué odias? Además, si estás ubicado/a o reconocido/a en esta socieda y tenés una estima personal exógena, entonces estás, supongo, en el buen camino.
No hay sabias palabraas, hay una avalancha de ignorancia. Saludos