Recital de Flor Nuñez en Café Berlin (¡al fin!)

 

Luego de 3 años que acompañó de forma preponderante la musicalidad en mi vida, pude ver a Florencia Nuñez.

Todo comenzó cuando ví en la UN3 la miniserie uruguaya llamada "Feriados", apareció un tema que se llama "que es lo que haces los jueves", unos de los primeros temas de esa joven rochense Florencia Nuñez. 

Epoca de Pandemia, me prohibieron tomar subte y colectivo, andaba en bici por todos lados, yendo de acá para allá: centro, Belgrano, Barrio Norte, Versalles, Castelar, Ponteveedra y una canción de Florencia Nuñez que habla de la bicicleta que me daba ánimo y me enternecía un toco, fue que le presté mucho más atención: "Que planes tienes para el sábado", haciendo zig zag con la bici en lugares desiertos, caía justo. 

Pero no sólo eso, sino que generosamente pegó un cancionero con los acordes, y aprendí a tocar algunas canciones de Mesopotamia y de Palabra Clásica como "Pacto", "Aquiles", "Bailando en una silla", "Todo indica que caí", "Que planes tienes para el sábado", etc.  

Por si fuera poco me hizo cantar y sonreir, sonreir mucho, y casi nunca sonrío, y casi nadie me hace sonreir, pero bueno forzar la sonrisa puede volverse un buen hábito.

Luego llego "Todas las quiero cantar" y asocié a la Paloma, donde he ido 5 veces, el camping arbolado, varias playas para llegar a la Pedrera y llegar allí corriendo todas las mañanas, tomar agua y volver, asi como en bicicleta. Para el lado más norteño, el pan casero de Castillos, la fortaleza de Santa Teresa.  El nado hasta el islote del frente de la playa del centro de la Paloma, el casino, la casa de paja. Las aguas termales de Puerta del Sol, hotel que fui las cinco temporadas en La Paloma, y la canción de la mancha de rolando: "Donde vamos" y en la pileta a la noche.

La austeridad de Rocha y el camino "cuchillezco" en bici para hacer los 30 km para llegar a la plaza, las gitanas, la iglesia universal, la municipalidad, los bares austeros, las casas quasi coloniales. 

Es así que "De medios locos" la habré escuchado y cantado veinte mil veces, y el "vivir vale la pena" del final y del medio, estirando la "e", me sigue conmoviendo y en "Café Berlin", cuando la cantó en vivo, también. Trayendo todos estos recuerdos. 

"Contigo y el palmar" aprendí a tocarla gracias a ella, con el "capo" en el segundo traste y es una canción muy dulce. Florencia Nuñez, estando sola en el escenario nos hizo hacer el coro que es "solo quiero contigo", cuando ella su solo. Es como si en "pacto" hace "aprendí los rezos de todas las religiones" y otros hacen "oh oh oh", pero "Pacto" no la cantó. 

Al final, de manera tensa, le pedí una foto, en realidad se que jodí un poco, porque viene filtrada de recorrer lugares en la patagonia y tiene que viajar otra vez hacia La Plata y Cordoba donde toca sin un dia de descanso. Yo solo balbuceé las gracias y que la admiraba, retirandome de forma torpe y exitada. 

Ella sola, su voz potente y tierna y la guitarra que sono regio. 

Incluso al final improvisó un popurri de lo que le pedía la audiencia. 

Como selló Florencia Nuñez en una canción: "Le deseo, de corazón, lo mejor". 

Me agradezco, a pesar de mis dudas y mi constante asocialidad, volver a planificar una salida que hace que la vida valga la pena.