lunes, agosto 09, 2010

Zas: 25 de años de Rockas vivas en el Luna Park



















Envejecemos, y los artistas lo padecen con nosotros, pero en 25 años reluce la melancolía. Mi vida es musical, al escuchar tal y cual canción, o simplemente la voz familiar de un cantante, cosquillas de alegría invaden mi ser y sobre todo cuando se tiene a un referente de una etapa de mi vida actuando en vivo.


Junto a mi hermano, a mi amigo Poly concurrimos el sábado 7 de Agosto al Luna Park que, 25 años después del disco mayor vendido del grupo Zas, la gente que asistió al lugar era en promedio de 40 años, ya que a esta mayoría este grupo le agarró en su juventud, en la etapa donde contaban con este privilegio y esta fuerza de vivir y preocuparse por otras cosas que no eran parte de su actualidad.


Algunos fueron con sus hijos, otros en pareja, entre amigos, solos, no sé; a la gran mayoría se los notó contentos, eufóricos, saltarines, bailarines. Y sin duda, este tipo de festivales masivos, en que uno se integra ya que concuerda con el gusto de lo que se escucha, me hace inmensa y absurdamente feliz.



Tomé noción de la verdadera nostalgia cuando sonó el primer tema: “Por una noche más”(Rockas Vivas), imágenes de los simulacros de recital de rock que yo hacía en el departamento de Villa del Parque a mi madre y a mi hermano.

Zas, concientemente, fue mi primer grupo de Rock que escuché, y que lidié, tal vez sin entender con letras más dedicadas a la adultez y a la juventud.

Mi pasaje de Cantaniño, de Julieta Magaña, de Palito Ortega, de las Trillizas de oro hacia Zas, sin duda fue mi entrada hacia el Rock Nacional y su identidad.
Recuerdo que para un cumpleaños pedí como regalo Rockas Vivas, iba a ser el segundo casette, ya que tenía “Tengo que Parar” y fuimos con mi padre a 3 disquerías y no lo conseguimos, estaba agotado, hasta que lo encontramos después de recorrer no se cuantos kilómetros.


Con las cosquillas de Rockas Vivas, Miguel Mateos siguió transitando por muchos éxitos de Zas (con muchos referentes de la banda junto a su grupo actual), como “Ana la Dulce”, “Tengo que Parar”, “Bulldog”, “Mundo Feliz”, está última tocándola en un piano en el super-pullman, entre otras; culminando con el combinado enganchado los temas: “Un poco de satisfacción”, “Extra”, “Gato en la ciudad” y “Huevos”, similar al cassette de “Rockas Vivas”, pero acompañado con una orquesta clásica que acompañaba a los sonidos típicos del rock.


A esa altura estaba hecho sopa de tanta traspiración y afónico de tanto gritar, semejante alegría absurda ya que rememoró momentos felices o tristes, pero que fueron musicalizados por este grupo que me dio la puerta de entrada al Rock Nacional y a otro tipo de letras que estaba acostumbrado a escuchar.

Realizó tres paradas, donde el espectador fue entretenido con videos de la época, repaso de su carrera y opiniones de los miembros de Zas.


Otras cosas para destacar son: la voz de Mateos que no era la cortada de Zas, sino que tenía más vuelo en cada frase, mayor registro de voz, incluso llegó a arriesgarla demasiada y jamás desafinó, eso demostró que hay un trabajo vocal importante, además de su lucidez musical, y su interacción con el público, dejando en claro que sigue siendo un gran jovial frontman, amén de sus 54 años.


En la segunda parte del show recorrió el repertorio solista y posterior a Rockas vivas como: “Una sombra en la pared” “Mensajes en la radio”, “Atado a un sentimiento”, “Beso Francés”, entre otras, incluyendo dos nuevos temas del album “Alta Fidelidad”.
Los últimos dos temas, fueron contrapuestos. Cantó “Obsesión”, tema en que particularmente comencé a odiar a Mateos, ya que me pareció, en esa época, que se rendía a los pies del mundo yanqui, y de ahí para acá, conecté muy poco con su música. 
Pero el prevesible final con el himno "Tira para Arriba", fue el cierre conmoverativo para dejar toda la energía para disfrutar ese tema.
El sábado mi admiración volvió hacia a él, ya que dio un recital impresionante, completo de lucidez, de euforia, de prolijidad, de diversión y de felicidad.


Miguel Mateos culminó exhausto y no era para menos, si dejó todo en el recital y resultó excelente y la verdad quedaré agradecido por eso.

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