Una persona común, normal o social, cuando le interesa ir a la presentación de un libro, casi seguramente tendrá un amigo, contacto, cómplice, conocido, lo que sea, para que lo acompañe.
Mi caso es distinto, yo fui solo, como voy solo a muchos recitales, seminarios, etc
Mi caso es distinto, yo fui solo, como voy solo a muchos recitales, seminarios, etc
La cita era a las 19:30 horas, muy cerca del Congreso Nacional Argentino, casi pegado a la casa de las Abuelas de Plaza de Mayo. Llegué a un bar de sillas de madera, con gente no muy cotidiana a mi vista de bares de Caballito y Palermo, sino mucho más desestructurados, algo más excéntricos y relajados; y no si tienen la comida afuera y se le corrió el rimel. Sufrí mi desconexión hacia mi entorno, manifestándolo con rubor, con la vista fija en mi botella de Sprite.
Caía las 20:30 horas y todavía no comenzaba, media hora pensando y analizando la gente, en la barra del bar, mientras la gente preguntaba si las empanadas eran caseras, en ese momento pensé “tan bohemios, tan bohemios, pero igual de consumista que al ente que se fija en su imagen”.
Comencé a impacientarme, los camareros se movían de un lado al otro, aceleraban la gran demanda de cervezas, empanadas, coca Light, me sentí(como en tantas otras situaciones) una columna más.
A las 21 horas, finalmente comenzó, apareció un ventrílocuo con su muñequito para presentar su libro, no se escuchaba nada, pero luego acomodaron el micrófono y una mixtura entre la voz del expositor, los chicos detrás, se me hacía un bodoque en mi cabeza.
Igualmente, de repente, sin darme cuenta, comencé a reirme no sabiendo por qué, y me convertí en un espectador haciendo tal rol de la mejor forma, porque ya me estaba divirtiendo y la gente no me interesaba, solamente focalizaba a los actores-lectores y finalmente pasé un buen momento, dejando los calores y el rubor fuera de mi cuerpo y de mi mente.
Igualmente, de repente, sin darme cuenta, comencé a reirme no sabiendo por qué, y me convertí en un espectador haciendo tal rol de la mejor forma, porque ya me estaba divirtiendo y la gente no me interesaba, solamente focalizaba a los actores-lectores y finalmente pasé un buen momento, dejando los calores y el rubor fuera de mi cuerpo y de mi mente.
Cuando voy a hacer algo que se sale fuera de mi rutina habitual me ocurre lo mismo que a ti: analizo a la gente, sus gestos, la forma de hablar y es probable que lleguemos a captar cosas que el resto de personas no llegaria a captar. Es un don? bueno quizás más bien una consecuencia de nuestro estado, pero si tengo claro que es algo especial:)
ResponderBorrarUn beso!:)