En diez años hay casi 3700 días, encierro los mismos como diez años de mi historia, culminando esta década con dos hechos trascendentales en mi vida, que fueron mudarme solo y recibirme; sin duda fueron saltos positivos en mi vida, pero hubo que transcurrir primero.
Comencé los
Con mis amigos juntábamos diarios por las casas con la excusa que eran para el viaje de egresados; con mi hermano recorríamos estaciones para recolectar diez mil boletos de cartón para no se quien. Así podíamos vivir unos días.
Recuerdo que en enero de los
Ah una costumbre que comencé en el
Esas vacaciones estuvieron bien, junto a mi amigo, sus padres, sus tios y su primo.
En el
En el
En la secundaria tuve que soportar que por mi delgadez, me llamasen poca vida, y mi reacción era con intolerancia e ira.
El
El viaje de egresados fue de terror, tratando de seducir, me vine vacío y sin besos, además de que se solidifico que mi lejanía con mis compañeros de la secundaria.
El primer beso, fue dado forzosamente en un baile del San Pedro Nolasco.
En el 91 y 92 fueron años donde la depresión, la soledad, la angustia, el odio, el resentimiento, el no tener del otro lo que yo quería, , me hicieron fortalecer y potenciaron el poder reflexivo, pero así también el de desconfianza, el de la asociabilidad, y de las quejas hacia el mundo.
El CBC fue una isla en mi vida, la verdad lo recuerdo con mucha alegría ese año vivido, tenía muchas reuniones copadas y que me sentía bien, estaba de novio en forma infantil con una chica conocida en Parque Rivadavia, junto a mis amigos Poly y Juan Manuel.
De sexo mejor no hablemos, ya que no funcionamos.
En los
El resto de la década se dividió en búsquedas desesperantes de trabajo, con tres cuadras de fila buscando un puesto de cadete, teniendo un tercio de la facultad aprobado.
El gobierno de Carlos Menem me daba asco, así como la idiosincracia rescatada de la gente noventosa, que pensaba que, al obtener créditos, viajes baratos, y tener la suerte de un trabajo, defendía con otra re-elección al señor este, es por eso que ya lo que escoge la masa era lo contrario a lo que me pasaba, entonces preferí no meterme en situaciones de grupo. Mucho de mi entorno pensaba y soñaba en yanqui.
La música que corría en esos años era mi fanatismo enfermo de The Beatles, luego la ola de Queen y cuanto grupo extranjero había por esos años, porque yo también había sido conquistado por el colonialismo psicológico de los paises anglosajones. Es por eso que asistía a los mega-recitales, algo que encendía aún más la fiesta menemista y las relaciones carnales con Estados Unidos e Inglaterra
En la segunda mitad lo nacional priorizó, me di cuenta que ver un tipito extranjero y tan lejos que cantaba canciones en otra idioma no entraba directamente en mi sensibilidad, si la música, como Calamaro y los Rodriguez, Babasonicos, Autenticos Decadentes, Los Guarros finalizando con Caballeros de
Del 95 al 97 vivimos solos con mi hermano, y fue una experiencia, si bien mi padre mi madre(que ya estaba bien) nos mantenían, mi hermano ya tenia los sintomas de esquizofrenia y no se supo, por su enfermedad, mantener en los trabajos, así como en su adolescencia no se mantuvo en los colegios. Contaba con muchas reacciones violentas en la que pudo matar a alguien e incluso a si mismo.
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En definitiva esta década fue donde la adolescencia se dio a conocer de la peor manera en la escuela secundaria, hoy día tengo los peores recuerdos y que me siguen marcando, donde sufrí muchos problemas económicos e inserciones labores, donde quise destacarme a y lo logré y lo sufrí por mi desconocimiento y por confiar en un potencial que no poseía, que sexualmente todavía no había llegado a la plenitud, pero si en la pareja, una persona que me ha dado el amor que tal vez no merecía, pero que sí, hemos vivido cosas fuertes, pero ya pasaron diez años y la inocencia de esa época no la tengo.