domingo, febrero 27, 2022

Las pocas veces que elijo "lo bueno"

 











Generalmente los caminos que tengo que elegir son la tormenta o algún tornado. No tengo mucho margen, no tengo soporte, no poseo gente de mi lado. Todos son transaccionales y los entiendo, porque, a pesar de mi edad, construí una persona desencajada, desquiciada, atormentada, depresiva, desagradable, discriminada.

Entiendo que la nostalgia es un arma de doble filo, en discernir lo "bueno" de haberlo vivido, y saber que ya no se tiene la fuerza de transitar algo parecido, porque ya el cuerpo ni la mente dan para pagar el precio de cargarlo. 

Volviendo, Siempre elijo lo menos peor, pongo diferentes opciones en la balanza, y la que menos, creo, me dañe, entonces la pongo en marcha, igual sumido a una vibración baja, muy baja, como ya escribí en otra ocasión.

El 2022, tiene todo para ser el peor año que transite, intentaré a que sea lo menos lastimoso posible, aunque, todos los días mis razonamientos hacen que la tristeza, la distopía, la falta de identificación, siendo nimio, desagrable y desquiciado para el resto de las personas que me trata.

Todos los días me planteo para que vivo, ante tanta decadencia, poca identificación con otres, nulo desenvolvimiento para la atracción, y futil para compartir algo, a menos que sea transaccional.

Pero ¿que sucede cuando se escoge lo "bueno"? Mis pensamientos se alejan a la muerte, al sin sentido, por más que la opción no tenga ningún sentido. Pero la satisfacción que, una vez muy cada tanto, las situaciones se desarrollan de una forma más que agradable, como el parentesis de lo desgraciado e inutil que soy.

Sali de mi ratonera, con lluvia, con sol, un viaje de media hora a pie, que bajaba y subía la intensidad de la lluvia. Llegué a la cancha de futbol. Yo estuve panicoso, porque hacía casi 3 meses que no pateaba una pelota y que hice menos actividad física, aunque fui disciplinado todas las mañanas en hacer pilates y yoga con "Yoga & Pilates with Katja", con un programa de 24 días.

Dije de ir al arco, pero salí a jugar, algunos pique me agotaban, pero el partido en general era extraordinario, jamás los equipos se sacaron dos goles de ventaja y fue palo y palo.
Sin pelearse, con las ganas de hacer un gol en el arco contrario, con la adrenalina del resultado, pero con la camadería de no pelearse, sino de querer ganar y tener aparejado el disfrute.

Perdimos por un gol pero los 11 participantes como yo, estabamos contentos y satisfechos por pasar la tarde que pasamos, bajo las nubes y la humedad al 100%, eso no importó.

Al llegar mi "hogar", cada tarea la hice de manera lenta y serena, pero los fantasmas de la "mierda" que soy se postegaron, hasta que vuelva alguna situación que vuelva a elegir "el mal menor", pero con la angustia que es un "mal".

No vivo con la ilusión de viajes espectaculares, de salidas hedonistas, charlas intelectuales o encuentros bacanales carísimos para mi, sino con la esperanza de vivir un rato como el sabado 26/02. El vivir un mundo como un reguetonero lleno de bijou de oro, con autos carísimos, viajes estrambóticos, donde lo atiendan como un rey, con señoritas de plástico para puntualizar una juventud disfrazada. Además, el alcohol y la abundante comida, te haga poner una cara elitista, como si fueras un ser diferente que puede ostentar ver a la gente desde un lugar privilegiado. El snobismo brutal, frontal e inalcanzable.

Todo lo que el capitalismo desea que se anhele. O pagar una millonada para ver un glaciar, una catarata, agua turqueza. No, gracias, hoy la economía que la sufro, está casi a la altura de la salud, como prioridad.

Sin embargo, el juego con sus reglas, en casos muy, pero muy especiales, como el sábado 26/02, simplifica mi vida y me aleja de la muerte.


viernes, febrero 18, 2022

Los ocho poderes del ser humano

 










El ser creyente de cualquier cosa, incluso en un futuro cierto, le da un sentido a su vida. Incluso yo soy creyente en mi mismísima inutilida, mi referente es el personaje de "Memorias del Subsuelo" hace muchos años, pero al leer y re-leer la justificación de "seguir viviendo" a pesar de ser un tipo incompleto, doliente, sin madurez, sin la habilidad de expresar interés al resto y cada vez más quieto y depresivo. Todos estos conceptos pesimistas y "sin sentido" implicaría el no "merecer" vivir, que sería menester el suicidio. Pero no, con todo el abismo acarreado, seguiré marchando o flotando en un camino negro, sabiendo que nada "mejor" me puede pasar que mi propio pasado.

Ahora, saliendo de esto, en un reportaje a Patricia Sosa, mencionó de paso y sin ahondar: "Los 8 poderes del ser humano", si bien se origina de una corriente espiritual hindú (Brahma Kumaris), donde hay alma suprema o Dios, karma y todo lo que me parece "ciencia ficción" por ahora. 

A continuación expongo los ocho puntos, sus definiciones y mis aplicaciones y/u observaciones. La fuente es de: https://listindiario.com/la-vida/2014/09/18/338039/ocho-poderes

1)  El poder de ausentarse: Es la habilidad para ausentarse del mundo exterior. ¿Cómo mantener la paz interior? Seguir el ejemplo que nos muestran las tortugas cuando se refugian dentro de su caparazón. Debe conocer su propio refugio espiritual donde encuentra la tranquilidad cada vez que la necesite. Es bueno darse tiempo para la reflexión y el silencio.

El ausentismo pasa por ser espectador, el dormir es mi ausentismo más efectivo. Sé que no es vida, pero mis sueños se refieren a caídas y a negaciones que me da la vida real. La absorción a historias en libros (por más que mi concentración es muy volatil y vuelvo a reflexionar sobre mis mierdas).  En fin, respirar cada mañana es una lucha contra los pensamientos que atacan con lanzas amenazando un contexto que se deviene peor.

2)  El poder de empaquetar: Es la capacidad para controlar su mente, su intelecto y su memoria. No es declararle la guerra. Usted debe tomarlos como sus amigos y ponerlos a su servicio. Oblíguela a que tome una hora del día y se relaje.

Una hora es demasiado para mi propio pesimismo, pero si, el hecho de agendarme algunos ejercicios sean de elongación, pilates o yoga, más respirar unos cinco minutos hace que trate de tapar la olla que no deja de hervir.

3) El poder de tolerar: Es la habilidad para no ser afectado por los eventos externos e internos y saber responder a ellos positivamente siempre. La tolerancia es necesaria en aquellos casos en que usted se deja llevar por gente cercana que dicen o hacen cosas que les hace revivir situaciones que traen emociones negativas.

Vivo con las emociones negativas al acecho, incluso no las tolera. Tal vez, el dolor físico opacan los pensamientos, cuan antibióticos, a los que asesinan, a la vez, a algún tipo de concentración o los destellos de lucidez tengan cada vez menor duración, desde el momento que arrancan. Una forma de frizar la tolerancia es también alejarse de aquellos/as que ya no es funcional o que disparan mecanismos que afecten las emociones.  El estar vivo es tolerar, además, todo el contexto negativo en tientan a sumergirse.

4) El poder de acomodarse: Acomodarnos a otras personas es el gran reto de hoy: significa aceptar a los demás, compartir sus ideas y trabajar por ellas como si fueran nuestras. Acomodarse a tantas circunstancias tan molestas, sin dejarnos herir por los insultos, exige tolerancia y autorrespeto

¿La aceptación a quien? Acomodarse a este nuevo mundo, pasa más por un instinto de supervivencia. Van a acaecer situaciones más hostiles, más complejas, más desesperantes. Acomodarse, es acostumbrarse, perdiendo anhelos de años há. El que se acomoda con uno mismo, y con el entorno obligado, tiene un gran poder.

5) El poder de decidir: Es la habilidad para escoger con precisión la mejor opción, tomar la mejor decisión y la acción apropiada en cada caso, ya sea para usted mismo o para los demás.

Si es mejor o peor opción, no decidir también es una decisión y es dejar que los estímulos exteriores decidan por uno.  Todo el tiempo estoy eligiendo, incluso decisiones contrarias a tiempos anteriores.

6) El poder de discernir: Es la habilidad para discernir lo sutil y saber reconocer lo que es verdadero y aquello que es falso. La discriminación es el arte de ver, no con los ojos físicos, sino con el ojo interno, el tercer ojo.

Cuantos sesgos de verdades que nos hacen ver, de hecho con la pandemia, el afirmarnos que la gente se muere de una sóla cosa y no con la cosa, me hicieron discernir sobre que casi todo es probabilístico, como la ciencia aplicada a la física cuántica, todo es relativo. Depende el ojo que tiene. Pero hay muestras contundentes: las negativas constantes, la gente que se borra y uno mismo se borra, los dolores de estomago, cintura, cuello y mandíbulo, el consumo del dinero, el aumento de precio de los bienes consumibles. Estos asuntos lo discierno como una verdad, que me pone en un escenario tenso y doloroso. Ni idea como activar un "tercer ojo".

7) El poder de enfrentar: Es la habilidad para confrontar y resolver a tiempo, obstáculos internos y externos, pruebas y desafíos.

Afrontar es aceptar seguir viviendo, saber de las concesiones diarias del día a día, saber que cuando se tuvo el poder de decidir "las somatizaciones" contra ser "correr más riesgos", elegí lo segundo.  La depresión la iba experimentar con la primera elección también, pero con brotes de psoriasis, gastritis crónicas y ataques de pánico. Entonces, fue el mal menor, pero jamás ya con la idea de ser mejor, porque afronto la vida, sabiendo que lo mejor ya pasó.

8) El poder de cooperar: Es la habilidad para entregar parte de su atención, su tiempo, su experiencia y sabiduría para ayudar a los demás. La cooperación es algo más que prestar ayuda a sus semejantes.

Mi hermano cuando está en el hogar, decide repartir las galletitas que le llevo de una institución que él mismo se suscribió, con todos sus compañeros.  La institución, sin ninguna trava burocrática coopera con mi hermano para que él sea reconocido, y él coopera con sus compañeros para ser valorado y reconocer a sus compañeros. Este acto me parece una referencia.  Supongo que la mayoría quieren llegar a lo alto y destacarse. Aunque en los juegos, los miembros del equipo cooperan entre sí, más allá de sus resquemores personales.


viernes, febrero 04, 2022

Las drogas y la hipocresía de la gente con sentido común-¡Legalicen todo!


 






Yo puedo entender al que está mal, pero no comprendo al que vive en un esta de plenitud, o por lo menos aparenta y justifica que su vida es feliz.  Supongo que hay que agradecer el sentirse vivo, el sentir diferentes estímulos que me dan cierto placer, aunque sea segundos, minutos y hasta horas. Luego hay que enfrentarse con parte de lo que se esconde bajo la alfombra, que son los resquicios de esos estímulos y/o el transitar de la vida en un etapa que se enfrenta a lo inevitable: EL DOLOR

¿Que hay contra el dolor? Drogas, y siempre hubieron drogas. La cocaína y la heroína son bastantes antiguas, de hecho hay propagandas de principios de 1900 donde se utilizaba la cocaína para desequilibrios mentales, para lucidez y como estimulante. Y la heroína como salvaguarda del dolor. 

Hay drogas legales que generan adicción, como el clonaxepan, la morfina, la codeína, incluso el diclofenac puede ser utilizado diariamente para calmar algún tipo de dolor. Asi como remedios hepáticos, etc.  La cronisicidad de las drogas son parte del caminar de muchísimos seres humanos en este planeta.  No obstante, lo cual, la medicina se ampara de investigaciones y de evoluciones para no sentir dolor.

Prince, Ricardo Fort, RobinWillian (que se suicidó) ingerían drogas para el dolor, por ejemplo vicodina, morfina y más fuerte aún, oxicodona.  El más potente opioidees el fentanilo, 50 veces más que la morfina, pero de consecuencias fatales. El tránsito del dolor es inevitable, no sólo físico, sino emocional.

En tiempos donde se estructuran vidas perfectas, metas imposibles a llegar (que tal vez llega uno), sobre-estimación de seres humanos, hacen que la frustración sea corriente. En villas miserias se pueden educarlos con ciertas actividades lúdicas hasta los 13 o 14 años, pero después cuando las hormonas aumentas, viene el representante narco y le ofrece lo que más o menos quiere, por un tiempo chiquito (o tal vez más largo), y ese tiempo el chico o la chica se cree feliz, pero después amanece la hecatombre. 

Lo mismo ocurre en ciertas clases sociales, donde películas que muestran gente bailando, jugando a ser sensual, que se son estímulado, una y otra vez con alguna pastilla o cocaína. La cocaína no es juzgada en las películas, hoy se muestra como una "normalidad" entre los actores y actrices que hacen uso.

Cuando fue la "Ley seca" se armaron grupos armados y en la clandestinidad de venta de alcohol. Eso fue controlado, cuando se legalizó. Igualmente el estímulo que ayuda a cometer más asesinatos domésticos es mediante "el alcohol", están en las estadísticas y es completamente legal.  Para desmantelar el narco de drogas: ¿Por que no legalizarlas? y aplicar más política anti-droga contra los consumidores. Acaso ¿Hace cuanto que no hay una campaña antidrogas y los efectos que realmente causa ciertos estupefacientes?    

Hoy es impresionante el número de adictos, porque vivimos en un momento en que, la mitad de la gente está desamparada y sin proyección. ¿Por que la otra mitad "meritocrática" la juzga como "los malos" de la película? ¿No estarán tirando basura bajo la alfombra? Cuando las personas con sentido común se aferran a alguna actividad, despreciando a tanta gente, consumiendo comida, estimulantes para rendir más, drogas legales. 

¿Ellos actúan bien, porque arreglan su propio DOLOR? ¿Sienten DOLOR de algún tipo, estas personas? Porque según muestran en sus redes sociales, parece que son poderosamente inmaculados.  No lo sé, tampoco siento empatía por ellos/as.

Somos un elemento de consumo, que a su vez, consume algún tipo de malestar que para el mundo de los de "sentido común" es un deber y por más depresión, ansiedad, angustia, servilismo, incertidumbre y DOLOR, es el deber hacerlo porque sino no merecés tener un lugar en esta tierra.  

Dejo una poesía de mariela_poesiagorda que me identifiqué por estar dentro de un sistema en que me consume de una u otra manera, más allá de lo que quiera o no. En realidad, casi todo el tiempo, hace lo que puede. Hacer lo que se quiere es un privilegio:

Yo consumo. Vos consumis, Nosotres consumimos, Todes consumen.

La falopa de la tele, la mugre de los diarios, el veneno de los agrotóxicos(agrego las antenas para los celulares), la promesa del candidato, la ropa de moda, la liviandad de les espiritualistas, la rebeldía de les antisistema, las ideas de alguien, el cuerpo de alguien, el tiempo y la paciencia de alguien. Alcoho, remedios y otras yerbas. Todes consumimos algo. Algunes consumen todo. 

A mi me consumen, a vos te consumen, a nosotres nos consumen, a Todes nos consumen.

La casta politica perversa, les mismes riques de siempre, nuestros patrones/as, nuestras costumbres familiares, les idoles que sostenemos, las redes sociales, la cultura patriarcal, la hegemonía y la heteronorma.  Casi todes somos consumidos. Algunes nos consumen a todes.

Menos escupir para arriba. Que nadamos en Flema y nos creemos que llueve en el patio ajeno.