martes, diciembre 28, 2010

Leopoldo Torre Nilsson (1924-1978)



INTRODUCCION
En mi penúltima entrada de este año 2010, no quería dejar pasar a un mentor y a un creativo como Leopoldo Torres Nilson.
En épocas donde las carmelitas descalzas eran prácticamente carmelitas descalzas, inocentes, joviales y románticas. Leopoldo Torres Nilson jugaba con el personaje no tenga los tintes previsibles en que esperaba la gente. Que el amor podía desaparecer, que el ser bueno podía cometer una crueldad, que la fanfarrona se podía suicidar.

La dualidad que él mostraba en sus actores y actrices era marcada y desconcertante para el público popular y masivo.
También jugaba mucho con los planos, planos entrecortados pero con una grotesca cercanía, los claroscuros, que intimidaba y que también aterraba.
Torres Nilson fue un maestro en el manejo de los grises tanto en los guiones (que en gran cantidad eran proporcionados por su compañera y socia Beatriz Guido) como en los enfoques y escenarios.

Al hacer un paralelismo, con Piazzola en el tango, Torre Nilson fue más allá de la estructura convencional del Cine Argentino, y que en gran parte, aún conserva esa fórmula comercial.


RESEÑA BIOGRAFICA
Leopoldo Torre Nilsson nació en Buenos Aires en 1924, fue hijo del pionero director de cine Leopoldo Torres Rios y se formo como cinematográficamente entre 1939 y 1949.

Debutó como director en 1947 con el corto “El muro” donde ya demostraba su controversia contra el cine comercial e iba hacia una búsqueda literaria e intelectual.
Su primer largometraje fue una adaptación de una novela de Bioy Casares, llamado “El Crimen de Oribe”.

En 1951 conoce, en casa de Ernesto Sábato, a la escritora Beatriz Guido quien será su esposa y consejera hasta el final de sus días.


Pero su obra cumbre, o al menos su punto de partida al que se convirtió como el referente de futuros directores de culto fue, “La casa del ángel” mostrando, no la realidad que queremos mirar, sino que las miserias, densidad y perversiones que hay alrededor de una pareja y sus entornos. La novela fue co-guionada con su esposa Beatriz Guido.

Torre Nilsson exponía un cine distinto, con lucha hacia una temática seria y la posible expresión del mundo, acentuando la problemática existencial arrastrada desde la infancia y ubicada en el plano social contemporáneo.

Torre Nilson realizo otras peliculas controversiales como “setenta veces siete”, “el ojo del espia”, “boquitas pintadas”, “Piedra libre”, entre otras.
Además hizo la adaptación cinematográfica de las obras teatrales y/o literarias consagradas como por ejemplo: “Los siete locos”, “El guapo de 900”, “La guerra del cerdo”.
También se sostuvo con películas biográficas comerciales como “El Martin Fierro”, y la tan criticada por sus seguidores, de “El Santo de la espada”, que describió la vida de San Martin como si lo fuera la revista Billiken.

Leopoldo Torre Nilson en esa época sentió presiones económicas y politicas, es por eso que se dejó llevar por la censura y “El santo de la espada” fue una película ilustre, decorativa y previsible, mostrándo al General San Martin como un mártir y no como un ser humano común y corriente (que también lo era). Igualmente está fue la pelicula más vista de Torre Nilsson en su historia.

Torres Nilsson fue, al igual que su padre, un jugador compulsivo. Su padre erróneamente creyó que al llevarlo al hipópodromo de muy pequeño, este se iba cansar o aburrir, pero era una excusa ante su madre, para no sentir culpa de ser un jugador compulsivo. La consecuencia es que heredó su obsesión, y el trabajo que le llevaba cobrar por un film podía perderlo en una jornada.


Su relación con el dinero fue siempre difícil y juntos vivieron momentos duros y momentos de esplendor, aunque en las épocas de pobreza se esforzaban por mantener las apariencias. Se vestían bien, y en los viajes citaban a los productores en los mejores hoteles, aunque se hospedaran en uno más barato. Cuando entraba dinero lo destrozaban, y en los períodos difíciles apelaban a los recursos más variados: prestamistas, venta de las piezas de arte heredadas del arquitecto Angel Guido, el padre de Beatriz.


Eran muy vólatiles con el dinero ya que adquirían propiedades onerosas en Mar del Plata, Punta del Este y automóviles como Mercedes Benz, y en escasos día tenían que volver a empezar.


En esa época, los problemas de salud de Torre Nilsson empezaron a manifestarse. Tal vez intuyó que le quedaba poco tiempo y se propuso realizar proyectos que fueran a la vez populares y de calidad, como La mafia, Los siete locos y Boquitas pintadas. En Piedra libre, su último film, volvió a trabajar sobre un libro de Beatriz, algo que no hacía desde Fin de fiesta. Y aunque se propuso recuperar el clima intimista de los primeros años, el resultado fue desparejo, seguramente porque el cáncer ya estaba avanzado.


Fue en ese momento cuando Beatriz se decidió a encarar su gran mentira. En su afán por embellecer la vida de Leopoldo, decidió que él pasaría su último tiempo lo mejor posible. Lo internó en la habitación más grande y cómoda del Instituto del Diagnóstico, donde recibieron a las visitas con champagne, apostaron a las carreras por teléfono e hicieron planes para las vacaciones en Punta del Este. Le permitieron volver a su casa y llegó a dirigir algunos avisos publicitarios, aunque los dolores eran ya insoportables.


En su desesperación, Beatriz visitó curanderos y hasta lo llevó a España para que lo viera un médico que le habían recomendado. La familia Nilsson le facilitó el dinero y viajaron con un enfermero que le aplicaba morfina cada cuatro horas.


Cuando Leopoldo murió, ella se abandonó completamente. En realidad, comenzó una especie de espera hasta que llegara su propio momento de morir.


En su último film: “Piedra libre” que, a pesar de sus críticas, me pareció un film jugado, donde la metáfora de Amalita está en todas partes (lo peor de una mujer) muestra a una inocente Marilina Ross jugando al lesbianismo con Luisina Brando.


Está película fue jugueteada por Miguel Petato “el censor” y vengador de su ex asistente de dirección Torre Nilsson. Su hermana Mía decía, que Tato no podía tolerar que el alumno haya superado ampliamente al maestro. Tal es así que le hizo una jugarreta desesperante al estreno del largometraje.


Torre Nilson, resignado, expresó: “Ante esta posición de la censura, siento que la situación del pais se torna muy incómoda para hacer cualquier película en que quiera mantener mi discurso cinematográfico actual. Entonces anuncio que no volveré al pais a dirigir cine mientras exista una censura con ese criterio”, aunque el 16 de Setiembre, finalmente, y a sabiendas de la enfermedad de Torre Nilsson, se estrenó la película sin casi auspicios ni anuncios.

IDEAS Y FRASES


“Un director cinematográfico Deberá abandonar el cine cuando descubra que el profesionalismo lo aleja de sus pesadillas y de sus vivencias, o de las pesadillas y las vivencias de los demás.”

“Quizá alguna vez podremos pensar, escribir, hablar de un cine que empiece a equivocarse por sí solo, lejos de la mohosidad actual de los sets, cerca de la gente, de las caras de la gente, y las alegrías de la gente, un cine que recupere la realidad”

“El cine que quiero hacer es un cine donde se vea reflejado el hombre. No por un simple documental de mostrar hombres, sino por una suerte de síntesis que haga de muchos hombres, un personaje. Ay de aquellos creadores que pretenden reformar el mundo con sus obras. La obra no da soluciones, sino interrogantes. Yo me alegraría con poder mostrar, a través del cine, un solo hombre”.

“Mi padre había decidido de un modo bastante terminante que mi carrera tenía que ser la cinematografía. Acepté sin amor, pensando que iba a ser un oficio, una técnica. Y así lo viví durante años, casi dolorosamente y amargamente, como leyendo poemas escritos debajo de un taburete, o leyendo a escondidas a Proust y a Valéry. De pronto descubrí que el cine podías llegar a ser también vehículo para la imaginación que latía en mi."


“El cine me vuelve impiadoso con las cosas más queridas, como por ejemplo no haber podido asistir al lecho de muerte de mi padre, para no arruinar la secuencia de escenas; o no asistí al nacimiento de uno de mis hijos para concluir una mezcla de sonidos. "

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te leí del foro de fobia social; interesante tu blog, felicidades!.