
La foto, como prologo de esté mensaje, es un pequeño homenaje a una banda argentina en extinsión, llamada "TURF", del cual soy admirador de sus letras, de su música y de sus shows.
Once años, TURF, trabajó juntos de algo, según muchos músicos, no es trabajo sino diversión y generar alegría al público.
La diferencia de hacer música con respecto al fútbol es que no se tiene un rival, exceptuando los públicos exitistas y "mala leche".
El tema que me dio a colación, al recibir la noticia, son las separaciones.
Mi enfoque está en los vínculos afectivos : amistades, compañeros de ruta de años, novios, matrimonios, familias, etc.
La rotura de un vínculo, es un cambio, generalmente los cambios, traen crisis, lo cual se desprenden sentimientos de tensión y ansiedad.
Hay que sanar lo roto de alguna manera, puede pasar por un proceso de adaptabilidad hacia la falta, ya que , como dijo Camus, el hombre es un ente que se acostumbra a practicamente todo, en este caso a prescindir de ese quiebre.
Hay una frase interesante que dice:
"Para construir una pareja se tardan meses, para destruirla segundos"
En mi vida hubo muchas separaciones, gente que recuerdo con mucha gratitud, y me digo: "Uy, que lástima quedar en la nada misma, por una simple diferencia entre tantas concordancias".
Dejo una simil-poesía de mi autoría:
Las separaciones jamás serán olvidadas,
ese vínculo arraigante y contenedor,
se envuelve en el más hondo estupor.
Las rupturas de corte afectivo
y de una gran confianza reciproca,
contrae una aceptación inocua.
Aquel sujeto que te era importante
se convierte, sin querer y sin saber,
en un pesado objeto intolerante.
El desarraigo genera un cambio,
relleno de vacío y de redención
empachado de una gris ilusión.
Con el pasaje del tiempo de separados
se verá en la mente lo bueno y lo malo,
haciendo notar que nada ha sido en vano.