viernes, enero 05, 2018

2018: Tratar de transformarse.













El 2018 comienza con una herencia pesada, cuan mandatario suele decir en este país, cuando no sabe como carajo comenzar.   El caminar siguiente es la resurrección,  sumergirse en la propia mierda o caer en abismos.

Mi cabeza, lucidez y mi cuerpo no funcionan de manera serena. Yo espero serenarme para este año, pero el 2017 me dejó muchos nervios, que a su vez, pueden ser conllevados por una vida donde esquivaba mi desagrado y trataba de continuar por caminos tan intensos que no pude continuar. La responsabilidad es mia por no dar como alternativa, el descanso, el vacío, el sosiego; o por el contrario por postergar y postergar actividades básicas por otras nulas y sin sentido.  ¿La solución? No la tengo. ¿Herramientas? Las hay y las conozco, sabemos que el esfuerzo físico llega a un limite, al igual que el mental. Para mi hacer una actividad física exigente, a más de una hora, ya es demasiado.  En realidad siempre preferí hacer mucho de cosas, pero sin realizarlas bien.  Esa incorreción, ante mis delirios de metas, pudo haberme deteriorarme físicamente.

En cuanto a lo laboral, se acabó el tratar de ser referencial o el hacerme el útil.  Puede que me dediqué a algo que era secundario y lo pasé por primario. Tengo el privilegio que esté año, sino tengo gastos desmedidos, lo puedo vivir tranquilo, sin el bendito e insano (para mi) trabajo de oficina que tantas angustias me causó en el 2017. Esa es la primera transformación que apunto, dedicarme más al segundo curro y hacer que la previsibilidad apunte a la renta final, sólo tengo que leer un poco más, que es mucho menos tiempo que el que le daba a la oficina y al “trabajo aceptado”.  El 2017 en esta segunda alternativa fue de maravillas porque tuve el mayor porcentaje de los últimos 7 años.

Ahora lo peor es el bagaje físico y animico. ¿Qué me duele?

-Me arde la lengua al comer ciertos alimentos,
-Tengo parestesias en el brazo y en la pierna, aunque con menos frecuencia que antes. Cuando levantaba cosas pesadas o tocaba la guitarra aparecían siempre, ahora a veces
-Tengo dolor por detrás del ojo y se traslada a la cabeza
-Tengo rígida la mandíbula y se me tapa el oído
-Cuando tengo nervios, me duele mucho la cabeza y el pecho.
 -El cansancio se da mucho más que antes (por eso lo de moderar actividad física, después veré que plan haré)
-Lo social me marea y me da apatía.
-La bipolaridad y mi intolerancia a ciertos sintomas

En fin, en cuanto a lo social, los recitales seguirá en la medida que no me de vergüenza asistir. Soy muy feliz cuando veo ciertas bandas y canto, es uno de mis lados infantiles, aunque tengo todo el cuadrado infantil, menos la apariencia.   Luego, en reuniones, no hubo algo que me vaya eufórico, me da asco cuando critico a alguien. 
En lo físico, seguiré caminando mientras pueda, andando en bici poco, nadando algo, y agrego ejercicios de elongación y estiramientos. Si puedo incursionar al yoga asistido, mejor.
En cuanto a la música, esta vacante, seguiré tocando la guitarra.
En los idiomas, seguiré con inglés, espero ajustar con mi profesora lo que no estudié por bajo animo en el 2017, y continuaré leyendo en este idioma para incorporar vocabulario. Con Francés y Portugues, lo mismo pero en menor medida, es decir, si tengo ganas.

La relajación y ejercicios de relajación serán prioritarios, respiración y guiarme hacia lugares ligeros de pensamientos, y tratar de salir de lo denso que este sistema.
En cuanto a la salud, trataré de dejar el Clonazepam y el antieleptico, si mi cuerpo funciona. Incursionaré a un fisioterapeuta para que me calme, seguiré con acupuntura. En cuanto a los dientes tengo pendiente dos implantes, haré los estudios neurológicos que sea, el psicólogo estará en duda, y estaré atento a cada nuevo síntoma ya que levantar la valija pesada, dolorosa, errante del 2017, sobre los intentos de mejoría, es muy costoso.  Es bastante incierto adonde me conduce todos estos síntomas que me vulneran.


El 2018, no sé si será un gran año, haré lo posible que sea más calmo, mas saludable, mas consciente aunque menos pretensioso y menos intenso que el 2017.  Tal vez no sea el mejor año, pero me conformo que sea, un poco lo que deseé en la oración anterior, y para ello tengo que estar alerta para salvaguardar mi calma, cordura y mi integridad física (o lo que queda de ella).

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