martes, diciembre 30, 2014

Chau 2014 – Un año con altibajos y alteraciones
















Otro más que se va. Qué año la puta madre! Encerrar los años en etapas que comienzan y terminan, a mí, le da sentido a la vida, como ella, también, tiene un naciemiento y un fenecimiento. Los números justamente me sirven de manera que, paro la pelota, reflexiono, y le doy “valor” a los acontecimientos que la memoria recuerda, en éste momento, del 2014 que se va.

Repasemos entonces…

Enero comenzó tranquilo, si bien no contaba con liquidez para comprar cosas con billetes, tuve trabajo, unas facturas que me debían y una serenidad y tranquilidad absoluta. Mi vida era la pileta, trabajar, mirar películas de hoteles de alojamiento por youtube y algunas antiguas como “Las aguas bajan turbias”, etc. El primer bajón fue la muerte de un amigo al que compartimos tanta noche, tantas cenas, tantas risas y reflexiones, por la maldita cocaína, esto sucedió el 24 de Enero, además de la primera brega que tuve con mi conviviente cuando llegó, a mediados de enero. Es por eso que este mes se repartió entre serenidad que fue la antesala de la tormenta de la segunda mitad del mes.

Febrero seguí trabajando en el Laboratorio, con alegría, entrenando natación y un mes al que no recuerdo nada puntual.

A fines de Marzo dejé de trabajar, luego de 4 meses casi consecutivos, donde me permitió en Abril y Mayo hacer bolsa e interiorizarme con análisis exaustivos de balances y de análisis técnico. Fueron meses que si bien entrené y fui feliz hacerlo, como también jugar a la pelota; tuve muchas peleas con la señora de la casa, y dormía en el sofá. El dolor de muelas fue otro constante.

Junio fue el viaje a Rosario, un lindo viaje con FC-Max, además estuve a punto de irme de la casa, pero el festejo del cumpleaños postergó la salida de la misma. Se comenzó a vislumbrar un proyecto que, por suerte se dio y aceptaron el plan. Trabajé con Tamara que fue una de las personas más solidarias éste año. No quiero dejar de mencionar el mundial exacerbado de fútbol, donde me entretuvo, pero me harta la pasión que le quieren imponer. Argentina tuvo un exitoso subcampeonato, por encima de casi todas las selecciones del mundo.

Julio me tuvo trabajando y jugando al fútbol, y preparando un viaje a Sierra la Ventana a fines de Agosto, donde una semana antes padecí un dolor de lumbar insoportable, y casi no corro la maratón de Cabildo, por suerte con pastillas y elongación todo se solucionó.

Luego de la espectacular maratón y el gran viaje con la familia, comenzó la decadencia. Murió mi padre, mi hermano ya no iba a tener una contención familiar importante. El encargado del hogar le dijo el fallecimiento de una manera muy honesta y sentida. Realmente me emocionaron sus palabras y la forma respetuosa de dirigirse a mi hermano y al trato de los pibes del hogar. Cumpleaños y peleas con la señora de la cosa, con carácter fuerte de ambos lados. El odio era inminente

Entrenamiento Maratón de Buenos Aires, luego de una semifinal caliente del torneo de fútbol que perdimos 0-3 con los campeones, con el primer gol polémico y un arquero de éste equipo impresionante. La maratón tenía el peso de una separación definitiva y de problemas físicos a raíz de jugar a la pelota, llegué como pude, con lo justo, y a pesar de la baja presión y de los dolores de espalda, culminé la maratón número 30.

Búsqueda de pensión, encontré una, luego de caminar prácticamente otra maratón. Mucho calor, muchas tensiones, en el trabajo me iba mal, no funcionaba, tuve miedo de no cumplir, porque la persona que me coordinaba, no tenía que sufrir mi angustia y depresión. Octubre, como una constante, fue el peor mes del año, donde contabilicé 14 días malos. La pensión parecía una cárcel, a los compañeros le tuve miedo.  Eramos 7 en un departamento, donde compartíamos dos baños, una heladera pequeña y el comedor.  Traté de mostrarme duro y amable, en términos generales la convivencia fue aceptable; no bancaba sentirme invadido: para cocinar, para bañarme, para sentarme en el comedor cómodo, y a pasaba horas en la cama. Además en Noviembre, el laboratorio culminó.
Comencé en este mes otro curso de bolsa, entrené mucho para la Maratón de Mar del Plata, y mucho huevo a la actividad física.

El viaje a Mar del Plata fue genial, el sábado disfruté del mar, el domingo corrí una de las maratones más espectaculares que hice, y a la tarde me reuní con un viejo coforista y su familia y comimos facturas y vimos el partido. El lunes me junté con un hombre que maneja bolsa y conocí la bolsa de comercio de Mar del Plata. El marte terminé en el mar…Regresé enfermo de faringitis, pero lo cambio por unas buenas vacaciones.

En diciembre busqué departamento, teniendo el aval de los padres de mi amigo Poly que, vino de Estados Unidos, para casarse.

Conseguí departamento, los pasos para mudarse, aún son muchos, pero salí de la pensión, con una minita ambiciosa apurándome para que me vaya…asco me dio y  ni la pienso recomendar a nadie.  Del otro lado, está el fletero que fue muy generoso en cómo me ayudó a mudarme con un calor insoportable. También estuvo el casamiento de Poly, es raro, pero la gente se casa y vislumbra un futuro firme y sólido, con proyecciones, casi, concretas. Volví a ver, en son de paz, a la señora que tantas peleas tuve y le cuido su hogar.  Extraño también, pero en mi caso, pasa porque valora los puntos positivos y que nos llevamos bien, pero no hay una vuelta concreta.

En síntesis este año tuve un muy año físicamente hablando con 4 maratones, un torneo de futbol y una agua abierta en el mar de Gessell. Animicamente tuve vaivenes conmigo mismo y una pelea constante y desgastante con mi ex, además tuve la experiencia de vivir en una pensión y la búsqueda de departamento. Economicamente pude sanear, con gran esfuerzo, las estafas del año pasado, aunque gasté mucho en boludes y otras cosas que, me obligan a tener laburo, sí o sí, a mediados del 2015.


Otro año diferente y alterado. El próximo cumplo los 40, y los objetivos le iremos planteando en otra entrada…Chau 2014, gracias por todo y a pesar de todo.

martes, diciembre 23, 2014

La lista 2014





Un libro:
Manual práctico del Odio de Ferrez
Una canción:
Tres canciones esta vez: "Deseos de cosas imposibles" Oreja de Van Gogh con Abel Pintos; "Amor electricidad" Maldonado; "Casi desangelados" Indios
Un grupo musical:
Cielo Razzo, letras tranquilas y oscuras, como símbolo fue nadar en Gessell con Luminoso de esta banda
Una pelicula:
El critico 
Honestidad bruta:
Mi intolerancia hacia muchas acciones asusta
Una mujer:
Tamara S. me dio trabajo, confió y me apoyo en las malas, laboralmente hablando...Muy buena Relación
Un hombre:
Cristian no sólo por cuidar de mi hermano sino por ser solidario con mucha gente de un hogar en el campo
un viaje:
Mar del Plata, este año lo disfruté mucho
Un lugar:
Se repite la Reserva Ecológica 
Un deseo cumplido:
Correr 4 maratones en un año y en forma de celebración
Persona perjudicante:
Yo mismo en muchas ocasiones.
Un maestro natural:
José con respecto a la actividad fisica
Una actividad:
Correr y jugar al futbol
un acto solidario:
Haber evitado un robo
un autor:
Ferrez
una novedad:
Vivir en una pensión
una situacion de calma:
El relajo que se siente después de un fondo largo
un paisaje:
El mar en Mardel y en Gessell...
un evento:
Supongo que el casamiento de Poly
una reunion
Los almuerzos del mediodia 
un mes:
Mayo me aprobaron un presupuesto y lo pasé bien
un mes pesimo:
Octubre, nuevamente, me separé, casi no trabajé, la bolsa se cayó a pedazos.
un deseo no cumplido:
La falta de estabilidad y hacer malabares con el dinero
un exito:
Llegar con alegría en la maratón de Mar del Plata.


martes, diciembre 16, 2014

El robo frustrado de la bicicleta














Caminaba por Rodriguez Peña, casi llegando a Corrientes. Mi cabeza estaba a mil, pero el cuerpo cansado de la mochila derrotera que acumulo en esta última etapa. Sentía, para ser más concreto, la presión baja.
Me llamó la atención una voz chichona de una mujer de cuerpo robusto y de acento Colombiano, la compañera, una fémina, muy bella no la miraba, sólo observaba el alrededor. Supongo que ambas atendía el negocio de decoración.
Junto a ese negocio hay una imprenta (no conjugo con "había", porque está, a pesar que yo no en el escenario) En la vidriera de la misma yacía una bicicleta, un hombrecito con sucios harapos, en su rostro se iluminaba una sonrisa con alerta. El pibe tomó la bicicleta de manera altamente sospechosa. Las mujeres comenzaron a gritar, yo ya había hecho 10 metros, sin perder de vista la escena.
"Parenló, parenló". El chico, torpemente comenzó a andar. Lo tomó del brazo y lo desplazo del vehículo. 
El dueño la contuvo, aferrandóse a la rueda de atras y manisfetando: "No me robés, no me robés, gracias"
La mirada a este chico fue de temor, esperé respuesta, sinceramente creí que me iba a pegar, pero ambos nos miramos en forma temeraria.
El chico salió caminando, y un tipo exacerbado exclamó: "Hay que matar a estos chorros, hay que matarlos a todos"
Me quedé shockeado, yo no entendí nada. Yací mareado un rato, sin mantener la fija en ningún lado, no comprendí la situación, siquiera sé si hice bien en actuar...
Creo que volví a hacer un antiheroe, pasé inadvertido y no me importa si está bien o mal.

jueves, diciembre 11, 2014

Maratón de Mar del Plata 2014 – Viento, locura y ruido.
















Está fue mi maratón número 31, y sin dudas, figura entre las tres más disfrutables, porque no sentí muros y realmente no contaba los kilómetros para saber cuánto falta, me dejé llevar por la misma

Arranque “Feliz”, tema de Estelares, donde a las 7 y 10 de la matina fuimos para el lado de la escollera. En este tramo de 3 kilómetros, me volví a encontrar con el Mendocino de la maratón pasada y otras y con el Bohemio. Saludé, sin concentrarme que estaba trotando. Antes de llegar a la escollera, fui a hacer pis, bromeé con un amigo maratonista que iba a abandonar.

Al transitar la escollera canté “Aquí no podemos hacerlo” de los Rodriguez. El viento no importó, el fresco ya estaba absorbido por el calor de mi cuerpo, iba 5 kilómetros.

Salimos de la escollera y subimos por Playa Grande, una subida rápida y una bajada con los brazos relajados, al escuchar: “El tiempo lo dirá” de Los Rodriguez, un señor con mucha bronca repitió: “Callate estúpido, cállate estúpido”, el señor corría la media maratón, yo me puse al lado de él y le pregunté que le pasaba, los demás, por suerte, saltaron diciendo que cada uno hiciera su carrera, y por fortuna, asi fue. El, con su ira, corrió más rápido, yo seguía al ritmo que me quedaba cómodo, que era bastante estable, porque muchas caras repetidas en el primer trayecto.

En el 10, veo una suelta de globos espectacular, saludo a Pablo Diaz, que estaba serio, le digo que se ría. Junto a la suelta “Religión pagana”, de No te va a Gustar, donde habla que la música une, sana y cura, me llevó a la primer emoción.  Una gran imagen y una buena letra envolvente.

Alrededor del 13 me encuentro a Daniel de Mar del Plata que, hace años lo veo cada vez que voy allá, muy generoso me acompaño y hablamos unos 2 kilómetros, aprovechando el viento a favor. En el 15 me pasa Gerardo Ré, no pudiendo creer que me traspasó tan rápido, y hace un cambio de ritmo impresionante. Yo seguía al ritmo que la alegría me indicaba.

Se vino el viento en contra, casi en el kilómetro 16, y la ultima canción de Miranda: “Es positivo se vuelve adictivo”, donde señalaba a todos y comencé a cantarle a la gente. El viento en contra se soportó, las piernas pudieron contrarrestarlo. Si bien no canté 3 temas seguidos, con “Siempre libre” y buscando “Vivir con emoción, siempre libre” de Turf, me nefregó el viento en contra.

Al subir la cuesta de la Perla, casi llegando al 20, le digo a uno que se ponga atrás mío un tipo que hicimos ese tramo juntos, lo hace. Y canto: “Uyy que loco estoy, maldito infierno blanco” de Guasones, a los gritos pelados y todos cagandose de la risa, por mis gestos de loco.

Paso el 21 con “Pasan las Horas”. Cuando en el 23, en el puesto de abastecimiento, saludo afectuosamente a los que se vistieron de muñeco y a los piratas, se cagaban de la risa, y bueno gritando que era “el mismo vago y el mismo fracasado, un poco más delgado pero voy de pie”, subí la cuesta de Cabo Corrientes, el gorro se me volaba, corrí sin gorro, subiendo y con viento en contra, me empujaba para atrás y me concentré en avanzar y subir, jamás abandoné. En la escollera seguí gritando y desafinando, ya íbamos 25 kilometros y “Gran señor” de los Decadentes me revivió. 

Luego sonó un tema que me acordé de mi vieja cuando cantamos y bailamos en esta ciudad con mucha alegría, me emocioné y canté más fuerte: “Es que hay algo en tu carita que me gusta, que me gusta y se llevó mi corazón”.

Paso el túnel y agradezco a cada uno de los voluntarios porque se tuvieron que bancar la oscuridad, el frío y el bancar a los corredores. Uno me dice: “Gracias a vos por tu actitud”.

Subo nuevamente la cuesta de Playa Grande, cansó un poco, pero después me plegué al viento a favor, a partir del 28 y canté con la gente “Deseos de cosas imposibles”.  “La conocés?” le pregunté a uno, me contestó afirmativamente. Con “Azul” de Cristian Castro y señalando el mar como un tonto, pase el 30. En Punta Iglesias saludé a Richard, y a Rosa por tercera vez, les comenté que me sentí muy bien. Bulldog me acompaño hasta el 37, lo curioso fue en el 34 que había una mina locutando y bailando; ensayo un baile con ella, me pone cara de orto y expresa, en el micrófono: “Perdí la inspiración”, me cagué de la risa y corrí, prácticamente en solitario, sólo me paso una mujer que cambió el ritmo y tenía en la remera el nombre “Ingrid”,  y a los otros los alcanzaba de a poco.

El viento en contra fue más duro, por el cansancio y, supongo, sopló más fuerte. Me dije que me haga “amigo” del viento y así fue, no dejé de correr, exceptuando en un puesto donde tomé gatorade, pero cada segundo que el viento cesó, era un alivio, y reparaba ahí. Casi en el 39, le digo a otros dos corredores que nos refugiaramos en unas bicicletas, trotamos un gran grupos detrás.

“Amor electricidad” me hizo recordar a los acordes que toco en la guitarra de ese tema, y pensé en ello. En la última cuesta, llegando al 41, la hice con ganas y cantando “Casi desangelados” de Indios. 

Casi al llegar, un beso a Rosa y a Richard y le digo que fue una carrera espectacular. “Me diste más velocidad en el desierto, voy  a seguir, voy a pelear y no me quejo, tengo a mi madre libertad para cambiar este amor” (Mancha de Rolando, nuevamente) fue lo último que escuché en esta Maratón espectacular, donde me aplaudí solo al arribar a la meta. 

martes, diciembre 09, 2014

¡Animo che!





Comencé el día con un dolor agudo en la garganta, y la boca pastosa de mucosidad. Me fui a la guardia del Policlinico Bancario, me atendió, muy amablemente una doctora venezolana. Me realizó unas preguntas, me tomó la fiebre, y se fijó en los pulmones. Me dio 3 remedios, acusando que es una faringitis.

Salí del hospital y fui a la farmacia y me dijeron que no aceptaban tarjeta de débito, y que tenía que pagar en efectivo. Fui a buscar dinero a un banco muy cercano, pero no expendía dinero, escojo la opción de “Cajeros Cercanos”, y el más próximo estaba 1,6 km, realmente con el calor y mi debilidad me costó caminar esos 3,2 km. Llegué a la farmacia y me atendieron para el orto, un medicamento no tenía la composición exacta, porque era plus, pero servía según la farmacéutica.

Luego, llego y la computadora rota, la partí con un auricular, cuando me acosté ayer y rompí la pantalla. A mi que no me sobra un mango, tuve que dirigirme al centro para cambiar, por suerte, la pantalla por una luca doscientos. Realmente creo que falta menos para fundirme, y decir: “Game Over”, porque la bolsa hoy bajó un 7,5% y yo un 5% de mi cartera, y realmente me desconcertó y me fundió, lo que pretendía de la misma.

Entre las cagadas que hago y se me presentan, mi estado de salud, mi decadencia afianzada y afirmada, porque no tengo la inteligencia de resolver nada, sino acaparar problemas y más problemas, realmente no sé que carajo hago en este mundo, hoy está para cerrar las persianas y decirme: “Ya está, disfrutaste”, de la mayoría de la gente no confío, y supongo que no seré confiable. Todos, a mi alrededor, están equilibrados y firmes, yo paso de abismo tras abismos, con cierta luz. Sin embargo, Miguel Cantilo y Durietz, alguna vez, compusieron está canción, que refleja mi presente decadente, y lo mencionan eh?. Pego la letra y el video, sé que tengo que barajar las cartas y dar de nuevo, para vivir un poco más tranquilo, pero se dificulta, se cierran muchas puertas, y yo no tengo idea del cómo abrir una.

 El tema de Pedro y Pablo

Miro, la sombra de un soport 
cayendo en al rededor, y tu vos 
repitiendo una queja del amor y la fe que se aleja 

Vino, un trago y el sabor 
que ahoga la emocion 
pero no es suficiente con eso 
se te ve decadente y espeso 
se te ve de caer 

Animo che, Animo que 
la vida es muy larga 
Animo che, Animo que 
esto no se acaba aca 
la vida continuara (veras que si) 
esto no se acaba aca 
la vida contiiinuaraaa. 

Algo, merece tu perdon 
no todo es un bajon 
levanta la cabeza y mirame 
no penses olvidar escucharme 
somos un poco eternidad podemos intentar 
acabar con el tiempo vivido 
y empezar otra vez el olvido 
y empezar otra vez 

Animo che, Animo que 
la vida es muy larga 
Animo che, Animo que 
esto no se acaba aca 
la vida continuara (veras que si) 
vale mas andar a tiendas 
que mirando para atras 

ooooh! tururuptu tuptuptururu 

Animo che, Animo que 
la vida es muy larga 
Animo che Animo que 
esto no se acaba aca 
la vida continuara (veras que si) 
esto no se acaba aca 
la vida contiiinuaraaa.

jueves, noviembre 27, 2014

La angustia














La etimología de la palabra angustia proviene, básicamente, de angosto, y se dice que no es casualidad. El corazón estrecho, angosto, cerrado, egoísta provoca la indeseada angustia.

Se puede asociar al camino por un camino angosto, donde la incomodidad, la molestia y el cuidado constante, hace que alguien se sienta deslúcido, aterrado y triste.
La angustia es una sofocación, un estrangulamiento. El temor sin objeto de la angustia se contrapone al miedo, que es un temor a algo concreto y conocido. Todos hemos sentido, en diversos momentos de la vida, sentimientos angustiosos ante estímulos estresantes que implican una amenaza real y que imponen un desafío.

La angustia constituye en sí misma el agente patógeno más desatendido de la medicina actual, uno de los que siempre demostraron mayor capacidad de causar daño a la salud y el importante contribuidor a la falta de rigor diagnóstica de la práctica diaria.

Siempre, ingresar en un nuevo trabajo o tener la posibilidad de trabajar, a sabiendas que no me gusta lo que hago, me genera angustia. La angustia también se apareja a todo lo que no me gusta a hacer y que se prolonga en el tiempo, porque no deja lugar a escaparme.  El saber que tengo que buscar departamento y que serán rígidos en las condiciones para entrar, incluso el dinero, me provoca angustia, y esa es la angustia corriente, además de la próxima angustia que es como generar dinero, sin haberme capacitado en poder venderle mi “utilidad” a un tercero que pagara una prestación.

Me sentí angustiado ante cada pelea o persona que no me llevaba bien. Recuerdo, cuando daba clases a los 20 años, los domingos a la noche me angustiaba, porque una persona me hacía entrar en ridículo y no podía dormirme. 

La sensación de angustia está aparejada con sequedad en la boca, nudo en la garganta, mi cabeza que genera, millones de imágenes por segundo, y siento un ardor intenso en los ojos.

La angustia suele ser resuelta, mediante al alivio o a la resignación y/o tristeza, cuando la situación se concreta, dejando lugar a otra angustia o a las sensaciones que describí u otras.

viernes, noviembre 14, 2014

10 años de la Ultramaratón de Olavarría - Una ultra cinematográfica.


 
10 años después de ésta foto, me tiene escribiendo una entrada en éste blog. El tiempo no pasa rápidamente, pasó una eternidad de éste momento histórico en mi vida individual que sobre pasa cualquier suceso de la vida televisiva, incluso un mundial de fútbol impuesto, al que soy, solamente un "puto" espectador.

En 10 años pasaron un montón de cosas, me quedé huérfano, me mudé 5 veces, viaje un montón, corrí más de 28 maratones y 9 ultras, nadé en un montón de ríos, trabajé en varios lugares, especulé, me puse de novio, me separé varias veces. 
Igualmente se estableció el término "runner", en lugar de atleta o aerobista, las carreras se hicieron televisadas y a muchos le cambió la vida. Grupos de entrenamiento por doquier, y mucha gente con similares a las sensaciones que percibo al correr.

Congelando ésta foto, me gustaría, más allá del cansancio que tenía, vivir 5 minutos éste momento, al que veo como pleno y lleno de felicidad.  Se qué, hoy, es más difícil ser feliz, pero corriendo o trotando o caminando (según como se mire).

Cada uno tendrá su propia película. Hace 10 años, un 14 de Noviembre del 2004, unos pocos nos sumergimos a una pelicula. Con lluvia, con calor, con montañas, con distinto tipos de suelo: asfalto, tierra, pastos, etc, etc. 
Corrimos 100 kilómetros. Diferentes sentimientos: locura, euforia, tristeza, alegría, serenidad, preocupación, excitación, etc. 
Hoy, somos distintos, 
Ricardo es un gran ultramaratonista y tiene una experiencia enorme en el rubro. Dardo, mi compañero de ruta y de carrera, fue Spartatleta.
Chien, mi amigo e inspirador en esto de correr, y compañero de viaje en muchas experiencias en el aerobismo, que aún, hoy siento placer, desapareció y hace mucho que no lo veo.
Nuestros padrinos, Rosa sigue apoyando, sacando fotos, es jueza y organiza, hace unos años, las ultramaratones de Parque SarmientoMercedes sigue en las ultras, juega al Jockey y es una persona que admiro como toma esta "disciplina"
Francisco un tipo intachable que, pocas veces vi de mal humor, y que me contuvo en esta y otras carreras.
Y el gran Ernesto Toubes que nos llevó, nos cuido en el hotel de Olavarría y me escuchó (al igual que Rosa) cuando puteé con la organización, pero yo, cuan equivocado estaba, tenía que celebrar semejante privilegio.
Hoy somos todos un poco diferentes, pero es emocionante el hecho de haber vivido esa experiencia que tuvo un gran FINAL FELIZ.
El link de los relatos es

jueves, octubre 30, 2014

Vivir en pensión















El lugar donde uno vive, para mí, es fundamental. Tener un hogar, por la falta de estabilidad laboral que llevé, más lo difícil que fue acceder a crédito, los precios abismales que tienen los departamentos, de no heredar viviendas y mis caprichos de vivir en Caballito, jamás se me ocurrió tener mi departamento propio.

Nací en Villa del Parque, ahí viví 12 años, luego Olivos 2 años y después en Paternal 9 años, Caballito, a partir, de los 23 años a los 36 años, sólo en dos dptos. Conviví hasta, ahora, los 39 años, como mencioné en un apartado anterior.

Después de la maratón de Buenos Aires, y con el objetivo de mudarme en primer plano, me fui a buscar pensiones, por Caballito y Flores. Una nueva tarea, un nuevo mundo, un “no me queda otra”.

Comencé mi raid, en uno cerca de la estación. Tenía que compartir el departamento con un tipo, y cada uno tenía su habitación, me descargué de mi situación, pero me parecio un tanto raro, y me dio miedo, aunque se habitaba, a partir del primero de Noviembre y no podía esperar ni un dia más. 

Luego llamé a un par y no me cerraron el precio. En uno daban clases de yoga y no se comía carne.
En uno de la calle Valle, por la parte inglesa de Caballito, tenía una pieza, donde era menester comprarme anafe y heladera. La habitación era sencilla, pero no me convencía.

Luego, cerca del Parque Chacabuco, era sólo para compartir una habitación con dos camitas, muy chiquita. Al lado de un vivero, cerca de Flores, era una zona mala, la casa chorizo, y las habitaciones muy oscuras. Hasta que me quedé con la última cerca de la facultad de Filosofía y Letras. Muy cansado le dije que “sí” a la chica que lo alquilaba. El precio medio carito, por los servicios que contaba.

Los tres días que me quedaron de convivencia, traté de que sean lo más agradable posible, por suerte, la otra parte también y nos compartamos como en la cotidianeidad.
El sábado que me mude, luego de cargar todas las cosas, se pinchó la goma del auto, eso vislumbró lo duro que iba a ser todo.

Conocí a la gente, los primeros son una persona que, trabaja de chofer y que me tiró cuanto ganaba, así como si no fuera un tema tabú. Su compañero, una persona de unos años más grande que yo, estudia abogacía, y es muy divertido.
También hay un pibe de gran sensibilidad que sufrió ataques de pánico. El profesor de paddle, un chico de Perú que le gusta bailar salsa y el colombiano que es el más aislado de todos.

Todos hombres compartimos un espacio, en mi caso, mi interacción es cuando compartimos el comedor, luego hago lo que se me canta, cocinando lo que quiera, lavando cuando concluyo mi comida, y entrando y saliendo. El club es mi segundo hogar que uso para bañarme.

Los momentos compartidos y más divertidos son los partidos de fútbol y el domingo que escucharon música alta y tomaban cervezas, mientras hacía mi tarea de la Bolsa. 

jueves, octubre 23, 2014

Todo tiene un final
















Tener el camino allanado para dar corte a una relación de pareja, trae sus consecuencias, en éste caso, más positivas que negativas.  Ambos, el uno para el otro, somos sumamente tóxicos en la cotidianeidad y en las aspiraciones que tenemos, además por mi parte se me acabo el deseo y el cariño, desde que me iba a ir, allá por junio de éste año.  Donde, con angustia conllevada, por el trato que recibía y el mal humor mío, en perjuicio de la otra persona. Una retroalimentación de asuntos negativos, casi, de manera permanente.

En diciembre del 2012, cerrando un año prácticamente malo, reflexioné en el siguiente apartado del presente blog: http://percho.blogspot.com.ar/2012/12/cerrando-este-patetico-2012.html
 
Parafraseando y analizando el análisis del mismo, refloto algunos párrafos:
“Hoy me siento ahogado, la persona con quien convivo exige más colaboración de la que puedo dar (y eso no quiere decir que sea la normal colaboración de convivientes). Las tareas cooperativas me generan desganofalto de entusiasmo, por causa de recibir juicios, de cualquier quehacer mío es erroneo y mal realizado.”
Ésta reflexión es tal cual, la falta de entusiasmo es básica para seguir adelante y mantener una convivencia.
“Se acrecentaron, o subrayaron, ciertas características de mi mismo: inutilidad paraarreglar algo doméstico, inutilidad para ponerme de acuerdo,  ahogo o vacuidad para imponer cosas, ya que la casa no es mía, nuevo control de horarios, etc.   Mi conviviente se jacta de que me está haciendo un favor, yo sería, entonces, por mis actitudes y aptitudes, un pensionado.”
Una serie de controles insostenibles, que no pueden hacer frente a las cosas positivas. Ella alega que cambio, pero las peleas se hicieron insostenibles e insoportables. Ni hablar de las reprobaciones permanentes.
“El niño que, pobrecito o no, convive medio tiempo con cada uno de sus congéneres, poseee todo el derecho de exigir cualquier cosa, , y más allá de que sea hijo de mi conviviente, hay una competencia encubierta con el padre del chico, para ver quien gana el premio de quien consiente más.
La competencia continúa y el pánico que ella tiene que el chico elija vivir con el padre, es omnipresente. Yo no puedo ser parte de sus pretensiones.
Las bregas se acrecientan, tengo ganas, casi todo el tiempo de escaparme, de marcharme de este lugar. Soy demasiado “chiquito” para la proyección ambiciosa de mi conviviente.  Estoy encerrado, no tenemos los mismos interesesElla quiere reformar  y cambiar constantemente, yo quiero pasarlo bien, mirar una vida más física, de aprendizaje mental, más próspera, divertida, placentera, etc; ya que a mi el impacto ambiental nunca me interesó, y he tenido jornadas, creo, felices sin eso.    Actualmente no tengo proyección, desconfío de todo el mundo, siento que me soltaron, merecidamente, la mano, aunque creo yo, es que confié en que tenía autosuficiencia, y me hundí más, entonces la desconfianza se envuelve, además, de mi ser.”.
Por fortuna, hoy, tengo más confianza en mi mismo.  Tomar esta decisión, luego de posponerla  en innumerables oportunidades, el caer en esta decisión me dio cierto alivio.  Igual, asumo que hay un proceso de transición y de re-acomodamiento que, tengo como cometido, resolverlo en el menor tiempo posible.
Durante este año viví muchos mejores momentos que en el 2012 (hasta de felicidad), pero tuvo la interferencia de contar con las constantes peleas con ella. En mi cumpleaños decidí que, una pelea más, me mudaba a una pensión, y fue tan firme la decisión que se consumió y que está etapa jamás volverá, porque impartí que todo tiene un final, todo termina.  Realmente, espero, que la otra parte asuma lo mismo, y tenga reminiscencia de toda la angustio que vivió al convivir, además de una relación desgastada y sin rumbo.

 

miércoles, octubre 15, 2014

Maraton de Bueno Aires 2014 – La número 30 fue malparida








El estado anímico: ¿Cómo lo paleo, cuando está en el subsuelo? Pensando en otra cosa, a pesar que tenía un nudo en la garganta de angustias generadas por diversos sucesos, tenía, nada menos que la Maratón de Buenos Aires esperando
El estado físico, por otro lado, era el segundo escollo, estaba duro, porque intercalé en los entrenos, partidos de fútbol. ¿Por qué? Porque me hace feliz reunirme a patear una pelota y simular jugar al fútbol, pero dejo todo mi integridad física, para disimular mis limitaciones.
5 y 10 de la mañana me levanté, había gente por todos lados, dejé las cosas, y me puse en el punto de largada a charlar con Gabriel el que vive filmando, sacando fotos y bajando las 4 horas en la maratón.
Largamos! Muchos nervios, al son de Ciro y los Persas, en mi caso, donde sonaron “Tal Vez”, “Antes y después” que me absorbí a éste párrafo del estribillo: “que placer verte otra vez, lo decimos sin hablar, hoy todo vuelve a empezar y será lo que ya fue”. Saludé a Daniel, a Rolo, meé en el 3 alejándome unos 30 metros. Luego le di una palmada a Guillermo de la Maratón de Cabildo, saludo a Luis, a Alberto Martin y le recriminé a Pablo que iba muy rápido.
Pasaba justo uno de Douglas Haig y le dije que le íbamos a romper el orto esta tarde, se cagó de la risa, finalmente fue un 0-0 limitado. Me crucé con Gerardo Ré, lo abracé, pero se me escabulló porque le iba a comer la boca, hicimos un piquecito, cuan gato y ratón.  Acá llegué al primer muro, mientras escuchaba “Botella de Mar” de Ella es tan Cargosa, pero “Vamos en Redondel, así sin dirección” me dio ánimo y salude a un gran amigo de las ultra: Francisco, nuevamente y allá por Corrientes, pasando 9 de Julio habían 4 pibes bien empilchados, y agarro a uno y le propongo “vamos a correr juntos” el pibe me abraza, y corrimos así unos metros.
“Perfecta” dio inicio el momento Miranda, rompí el hielo diciéndole a dos minitas de Rosa que tuvieron mucho para presumir en medio de tanto huevo. “Fantasma” también me llevo a correr con baile y el tema que más me pega para trotar es “Mentía” tiene la sonoridad justa, a viva voz canté. Todo esto yendo por Av. De Mayo y volviendo por Diagonal Sur, creo que sólo ví el kilómetro 11 y el 13.
En el 14, Rolo abandona a Daniel, corro con Dany, ambos saludamos a Cecilia de la reserva, El pampeano se puso a gritar que le deje de hinchar las pelotas, cada tanto algún codazo o abrazo para distensionar. A un tipo que acompañó, en bici, a una mina e iba a la par nuestro le digo: “Perdón por hinchar tanto las pelotas”. En el momento de canciones que mencionan al amor como algo doloroso grito fuerte: “Que saben los otros más del amor” (Maldonado).   Le juego con la canción “Quimica” a una Ecuatoriana y le agrego: “Somos terribles los porteños, no”. Ella contesta: “Si son muy zafados”…Otro agrega: “Vamos a ver si hay química en el kilómetro 30”.
El 22 me demostró otro muro, junto a “Sponsors”: “Afuera llueva” no sentía brisa alguna, pasando el casino flotante, donde paran los camiones. Saludo a muchos de la Reserva que se pararon a ver la carrera y que conozco de ir los domingos.
En el 25 me saludo con Dbernass y le gustó porque se cago de la risa, boludeo con la gente, mientras Cielo Razzo me hacía volar mentalmente, físicamente ya corría más lento y paraba en los puestos un poco más tiempo, por lo que el 26 tuve otra caída, esperando a Tan Biónica que me levante dos kilómetros después con “El duelo”.
 En el 31 saludo, estrechando las manos,  a un tipo que imitaba a Calamaro en “La parte de Adelante”. Era Igual! 
Lo veo a un maratonista alentando cuyo sobrenombre es Tornillo, mucha gente me reconocía de maratones anteriores, uno de Mendoza del 2008 que se acordó de mi porque cantaba. El 32 lo alcanzó a mi colega de Ferro, lo saludo, y mientras él le aconseja a uno que venía hecho mierda:
-          Mirá el río, distraete
-          No hay Río – Contesta el hombre
-          Bueno pensá en cosas lindas, quedan 10 kilómetros - Se hincho las guindas en seguida, el Guille.
Yo pensé que 10 kilómetros era una barbaridad. Me puse un Caramelo de miel y al son de “Corre por las calles, corre sin cesar” del grupo La Franela, me olvidé de mi cansancio, “Hacer un puente” me llevó al 37 a viva voz y acá apareció el calvario, perdí el control físico, tenía dolores no controlables, si bien algunos lo padezco y más o menos lo manejo, las punzadas en la espalda llegando hasta la muñeca no me hacían correr más de pocos instantes, troté elongando el brazo, pero era inútil, probé de todo, la resignación era constante, los corredores me alentaban y yo sonreía, porque sé que, se lo dicen a ellos mismo.
Hasta el 41 habré corrido el 50% del trayecto de esos 4 kilómetros y el otro casi caminando, en el 41 me puse un higo en la boca, apreté los dientes y grité: “Vamonos a Dormir Carolina, que llegué hace dos días y mañana me voy” (Mancha de Rolando). Marqué con una mano el 3 y con el otro un redondel, y culminé mi maratón 30, me la banqué, a pesar de los imponderables.

martes, septiembre 30, 2014

Los presumidos




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ser algo, es una actitud. Hay actitudes que me molestan, incluso si soy originario de las mismas. Hace poco, decir, que voy a correr 3 Maratones en un año, como algo bueno, y dando fundamento, me parecio una actitud de presumido, como demostrando mi valor ante la vida o, en éste caso, al recepto.
Lo haré, es cierto, pero el mérito debe ser interiorizado, más que exteriorizarlo a gente que, piensa, por mi forma de correr (todo destartalado con paso de pingüino) y porque no bajo los tiempo que soy un pelotudo, mientras ellos hacen la actividad como se debe. Por eso, es menester que, la celebración debe ser íntima.
 
Ahora, desde otro ángulo: ¿Qué pasa con las “minitas” que colocan su auto-retrato haciendo trompita, presumiendo de su belleza? Y, por otra parte, la justifican con su inteligencia, por haberse adoctrinado en cualquier Universidad. Particularmente, me sale el sarcasmo, porque ellas creen que la virtud belleza la lleva a conseguir cosas materiales y halagos constantes, la vara la tienen en las nubes y cualquiera, por entregarse, le piden la luna y algo más. 
Obviamente que la hipocresía en mostrarse siempre una reina de la belleza y simpatía, mezclando la ingenuidad que, tanto le hace la cabeza a los hombres, que jueguen al rol de nenita.
Ser presumido, parece que, para éste mundo capitalista garpa. Miami es el antro de los presumidos, sea con cadenas de oro, con autos carísimos, con casas enormes y con la voz intimidante que se la sabe todas. El ser gerente o tener un grado importante de poder, te lleva a presumir, por el temor de que no te baje el que mirás desde un pedestal.  El “ser presumido” cree que se encuentra en una jerarquía mayor de los demás y quieren que estos lo sepan.
Una vez, me encaré una mina y me dijo que su ex era polista y que yo era demasiado poco. Es decir, la minita, presumió de su pasado. 
Yo desconfío de los presumidos, lo asocio, inmediatamente, a los hombres garcas y mala leche y a las mujeres trepadoras e interesadas. Sin duda, no me interesa su intimidad. 
En cuanto a las actitudes de presumido, me dan asco de mi mismo, y me he expuesto de esa manera, tal vez por aburrimiento, la mejor solución, es huir a conversaciones de maximizar lo que realmente carezco.

domingo, septiembre 07, 2014

Maratón de Cabildo – Viento, sol y música.


















Maratón número 29. En un pueblo con una pocas hectáreas habitadas. Superando, apenas, los 90 inscriptos en la competencia y eso me encanta. Como las peores épocas de Mar del Plata, pero bueno hay que sostener a un puñado de personas en 42,2 km.
Largó a las 10:30 hs, la misma estaba estipulada a las 10:00. Y los nervios y los retorcijones crecían. Saludé a mis amigos de las carreras como Carlos Ramadori, Daniel Hernandez, Fernando y mujer, Gustavo, Alberto y señora, etc.

Mi largada, con el tema “Felicidad, depresión”, de Intoxicados que, hoy no es una reducción de la maratón, porque hace mucho que no me deprimo dentro de la maratón, puedo meter sacrificio, pero en general trato de sentirme alegre, largué a 4’47’’ el primer kilómetro. Entusiasmo que fue vapuleado desde el 1 al 2, que paré para orinar. En el 2 y pico me integré en grupo “Contra el viento”, donde lo lideraba el futuro spartatleta Gustavo Rigassio, íbamos cuidándonos del viento constante que teníamos en contra, turnándonos en la delantera, me sentí bien. Gustavo me mintió en el tiempo por kilómetro, dijo 5’30’’, verifiqué que íbamos 5’15’’.  Al llegar al 7 se acabó el viento porque doblamos por un camino de tierra, resguardados por árboles que conducían a una casa. El grupo se me adelantó y no les pude seguir el trote. Gabriel, el cordobés de 45 maratones filmaba y sonreía, encontré alguien que disfruta más que yo ¡Siempre me quedo a mitad de camino! ¿Será posible, che?

Al terminar el camino, dimos vuelta por el jardín de una casa, corrimos por pasto unos 150 metros y después me sorprendió la hidratación en vasitos chiquitos, y no había agua. El sol comenzaba a molestar.

Salimos del camino de tierra volvimos por la ruta, pero con viento a favor. Comencé a cantar “Avanti Morocha” para darme rienda suelta a mi trote destartalado.  Al llegar al 11 cerré los ojos y canté la canción de mi adorado Andrés Calamaro “Nacimos para correr” y decía a viva voz: “…y cada vez que suene mi canción, voy a volver a nacer otra vez. De momento me queda mucho por hacer, porque nacimos para correr…” Piel de gallina al saborear esta canción. En el 14 la veo a Fabiana y le solicito que me compre agua, a las bicicletas les pedía agua, y bueno me dieron y me calmé porque me estaba preocupando porque el sol quemaba.
En el kilometro 15,5 los chicos ponían la mano para saludarte, en todos los puestos, a pesar que no adquirí hasta el 18, había banana y naranja y cerca del 21 un turrón exquisito y suave. Luego los vasos eran más grandes. El Aeródromo en el kilómetro 17 fue un camino de pasto de más de 1,5 km, eso comía piernas y el viento en contra pesaba, traté de concentrarme en las canciones de Estelares, mudito sin chistar.

Pasé el 21 con “Ese maldito momento” de No te va a gustar. Corría prácticamente sólo, a Gustavo y su banda lo perdí de vista. Fabiana llegó con el agua, el cansancio se sentía, y lo tenía que manejar, mi próximo rival eran 5 kilómetros de viento: Turf y Cuarteto de Nos lo iban a pelear. Así fue que comencé a pasar gente y hacer un desgaste que no me importaba, un Senda me cagó 200 metros yendo el auto por la tierra y yo pisando barro y resbalando.

El 27 llegó saludé a Alberto diciendo: “Vamos que vas bien”, cuando paró para caminar. Y a Daniel “Me hiciste mierda“, en tono de broma.  El viento cesó al ingresar al camino de tierra, doblar por la casa y volver a la ruta. El 32 me pasó una chica con un pacer a buen ritmo, yo los acompañe cantando: “Sólo estoy sobreviviendo” y luego “Santa desesperanza” tratando de hacer bailar a las mujeres con sombreros y atuendos coloridos

En el 34 doblamos y lo pasé a Gustavo y su banda, tuve que endurecer mi cabeza y cantar menos, el reflejo en el asfalto hacía que el sol se sienta. En el 35,5 caminé hasta que me alentó la gente, y seguí derecho hasta el aeródromo que Cadena Perpetua me permitió correr, hasta que pise un pozo en el pasto y me tiró el aductor, quedaban 3 kilómetros y Gabriel el que filma, el que disfruta, el que sonríe y el que mete maratones como loco, me pasó como palo. Caminé hasta calmar el dolor, me metí, mientras una naranja y comencé a trotar suavemente, abracé a Daniel al cruzar el 40 y el iba por el 41.
Al dar vuelta por el Frigorifico Cabildo, tenía viento en contra, al principio no lo resistí, pero despacio comencé a trotar. El 41, me concentré en el mejor sólo del grupo El Bordo: “Dejar caer el sol” y sentía, cerrando los ojos, en mi piel las estiradas con la guitarra y la armónica eso me llevo a “Despegar” de Villanos y cruzar la meta con alegría y con agotamiento, que fue compensado por buena compañía y un lindo masaje.  La 29 otra más que, tuve el privilegio de llegar y disfrutar.