martes, octubre 19, 2010
17 de Octubre - Dia de la Lealtad.
Si bien mi seno familiar no es peronista, así como cualquier sujeto que no tiene credibilidad ante manifestaciones tan enormes y todo lo que eso implica e implicó. Con el tiempo comencé a admirar a Juan Domingo Perón, con sus defectos, pero como un gran estadista y hacedor. Su obra y legado, va a fijarse en el pueblo argentino por muchas generaciones.
Perón incursionó en la política como coronel y como hombre de confianza del General Uriburu, en la década infame de los 30’, pero su primer nombramiento político fue en el ministerio del ejército y vicepresidente de facto de Edelmiro Farrell, en 1943. A partir de aquí Perón es protagonista de situaciones en la que se gana la confianza de gran parte del pueblo de argentino.
¿Por que? Podría ser, a grandisimos rasgos, por lo siguiente:
• Sanciona leyes laborales reclamadas por el movimiento obrero, fortaleciendo los sindicatos y del organismo estatal que regulan las relaciones laborales. No tuvo problemas en decretarlas, ya que el Congreso Nacional estaba cerrado, porque se trató de un gobierno militar. Lo cual hizo que tuviese de enemigos a industriales, ganaderos y comerciantes, ya que beneficiaron más al proletariado.
• Como secretario de Trabajo:
o Se crearon los tribunales de trabajo
o Se decretó la indemnización a todos los trabajadores por despidos.
o Se benefició a la población pasiva, por edad, con la jubilación (aproximadamente dos millones de personas comenzaron a percibirlas).
o Se sancionó el estatuto del peón del campo, defendiéndolo del negreo y de la explotación.
o Se creo el hospital Policlínico para ferroviarios.
o Se crearon Escuelas Técnicas para obreros
o Se crearon convenios colectivos que alcanzaron más de dos millones de personas.
o Fomentó la migración de los paises limítrofes para trabajar en el suelo argentino.
Perón fue victoriado como secretario de trabajo, pero era bastardeado por las clases medias y altas, con la que despóticamente llamaban a los trabajadores: “Cabecitas negras” o “Grasas”..
Perón tuvo a favor la gran masa de gente, capital de trabajo y no dueño de tierras o industrias, los cuales, tenían que prescindir parte de su renta para beneficios de sus empleados, además que subdivisiones dependientes de la CGT, que no apoyaron la alianza Sindical de Perón y Mercante, lo cual se impulsó una politica de sindicatos paralelos, a los cuales Perón le quitó personería jurídica.
Farrell tuvo las presiones de la oligarquía, que desde hacía años, manejaba las empresas libremente y sin controles, además de que era la que finalmente elegía quien gobierna y quien no, además de tener cómplices a las fuerzas armadas y a la Iglesia Católica, y otras instituciones.
Acosado en todos los frentes, Farrell, levanta el estado de sitio en agosto, lo que permite grandes manifestaciones opositoras. A fines de Septiembre, un movimiento militar contra el gobierno es abortado en Cordoba. Esto le sirve como pretexto al Presidente Farrell para reinstaurar el estado de sitio, ocupar las universidades y practicar numerosas detenciones. A principios de Octubre, la guarnición de Campo de Mayo le exige a Farrell el alejamiento de Perón de todos sus cargos, encarcelándolo en la Isla Martín García el 9 de octubre de 1945.
Al conocer esta noticia, los sindicatos comenzaron a movilizarse, temiendo el alejamiento de su líder derivada en la eliminación de todos los beneficios sociales y ecónomicos obtenidos.
El 17 de Octubre de 1945 se despertó la gran masa anestesiada, eclosiono el alma silenciosa y silenciada del pueblo, las columnas de obreros se movilizaron espontáneamente con un único objetivo: Rescatar al lider de los trabajadores argentinos.
Las columnas obreras empezaron a poblar la ciudad, el rumor del pueblo fue creciendo y agigantándose. Y aquel Perón resonaba como un cañonazo, el cañonazo del pueblo que venía a rescatar a su líder, las grandes masas populares se decidieron a dictar el veredicto lapidario ante la crisis política producida por la obligada renuncia del lider de los trabajadores.
Los trabajadores abandonaron las fábricas, los surcos, las chacras, los servicios de transporte. Grupos compactos de trabajadores fueron atravesando los puentes que unen Avellaneda con Buenos Aires y se dirigían hacia el centro de la ciudad. Sus gritos y voces despiertan el pánico de los habitantes, los comerciantes bajan las cortinas de sus negocios.
Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y de Villa Crespo, de las manufacturas de San Martin y Vicente Lopez, de las fundiciones y acerias del riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor y el mecánico de automoviles, el tejedor la hilandera y el empleado de comercio.
El sector céntrico de la ciudad era irreconocible. Buenos Aires era ocupada por centenares de miles de trabajadores enfurecidos.
Las manifestaciones obreras confluían en la Plaza de Mayo y, rendidos por la marcha, numerosos manifestantes refrescan sus pies en las fuentes de la plaza, como un duro mensaje a quienes observan horrorizados desde los balcones "la conquista de Buenos Aires".
Otros llegan montados en caballos, agrupados en camiones, trepados al techo del tranvía, amontonados en colectivos que debieron cambiar su recorrido y dirigirse hacia Plaza de Mayo con carteles improvisados brindando su apoyo y exigiendo a las autoridades la inmediata liberación de Perón.
Esa gigantesca concentración obrera inauguraba el 17 de Octubre, era la union entre el pueblo trabajador y su líder, Perón, era el subsuelo de la Patria sublevado, era el cimiento básico de la Nación que asomaba y que inscribía un nuevo capitulo en la historia Argentina.
Con improvisadas antorchas hechas con ejemplares de "La Prensa" retorcidos en llamas los trabajadores iluminaron esa maravillosa noche, hasta que se asomo al balcón el líder rescatado por su pueblo, y sellando un pacto de lealtad eterna, Peron los llamo por primera vez por su nombre: ¡Trabajadores!
Algunas frases de su discurso fueron:
“Hace casi dos años, desde estos mismos balcones, dije que tenia tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino.“
“Con esto doy mi abrazo final a esa institución que es el puntal de la Patria: el Ejercito. Y doy también el primer abrazo a esta masa inmensa que representa la síntesis de un sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad del pueblo argentino.”
“Esto es pueblo; esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la madre tierra, al que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la Patria, el mismo que en esta historica plaza pidió frente al Cabildo que se respetara su voluntad y su derecho.
Es el mismo pueblo que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda someter a esta masa grandiosa en sentimiento y en numero.
Esta es la verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha a pie durante horas, para llegar a pedir a sus funcionarios que cumplan con el deber de respetar sus auténticos derechos.”
“Desde esta hora, que será histórica para la Republica, que sea el coronel Perón el vinculo de unión que haga indestructible la hermandad entre el pueblo, el ejercito y la policía; que sea esta unión eterna e infinita para que este pueblo crezca en esa unidad espiritual de las verdaderas y autenticas fuerzas de la nacionalidad y del orden; que esa unidad sea indestructible e infinita para que nuestro pueblo no solamente posea la felicidad sino también sepa defenderla dignamente. Esa unidad la sentimos los verdaderos patriotas, porque amar a la Patria no es amar sus campos y sus casas, sino amar a nuestros hermanos. Esa unidad, base de toda felicidad futura, ha de fundarse en un estrato formidable de este pueblo, que al mostrarse hoy en esta plaza, en numero que pasa de medio millón, esta indicando al mundo su grandeza espiritual y material.”
Se puede ver el mismo en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=G0EQQildKCE
Convocaron a elecciones para Febrero de 1946, Perón comenzó a escribir su historia como presidente y como símbolo del pueblo argentino.
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