lunes, abril 19, 2021

Consumo irónico

 









Hace tiempo escribí un relato sobre, justamente, "consumo irónico", sobre el vivo y la boluda, donde la segunda aparece en la pantalla de televisión y el "vivo" no para de criticarla y despreciarla. 

Ver https://percho.blogspot.com/2010/01/la-leyenda-del-vivo-y-la-boluda.html

El consumo irónico de acá a esta parte, estalla en las redes, es decir, hay mucha gente que emite opiniones y/o se comporta de manera disruptiva y salen un millón de personas a criticarlas, a enjuiciarlas, a condenarlas, a ningunearlas, a subestimarlas. 

Por ejemplo el presidente Fernandez, tuvo un error en hablar sobre "el relajamiento del personal de salud".  Lo cual, en diferentes portales y medios, aparecen las indignaciones de, supuestamente, "la gente de bien" que nunca comete un furcio.   

Entiendo que hay personalidades que pueden provocar rechazo, pero ¿cuan constructivo es "hacerla mierda"? sin proponer una puta idea.  Deambulan muchísimos de un lado, del otro, y de todos los grises en que la gente expone que el otro es un "error" para el sistema y la sociedad.  Pateando lejos, muy lejos, la autocrítica.  

¿Y por que la autocrítica no conviene exponerla? Porque a la gente lo deja en una posición de vulnerabilidad, fragilidad, y hasta blancos de toda la gente que aparente una gran autoestima y la razón propiamente dicho.

El otro dia una usuaria, me comentaba sobre que los pueblerinos son chismosos, chatos, cerrados, no son creativos y son competitivos. ¿Que puedo replicar a esa crítica? Me generó tristeza el hecho de la crítica con tales adjetivos como argumentación

Entonces, cuanto más argumentación, o por lo menos con palabras contundentes, es cuando más engancha al consumidor irónico y alimenta la semilla del rol de "odiador".  La división no me sirve, pero la consumo, si es irónico o no, no importa, es consumo al fin, y que no aporta nada. 

Ver las alternativas que los líderes de fomentar este consumo, donde defenestran a instituciones o con ciertos rangos de poder, para dar alternativas sin ningún matiz, aportando un toque de infantilidad, con basamentos sólo en teorías que casi nunca se practicaron.   Justamente, las bases de las teorías hace demonizar a lo que hay, y por consecuencia el teórico tilda de "imbécil" al que hace (bien o mal, pero hace) 

En este link: http://revistaanfibia.com/ensayo/peligros-y-placeres-del-consumo-ironicos/

El portal de anfibia, rememora a "La noticia Rebelde" que en "pasando revista" se reian de los hábitos de los famosos y ni hablar del programa de "Pergolini" que, durante 20 años, lideró el aporte irónico por radio y otros tantos por televisión, "forreando" a políticos, a programas populares, sin la mínima autocrítica. 

Mucha gente cree que tiene mucha valía y si aparece un supuesto estúpido, se regodea de cuan vivo es el consumidor y, tal vez, siente alivio de saber que otros hacen las cosas mal, o peor aún, quiere un mundo mejor, cree que el suyo correcto y hostiga cuantos errores cometen los demás, sin aportar a la causa, sólo críticar y procurar por fundamentos que "están mal".

En definitiva, el consumo irónico, pulula por las redes con títulos: "mirá como X dejó sin palabras a Y", no sé porque las redes me propone consumir eso, cuando los paso por alto. 


jueves, abril 01, 2021

Primer Trimestre del 2021

 


Muchas veces reflotan los cuentos o novelas de Sade como "La marqueza del Gange", "Justine", "El infortunio de la virtud" y algun otro cuento que haya leído que, a través de situaciones limites, el escritor juega, a través de pasajes, con breves atisbos de esperanzas, entre tanta oscuridad y tanta contundencia la catástrofe, la distopia, y la casi (el "casi" como excusa) la total pérdida de fé que vendrá algo mejor. 
Desde el 2018 que vivo en la peor etapa de mi vida, y los números lo demuestran. Supongo el no tener proyectos, o que los mismos se disipen.  Quizás la ausencia de pasiones, quizás la nula identificación con el comportamiento de los demás, probablemente por no tener a nadie de mi lado, es posible que yo nunca supe integrarme y si lo hago me deprimo más porque tengo que demostrar ser un otro que me cuesta mucho esfuerzo.
Este año no es la excepción, si bien el contexto de pandemia en los cuales ya no tengo la fortaleza de enfrentarla, porque tengo miedo al poder de los otros que me culpen, me condenen, me condiciones y lo hacen con razón.   

Enero fue un mes con idas y vueltas, pero con mucha actividad fisica, un promedio de 3 veces por semana natación, 3 veces gimnasio, 1 vez correr (hasta con más de 30 grados) y todos los dias Yoga con Adrienne, pero soportando ciertos embistes corporales, aunque más suave que los dos meses posteriores.  Igualmente tratando de planificar, vislumbrar de donde sacar recursos para ocuparme de una forma para conformarme. Tuve muchas veces padecimientos con la pileta porque no fue un Enero muy cálido y he salido "violeta" del agua fria de la pileta.

Febrero comenzó lluvioso, poca pileta, y menguando algo la actividad, como ir perdiendo fuerza como también en Marzo. Además mal mes en la bolsa, pero con inversiones en cripto-monedas subsané algo que la bolsa no pude sacar el jugo (ni en Enero, ni en Febrero ni en Marzo)

Me anoto en un curso, en el que comienzo con cierto entusiasmo que se va disipando, no por los disertadores, sino el hecho de realizarlo a distancia, no conocer a nadie e ir "aburriendo" o desenfocando. Además el hecho de las memorias de las empresas, que realmente no le saque provecho a ninguna "apuesta" estos 90 dias del año, donde ahora no sólo escribo, sino grabo videos, como para ocuparme un poco más y "salvar" a mi cabeza del colapso.  Supongo que debo ser un "opa" porque me llevan más de 3 horas realizarlos y siento que no le saco el jugo, asi como todo.  
Convivir con mi improductividad me genera ruido, pero, hoy dia, con tanto desenfoque (por dolores de estomago y lagunas) ¿A quien o en que puedo ser productivo? No tengo chispa, no tengo ideoneidad, no tengo argumentos ni fundamentos para demostrarle a alguien que "sirvo".

En este blog siempre traigo cuando un señor me puso: "Para cuando tu primer suicidio?". Imaginate, en ese momento era más productivo, tenía proyectos, hasta compañeres de vida. Hoy casi sin nada, empobreciéndome en todos los sentidos de la vida, casi sin la posibilidad de revancha, le tendría que hacer caso.  Pero,  resuelvo siendo un autómata, metiéndome en rutinas, dejando de pensar y solo enumerar, muy metodologicamente sin escabrar a algo "genial", que hace, y los momentos de sosiego son mortales, porque aparecen la nausea, la acidez, el dolor de estomago, de cuello y todos los demas (que son omnipresentes, por eso necesito apagarme) 

Marzo fue un mes de mierda, iniciado por una luxación en el dedo meñique, lo cual tuve que usar una felula. Además, una colonoscopia y endoscopia, con diarreas, con estragos en el estomago, más dolores en la muñeca y dedo. Agregando la bolsa que tuve errores de todo tipo, redondeando un trimestre desastroso.  El 2021 está siendo un brazo extendido del 2020, estoy más agotado, incluso cuando salgo la gente se rodea de un tema presente: "la segunda ola", "el barbijo mal puesto", "el confinamiento", "la cantidad de muertos e infectados". 

Se viene un segundo trimestre duro (o no lo sé, pero lejos de ser "feliz"), si el primer trimestre me cansó, si bien tuve mi oasis con ciertas "cositas" que me gustaron como el fulbito, el movimiento en general y algunas sesiones de lectura. Pero con el impedimento de tomar café y algunas comidas, hacen que mi cara larga se extienda, además de contar a nadie con quien reirme, porque yo no sé reirme con las personas, y apenás, muy apenás me rio de mi mismo.