De la vida me declaré OUT

Menos de un mes para terminar el año. Pero no voy a hacer balances aún, solamente quiero escribirme lo que voy sintiendo en este periodo absurdo.

Se acabo la época de jarana, y en contraposición, comenzaron las despedidas del almanaque, donde la gente aparentan ser felices por sus aspectos, por sus historias, por lo positivo que lograron, gracias a sus pequeñas cualidades, mientras tanto el tiempo trasciende, siempre trasciende.


Callo ante, no quiero hablar, no quiero escuchar, solo pensar, solo volar, solo dejarme llevar por mi levedad, aunque fracaso, choco con mi propia pesadez.

"Todo hecho para el consumo y no para el afecto", escuche decir, pero mucha gente se prende en eso. Todos son, o prentenden ser, ejemplos de vida, todos son heróes, todos se ven pequeñas y grandes virtudes para exponer.
Yo no poseo virtud alguna, pero si alguién externo lo nota, es que se equivoca por mi apariencia.



Destacarme no es el problema, el conflicto es exponerme con la gente, encarcelarme, alienarme, domesticarme, justificarme cada vez más y más. Eso lo exige el mundo con su parte destructiva para mi, cuando para otros es desafiante.


Soy un ser absurdo, un error, un tipo que no se siente cómodo perteneciendo a un grupo de gente, un individualista que busca cruzar la barrera del león para consolidarse en ser un niño.

Hay una frase de no quien que dice que "El individualista es pesimista, y el ser colectivo es optimista". Que se yo, puede ser, pero no me voy a volver grupal o masifista.

La verdad no tengo ganas de hacer nada, quiero sentirme muerto una vez más