Después de un mes de sequía de escritura, acá estoy de nuevo contandome a mi mismo las motivaciones que van surgiendo que son efimeras. Los momentos pasan los buenos y los malos pero el deterioro es progresivo, tengo mucha incertidumbre en el pasaje del tiempo, tengo mucho temor a la dependencia y de sobremanera al rechazo generalizado: al vencimiento.
Pero eso es solamente el futuro que nunca acaba, exceptuando en un instante. Mi visión futurista tiene como proyección, a lo sumo, una semana.
Puedo decir que me hoy dia la música es mi adicción; siempre estoy obsesionado por algo y para mi no está mal ya que es mi luz. Lo que pasa las personas que me ofrecen los ritmos que me atraen hasta casi la emoción y las letras de los cuales me siento identificado. Hace que tenga una sonrisa y en el peor de los casos melancolías o asociaciones o ideas.
Me rompe un poco seguir el camino impuesto, por eso busco evitarme con un auricular y cantar.
La verdad la superación impuesta no me atrae, pero lo peor es que no tengo alternativas claro, hago las cosas por hacer y no aburrirme.
Todo pasa por eso no aburrirme y minimizar la seriedad, ya que solo la uso para solventarme con el vil y asqueroso metal (que no paro de derrocharlo).
martes, octubre 25, 2005
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