martes, septiembre 06, 2022

El paroxismo de la angustia

 







Me levanto, voy al baño, mi cabeza siendo un dolor muy fuerte y punzante, mi corazón parece explotar, la gargante se me cierra. En principio, me siento perdido, la realidad de no resolver problemas invade mi vida onírica, a la que considero bizarra, pero un refugio al fin. Me fijo la hora, son las 1:30 am, me había dormido 22:30, aproximadamente, sólo tres horas, pero era menester volver a dormir, volver al subtetfurgio más seguro, o por lo menos postpone la actualidad desgraciada.


Si bien es controladamente desgraciada, con ciertos parentesis de alegría, euforia y calma, ahora un detonador la volvió a arrojar en un pozo.

Vamos al contexto: 

El ministro de economía devenido a "simil presidente de la Nación", Sergio Massa, decretó un ajuste de 212 mil millones de pesos, en los cuales se incluye discapacidad. 

¿Como lo aplican? No pagando a las obras sociales los sueldos, y con deudas de 3 o 4 meses. 

¿Que sucede? no pueden tener más a mi hermano en la Institución donde yace, vive, se divierte, come, y se siente acompañado.

¿Que decidieron? llamarme para lo que saque.

¿Como actuo? Como un imbécil desesperado que se hace el boludo, e incluso enojándome con mi hermano, amenazándolo que va a tener que consiguer una pensión, que yo no estoy en la vivienda que alquilo y que corre riesgo.

¿Como actuan la jerarquía de la institución? Desapareciendo, dictando la resolución y que los familiares se arreglen, excepto que se negocie, aunque ni idea cuanta plata hay que poner.

Justo que se viene un post-grado gratuito en la UBA para "la transición de energía", donde mostraba cierto entusiasmo, a pesar de mi constante cefalea, que me desenfoca de tener claridad en los pensamientos. 

El resabio de todo esto, además de la cefalea, es el dolor de cara, cuello y cuerpo en general, disparado por el paroxismo de la angustia. Pero gente como yo, que no tiene espalda para resolverlo, se lo merece.