Otro más que se va. Qué año la puta madre! Encerrar los años
en etapas que comienzan y terminan, a mí, le da sentido a la vida, como ella,
también, tiene un naciemiento y un fenecimiento. Los números justamente me
sirven de manera que, paro la pelota, reflexiono, y le doy “valor” a los
acontecimientos que la memoria recuerda, en éste momento, del 2014 que se va.
Repasemos entonces…
Enero comenzó tranquilo, si bien no contaba con liquidez
para comprar cosas con billetes, tuve trabajo, unas facturas que me debían y
una serenidad y tranquilidad absoluta. Mi vida era la pileta, trabajar, mirar
películas de hoteles de alojamiento por youtube y algunas antiguas como “Las
aguas bajan turbias”, etc. El primer bajón fue la muerte de un amigo al que
compartimos tanta noche, tantas cenas, tantas risas y reflexiones, por la
maldita cocaína, esto sucedió el 24 de Enero, además de la primera brega que
tuve con mi conviviente cuando llegó, a mediados de enero. Es por eso que este
mes se repartió entre serenidad que fue la antesala de la tormenta de la
segunda mitad del mes.
Febrero seguí trabajando en el Laboratorio, con alegría, entrenando
natación y un mes al que no recuerdo nada puntual.
A fines de Marzo dejé de trabajar, luego de 4 meses casi
consecutivos, donde me permitió en Abril y Mayo hacer bolsa e interiorizarme
con análisis exaustivos de balances y de análisis técnico. Fueron meses que si
bien entrené y fui feliz hacerlo, como también jugar a la pelota; tuve muchas
peleas con la señora de la casa, y dormía en el sofá. El dolor de muelas fue
otro constante.
Junio fue el viaje a Rosario, un lindo viaje con FC-Max,
además estuve a punto de irme de la casa, pero el festejo del cumpleaños
postergó la salida de la misma. Se comenzó a vislumbrar un proyecto que, por
suerte se dio y aceptaron el plan. Trabajé con Tamara que fue una de las
personas más solidarias éste año. No quiero dejar de mencionar el mundial
exacerbado de fútbol, donde me entretuvo, pero me harta la pasión que le
quieren imponer. Argentina tuvo un exitoso subcampeonato, por encima de casi todas
las selecciones del mundo.
Julio me tuvo trabajando y jugando al fútbol, y preparando
un viaje a Sierra la Ventana a fines de Agosto, donde una semana antes padecí
un dolor de lumbar insoportable, y casi no corro la maratón de Cabildo, por
suerte con pastillas y elongación todo se solucionó.
Luego de la espectacular maratón y el gran viaje con la
familia, comenzó la decadencia. Murió mi padre, mi hermano ya no iba a tener
una contención familiar importante. El encargado del hogar le dijo el
fallecimiento de una manera muy honesta y sentida. Realmente me emocionaron sus
palabras y la forma respetuosa de dirigirse a mi hermano y al trato de los
pibes del hogar. Cumpleaños y peleas con la señora de la cosa, con carácter fuerte
de ambos lados. El odio era inminente
Entrenamiento Maratón de Buenos Aires, luego de una semifinal
caliente del torneo de fútbol que perdimos 0-3 con los campeones, con el primer
gol polémico y un arquero de éste equipo impresionante. La maratón tenía el
peso de una separación definitiva y de problemas físicos a raíz de jugar a la
pelota, llegué como pude, con lo justo, y a pesar de la baja presión y de los
dolores de espalda, culminé la maratón número 30.
Búsqueda de pensión, encontré una, luego de caminar prácticamente
otra maratón. Mucho calor, muchas tensiones, en el trabajo me iba mal, no
funcionaba, tuve miedo de no cumplir, porque la persona que me coordinaba, no
tenía que sufrir mi angustia y depresión. Octubre, como una constante, fue el
peor mes del año, donde contabilicé 14 días malos. La pensión parecía una cárcel,
a los compañeros le tuve miedo. Eramos 7
en un departamento, donde compartíamos dos baños, una heladera pequeña y el
comedor. Traté de mostrarme duro y
amable, en términos generales la convivencia fue aceptable; no bancaba sentirme
invadido: para cocinar, para bañarme, para sentarme en el comedor cómodo, y a
pasaba horas en la cama. Además en Noviembre, el laboratorio culminó.
Comencé en este mes otro curso de bolsa, entrené mucho para
la Maratón de Mar del Plata, y mucho huevo a la actividad física.
El viaje a Mar del Plata fue genial, el sábado disfruté del
mar, el domingo corrí una de las maratones más espectaculares que hice, y a la
tarde me reuní con un viejo coforista y su familia y comimos facturas y vimos
el partido. El lunes me junté con un hombre que maneja bolsa y conocí la bolsa
de comercio de Mar del Plata. El marte terminé en el mar…Regresé enfermo de
faringitis, pero lo cambio por unas buenas vacaciones.
En diciembre busqué departamento, teniendo el aval de los
padres de mi amigo Poly que, vino de Estados Unidos, para casarse.
Conseguí departamento, los pasos para mudarse, aún son
muchos, pero salí de la pensión, con una minita ambiciosa apurándome para que
me vaya…asco me dio y ni la pienso
recomendar a nadie. Del otro lado, está
el fletero que fue muy generoso en cómo me ayudó a mudarme con un calor
insoportable. También estuvo el casamiento de Poly, es raro, pero la gente se
casa y vislumbra un futuro firme y sólido, con proyecciones, casi, concretas.
Volví a ver, en son de paz, a la señora que tantas peleas tuve y le cuido su hogar. Extraño también, pero en mi caso, pasa porque
valora los puntos positivos y que nos llevamos bien, pero no hay una vuelta
concreta.
En síntesis este año tuve un muy año físicamente hablando
con 4 maratones, un torneo de futbol y una agua abierta en el mar de Gessell.
Animicamente tuve vaivenes conmigo mismo y una pelea constante y desgastante
con mi ex, además tuve la experiencia de vivir en una pensión y la búsqueda de
departamento. Economicamente pude sanear, con gran esfuerzo, las estafas del
año pasado, aunque gasté mucho en boludes y otras cosas que, me obligan a tener
laburo, sí o sí, a mediados del 2015.
Otro año diferente y alterado. El próximo cumplo los 40, y
los objetivos le iremos planteando en otra entrada…Chau 2014, gracias por todo
y a pesar de todo.