sábado, julio 17, 2021

El desosiego de Pessoa (1888 - 1935)

 












Me llevó casi tres meses leer este libro, que en un momento, me parecía que no terminaba nunca, es más todo lo que me atraía se iba esfumando llegando al final y los conceptos repetidos y volviéndose poéticos y no tan directos, me confundía más aún.

Yo voy lento en la vida, y quizás, las cosas que realizo en un tiempo, los otros la realizan en un cuarto del mismo. Me sucede hace una década por lo menos. Y con los libros, las series, miniseries soy de lenta deglución. 

Este libro lo leí en Portugués y hay menciones sobre algunos personajes de la mitología Griega a los que indagué superficialmente, en la enciclopedia más famosa de internet. También hay palabras en portugués inventadas donde sólo hay referencia a este texto.  Hay un circuito en "la baixa" de Lisboa, en referencia al cuarto piso de la "Rua dos Douradores".  No oculta su admiración y reseña a Homero, Cesar Verde, a Chauteaubriand, entre otros poetas, novelistas y ensayistas de la literatura mundial, e incluso hacia alguno de sus heterónimo (personaje que inventa Pessoa para escribir), resaltando que el libro es escrito por Bernardo Soares. 

Este libro, una colección de reflexiones, pensamientos, conclusiones, metodología para "desplazarse en la vida", reglas para las mujeres casadas, etc. Con asincronicidad en el tiempo en que se desarrollan las cosas, pero dando el sentido a la observación en profundidad más allá de la media de cualquier ser humano.  

Es un texto donde puedo abrirlo en cualquiera de los cientos de sus "semi" capítulos y hallar una reflexión y sentirme identificado a una retórica que, por mis limitaciones y pavor, es imposible llegar. Limitaciones en referencia a mi falta de musicalidad en la retórica hacia un hecho/sentir/pensamiento y pavor por la desnudez expuesta en exponer "el sentido de la vida" y a que juicios hay que enfrentarse.

Estos, casi tres meses, Pessoa, a través de su complejidad y sencillez en expresar un pensamiento, me acompañó por los pasos que he dado, al que por disciplina y mi flotación me ha llevado a que "la realidad" y "los sueños" se juntaban en un mismo paso, es decir, muchas 24 horas lo transitado era por el mismo camino, más allá si estaba despierto y/o dormido.  

En conclusión, la ponderación de mi vida real, era la misma que la vida en sueños.  Muchas actividades, quehaceres, descansos, lo que sea, encuentros, charlas, fueron "en continuado" con los sueños y es lo que aprendí de leer de este "libro del desasosiego", donde la incomodidad de es que vivo también, siendo otra persona y no bajo el manto de mis juicios, y menos importancia de las etiquetas de los demás.

Además de lo futil que son mis pasos, de amigarme con el tedio, vincularme con la desatención, de conectar con actividades más allá del resultado y de la implicancia de la realización.  El esquema, la ubicación, el plantearme diferentes asuntos en contra mio, y seleccionar esos, sin dar deferencia al orgullo, y al valor, que lo tengo por pensar/sentir.  Y que, amigarme con los sueños me ayudó a ver la muerte, como un sueño eterno, que, tal vez, hoy me siento más cerca al vincular mi vida real con lo que sueño, porque gracias a sus refencias, hoy me siento más cerca de lo que sueño (y no soy un heroe en los mismo, sólo es una continuación).

Hay frases como "Me siento tan aislado que puedo palpar la distancia entre mi y mi presencia", como al subyugarme hacia cualquier cosa. 

Un libro que culminé exhausto, pero que como algunos pocos, puedo abrirlo adonde quiero, reflexionar y concluir una sensación de oximoron, es decir, satisfacerme, a través de sus líneas, del sin sentido. 


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